La Xunta ha defendido estos días que el modelo utilizado para construir el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, que supuso un sobrecoste de 470 millones de euros, era el único “viable” para llevar a cabo la obra. El presidente gallego, Alfonso Rueda, ha dicho este lunes que la elección fue “excepcional”. “La prueba es que solo se acudió a este sistema una vez”, manifestó.
Rueda respondió, en la comparecencia tras la última reunión de su gabinete antes del descanso estival, a una pregunta sobre si volvería a optar por ese modelo una vez conocidas las irregularidades y el sobrecoste que supuso, según el informe del Consello de Contas. “Era un sistema excepcional para un momento excepcional”, insistió y reiteró la argumentación de que con una licitación tradicional de las obras y los servicios no se habría podido construir en un momento de crisis o habría tardado más. El informe, añadió, lo reconoce. Lo que dice el ente fiscalizador de la Xunta en sus conclusiones es que el Gobierno gallego tendría que haber renunciado a otros gastos para levantar la nueva infraestructura sanitaria en Vigo. La opción de la concesión elegida, con un canon millonario que se va a seguir pagando hasta mediados de la próxima década, hizo que el proceso se encareciese en 470 millones.
El presidente gallego ha intentado justificar también la decisión con el argumento del servicio prestado durante la pandemia, aunque admitió que la posibilidad de una crisis sanitaria como la del COVID-19 no estaba planteada cuando se ideó el hospital ni influyó en el diseño. El proyecto lo había dejado el bipartito de PSdeG y BNG, que gobernó entre 2005 y 2009. A su llegada a la Xunta, Alberto Núñez Feijóo cambió los planes y optó por el modelo de la concesión, que implicaba que la Xunta no empezaría a pagar por las obras hasta que el centro estuviese en funcionamiento, pero que llevó a un canon millonario para devolver esa financiación a la empresa concesionaria y para sufragar los servicios privatizados, que son los no médicos -restauración, lavandería, limpieza-.
Otros 28 millones para Povisa
Una de las críticas que hace el informe de Contas es que no se alcanzó el número de camas previsto en el proyecto. Iban a ser 2.000 en todo el Complexo Hospitalario Universitario de Vigo, dentro del que está el Álvaro Cunqueiro. Pero en el periodo fiscalizado, que llega hasta 2021, el mayor número de camas fue de 1.366 en 2020. Y la insuficiencia de infraestructuras es uno de los motivos con los que se justifica que la Xunta mantenga un concierto con la empresa privada Povisa para dar atención sanitaria a unos 120.000 pacientes del área de Vigo. El ente fiscalizador destaca también que el nuevo hospital no logró rebajar el peso de la privada.
En este contexto, la Xunta acaba de aprobar una prórroga de ese concierto millonario hasta el cierre de este año. Son otros 27,8 millones de euros para Povisa. Rueda ha manifestado que habrá una revisión de los servicios que se dejan en manos de esta empresa privada. “Las cosas cambiaron, hay una nueva infraestructura sanitaria. La Xunta está acabando un análisis de las necesidades actuales de Vigo para actualizar la cartera de servicios”, indicó.