Rueda justifica la integración en la disciplina del PP de un condenado por violencia machista
El presidente de la Xunta y del PPdeG, Alfonso Rueda, no tiene nada que objetar a que un condenado por violencia machista se integre en el grupo municipal de su partido en A Illa de Arousa (Pontevedra), un movimiento que él mismo se había comprometido hace un año a no permitir. La decisión, sostuvo este lunes, la tomó el PP de la provincia de Pontevedra, a instancias de los integrantes del grupo local: “A mí me lo comunicaron, tomé conocimiento y no manifesté oposición”.
Pocos días antes de que se celebrasen las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023, este periódico publicó que el cabeza de lista del PP en A Illa, Matías González Cañón, era un hombre -que no milita en el PP- que tenía una condena de 2011 por haber agredido a su expareja, una mujer que acabó con un diente roto y lesiones cervicales leves. La condena impuesta fue de 25 jornadas de trabajos comunitarios y 9 meses de prohibición de comunicarse con la víctima.
Cuando se supo el caso, Rueda manifestó que desconocía estos antecedentes y que el PP le había pedido a González Cañón, una vez publicados los hechos, que renunciarse a presentarse. Pero él se negó y, con las listas ya proclamadas, el partido no podía obligarlo. Lo que sí iba a hacer el PP, según dijo el presidente gallego públicamente el 25 de mayo de 2023, era impedir que formase parte del grupo de los populares en el Ayuntamiento. “Celebradas las elecciones, y sea el resultado que sea, no integrará el grupo municipal” fue la frase que pronunció Rueda aquel día.
Tras la votación, el PP mejoró su resultado en el municipio pontevedrés (pasó de cuatro a cinco concejales, aun así, insuficientes para gobernar en un ayuntamiento en el que la mayoría absoluta está en seis). González Cañón, en cualquier caso, no entró en el grupo municipal del PP y pasó a figurar como concejal no adscrito. Hasta ahora. El PP de Pontevedra ha dado su visto bueno a la petición de los populares de A Illa -que siempre salieron en defensa de González Cañón- de que se integre en el grupo municipal. Y también lo ha hecho el PP gallego, que, preguntado cuando se supo la decisión, se remitió a la nota de prensa del partido a nivel local. Ese comunicado hablaba de la “ejemplaridad y compromiso contra la violencia machista” de González Cañón y sostenía que admitirlo en el grupo municipal era “respetar la voluntad de las urnas”.
Ahora el propio Rueda, que antes de ocupar el máximo puesto dentro del PP gallego fue el presidente del partido precisamente en la provincia de Pontevedra, ha ratificado su postura. A la pregunta de si la decisión supone retirar las palabras pronunciadas hace un año ha replicado que no: “En aquel momento dije que no formaría parte”. “Y no se integró”, insistió. Ante el hecho de que la postura del partido ha cambiado y le ha abierto las puertas a González Cañón, el líder del PPdeG ha argumentado que la decisión fue del PP provincial: “Es lo que ellos decidieron y no me voy a oponer”.
“Supongo que un año después entendieron que procedía”, argumentó. Rueda añadió que los hechos por los que fue condenado González Cañón ocurrieron hace más de una década “y cumplió con la Justicia”. No quiso responder a otra pregunta sobre si la decisión de integrar en un grupo municipal del PP a un condenado por una agresión machista podría influir en la política contra la violencia de género de la Xunta.
Críticas de la oposición
Los principales partidos de la oposición en el Parlamento de Galicia, BNG y PSdeG, han criticado la decisión del PP. “Es inaceptable considerar un 'error' una agresión machista y de ejemplar en la lucha contra la violencia de género al agresor”, publicó en X (antes Twitter) la diputada pontevedresa del BNG Montse Prado. “El PP no hace más que retroceder en la lucha contra la violencia machista. Se aproxima más y más a la extrema derecha”, añadió y le pidió al PP que rectifique.
Por su parte, la secretaria de Igualdade de los socialistas gallegos, Silvia Fraga, cargó contra las declaraciones de Rueda: “Demuestra dos cosas: la primera, que no es una persona de fiar, que no es una persona de palabra”. Y la segunda, que “no está al lado de las víctimas de violencia de género y lanza un mensaje muy peligroso dando a entender que la violencia de género es algo que se puede perdonar”. Las palabras del presidente de la Xunta son, según Fraga, “intolerables”.
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