La catástrofe del Prestige cumple 20 años. El 13 de noviembre de 2002 el petrolero monocasco, cargado con 77.000 toneladas de fuel, lanzaba un SOS en medio del temporal. Ahí comenzó un periplo que paseó a la embarcación, que ya iba dejando un rastro de chapapote, frente a las costas gallegas hasta que seis días después el casco se partió en dos y terminó por hundirse. La marea negra fue el peor desastre ambiental de Galicia y este fin de semana tanto BNG como PSOE y Gobierno central han recordado lo ocurrido. No así la Xunta o el PP, que no han participado en actos de recuerdo. El presidente del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, tenía un único acto público en su agenda este domingo, una gala benéfica en A Coruña sin relación con el petrolero.
Camariñas (A Coruña), en la Costa da Morte, fue hace 20 años uno de los escenarios a los que primero llegó la carga derramada del Prestige y se ha convertido este fin de semana en el lugar elegido por las organizaciones políticas para recordar lo ocurrido y homenajear a vecinos y voluntarios llegados de todas las puntas de Galicia, España y de otros países que asumieron las labores de limpieza ante la inoperancia de los gobiernos estatal y gallego.
En la localidad se ha organizado este domingo un acto en homenaje al coordinador del dispositivo de limpieza en Camariñas en el que se ha recordado la “marea de solidaridad” llegada en 2002 y se ha reclamado a las administraciones que “no bajen la guardia”. En la conmemoración estuvieron presentes la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez; el delegado del Gobierno, José Miñones; y el presidente de la Diputación de A Coruña y líder del PSdeG, Valentín González Formoso.
Isabel Rodríguez recordó aquella “marea blanca” como una “primera gran manifestación social” por cuestiones ambientales en España. Defendió que en la actualidad hay más herramientas para afrontar este tipo de accidentes. Por su parte, González Formoso consideró que hace 20 años los medios eran “insuficientes” y cargó contra la gestión de los gobiernos central, dirigido por José María Aznar, y gallego, con Manuel Fraga como presidente, empeñados en minimizar la dimensión de la catástrofe: “Un gobierno no debe aplicar la mentira ni la manipulación cuando vienen mal dadas. No se puede esconder. hay que afrontar las cosas con transparencia”.
La actual alcaldesa de Camariñas, Sandra Insua, que entonces tenía 26 años, recordó la “mucha incertidumbre” que había hace 20 años entre los vecinos por el impacto ambienta y económico. Recuerda la “marea humana” de voluntarios que llegó a la Costa da Morte: “No sabíamos ni qué hacer con tanta gente, cómo darles de comer o dónde hospedarlos”.
La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, por su parte, participó el sábado en Camelle en otro acto por el 20 aniversario del Prestige, en el que también hizo un reconocimiento a los voluntarios que acudieron a limpiar la costa y volvió a pedir que las competencias sobre salvamento marítimo sean de la comunidad gallega.
En cuanto a la Xunta, ninguno de sus responsables ha participado en ningún acto relacionado con el Prestige. El Gobierno gallego tampoco ha publicado este fin de semana ningún mensaje al respecto ni a través de un comunicado ni en sus redes sociales, dedicadas en las últimas horas a publicitar inversiones en aparcamientos y cines y a difundir mensajes sobre la participación de la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se está celebrando en Egipto.