El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha insistido hoy en que dar respuesta a las dificultades de acceso a la vivienda, “primer problema de los jóvenes”, será una de las prioridades de los presupuestos del gobierno gallego para el año 2025. Para cumplir su compromiso de levantar 4.000 pisos protegidos en esta legislatura -el doble de las actuales- “prácticamente triplicará” la partida anual mientras pone en marcha medidas legales “de choque”. Todo, apenas unos días después de que la Valedora do Pobo reprendiese a su administración por ocultar datos sobre estas viviendas y 24 horas después de admitir que la trasparencia, en este capítulo, “se puede mejorar”.
La Xunta aprobará la próxima semana sus presupuestos antes de remitirlos al Parlamento, donde este martes Rueda ha comparecido a petición propia durante hora y media para explicar sus líneas maestras, una intervención que se convirtió, de nuevo, en un ataque constante al Gobierno central, por su incapacidad para sacar adelante sus propios presupuestos -“una inestabilidad que nos motiva más para blindarnos”-, pero también a la oposición, por su seguidismo al ejecutivo central en asuntos como la financiación autonómica o su postura “de megáfono” ante proyectos como la macrocelulosa de Palas de Rei (Lugo).
En lo referente a la vivienda, y con la vista puesta en cumplir lo prometido para 2028, el presupuesto para suelo residencial y nuevas construcciones pasa de 47 a 125,5 millones de euros. A esto se añaden las medidas “de choque” prometidas por Rueda: reducir a la mitad los plazos de tramitación del nuevo suelo residencial para viviendas protegidas; facilitar la conversión de locales comerciales en vivienda, sin necesidad de reformar los planes urbanísticos, para lo que deberán cumplir determinadas condiciones, y otorgar durante un plazo “excepcional” de tres años cobertura legal para recuperar los edificios inacabados por la crisis de 2008 siempre que cuenten con licencia y la mitad de sus viviendas sean protegidas.
“Minorías de pancarta y megáfono”
Tras la vivienda, el otro “gran problema” de la juventud es, para Rueda, el empleo, un argumento que aprovechó para atacar al BNG por su postura contra la macrocelulosa impulsada por la multinacional portuguesa. “Esas mismas personas que siempre predican lo peor, que predican el desastre, son las mismas que hacen todo lo posible para acabar con las oportunidades laborales que puedan generase en Galicia, especialmente para nuestra gente joven”.
“Lo diré todo lo claro de lo que soy capaz: es intolerable que para unas minorías que normalmente siempre están a la izquierda no haya ningún proyecto que sirva y que siempre exista una excusa para boicotearlo”. “Esto es una realidad”, continuó Rueda, que defendió que cualquier proyecto industrial o energético que pretende asentarse en Galicia “tiene que respetar el medio ambiente y el patrimonio cultural, faltaría más”. “Pero los competentes para certificarlo no son ustedes: son los funcionarios y los técnicos y nunca las minorías de pancarta y megáfono”.
Entre los trenes “que pasan una vez”, Rueda destacó también el de convertirse “en potencia energética” y anunció la intención de actualizar un Plan Eólico “que suma ya más de 20 años”. De ellos, el PP lleva 15 gobernando la Xunta.
El “negocio ruinoso” de la financiación singular
En la víspera de los seis meses de su toma de posesión, Rueda presumió de que Galicia, como viene haciendo desde 2009, volverá a contar con presupuestos “sin sobresaltos, estridencias ni líos” y sacó pecho de su ejecución: 99% en 2022; 99,6% en 2023 y un 88% de los fondos europeos en manos de sus destinatarios en este 2024.
Enfrente, y como contraposición, un Gobierno central que quiere afrontar “los retos de 2025 con las cuentas de 2023”. Rueda dice asistir “perplejo y profundamente preocupado” a una negociación entre Sánchez y sus socios que gira sobre “privilegios fiscales, amnistía o presos” pero habla poco de “economía familiar, servicios públicos o vivienda”.
El presidente autonómico se opuso una vez más a un modelo singular de financiación autonómica que supondría aumentar “495 euros” la deuda por cada gallego, un sistema que, según los datos del Foro Económico de Galicia, haría perder a la comunidad 634 millones si se aprobase lo previsto para Catalunya y 2.128 si se aplicase en todo el Estado. “Un negocio ruinoso”, al pasar de un sistema “imperfecto” pero “con vocación de equilibrio” a otro que “sin complejos consagra la desigualdad entre territorios.
Tasa turística y previsión de crecimiento
Los presupuestos de la Xunta para 2025 recogerán una nueva actualización al alza del cuadro macroeconómico y elevarán la previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 1,8% al 2,1%.
La ley de acompañamiento de las cuentas incluirá la habilitación para que los ayuntamientos que lo deseen puedan imponer una tasa turística. Para ello, deberá recaudarla y gestionarla directamente desde el municipio y destinar un 80% de los recursos a la mejora de la sostenibilidad turística.
Rueda anunció además una nueva negociación para la financiación del servicio de ayuda a domicilio y la simplificación de normativas para crear parques empresariales o la posibilidad de tramitar, de forma paralela, las ayudas de dependencia y discapacidad. “Simplificar puede ser tan importante como ofrecer ayudas económicas”, aseguró.