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La representación parlamentaria gallega gira a la izquierda seis años después

La ubicación de las fuerzas políticas en el eje izquierda-derecha es un debate recurrente, más todavía en los últimos años, cuando algunos partidos, caso de Podemos, han venido resaltando el no ser “ni de izquierdas ni de derechas”, afirmación que también asumió Ciudadanos para, después, abanderar el “centro” al que durante lustros se ha aferrado el PP. No obstante, los datos de los sondeos indican que el electorado continúa ubicando a los diferentes partidos y coaliciones en la izquierda, en la derecha y también en el centro. Con estos datos en la mano y teniendo en cuenta las propuestas de cada partido y los resultados de este 20-D, es posible afirmar que, más de media década después, la representación parlamentaria gallega vuelve a estar más escorada hacia la izquierda que hacia la derecha.

La información demoscópica más reciente al respecto ha sido la publicada por el CIS al inicio de la campaña electoral. En el caso de Galicia, en ese momento el electorado continuaba ubicando al PP mayoritaria y holgadamente en la derecha, con hegemonía en ese espectro ideológico, y situaba a En Marea en las posiciones más a la izquierda en las que, a medida que se acercaba al centro -el 5, según esta escala-, compartía posiciones con el PSdeG. Mientras, NÓS-Candidatura gallega se ubicaba hacia la izquierda y Ciudadanos, en el centro pero más inclinado a la derecha.

Partiendo de esta base, las formaciones que han conseguido representación en el Congreso por las circunscripciones gallegas y se ubican en el ámbito de la izquierda, En Marea y PSOE, han sumado algo más de 756.000 votos, mientras que el PP y Ciudadanos se han quedado unos 3.000 por debajo. Si a los sufragios logrados por las formaciones de izquierda que han conseguido escaños se agregasen los de NÓS, que se ha quedado fuera de las Cortes, la diferencia sería superior a los 73.000 votos.

Dejando al margen las elecciones europeas de 2014 -en esos comicios la circunscripción es estatal-, el electorado gallego no había configurado una representación parlamentaria con más votos para la izquierda que para la derecha desde el año 2009 cuando, en las elecciones de la primera mayoría absoluta de Alberto Núñez Feijóo, la suma de PSdeG y BNG (795.200 votos) se quedaba unos 6.000 votos por encima de los logrados por el PP. En las generales de 2011 la diferencia a favor de la derecha fue mucho más abultada, con más de 860.000 votos para el PP y algo más de 640.000 para las fuerzas de la izquierda que lograron representación, PSdeG y BNG.

El reparto de fuerzas fue un poco más equilibrado en las elecciones gallegas de 2012, cuando Feijóo logró ampliar su mayoría absoluta en cuatro escaños a pesar de perder más de 120.000 votos. Entonces la banda derecha, representada por el PP en el Parlamento, sustentó su representación parlamentaria en más de 660.000 votos, mientras que el área izquierda del Parlamento, compuesta por diputadas y diputados electos por PSdeG, AGE y BNG, se quedó un ligeramente por encima de los 644.000 sufragios.