Y, al final, llegó. Después de salir en un late night intentando perrear o de aparecer “por casualidad” pedaleando en un programa para mayores, ya tocaba la entrevista electoral. Aunque todavía no haya convocado las elecciones. “Me falta probar en los [espacios] deportivos”, había ironizado Alfonso Rueda sobre su ubicuidad en la televisión pública. Hoy, al finalizar el informativo nocturno Telexornal Serán, los deportes tuvieron que esperar. Antes tocaba sesión de baño y masaje.
“Lleva 18 meses al frente de la Xunta de Galicia. ¿Pasó rápido?”. “Son muchas las cosas que preocupan a los gallegos. Si le parece comenzamos hablando de vivienda. ¿Qué medidas tiene en este momento la Xunta tanto para facilitar el alquiler como la compra?”. “¿Cómo van las matrículas de las escuelas infantiles gallegas, sobre todo ahora que son gratuitas?”. “Esos niños crecen, se convierten en adolescentes, ¿cuáles son las prioridades de la Xunta para este colectivo?”. “También pensando en el deporte, ¿no?” “Otro colectivo muy importante son nuestros mayores. Plazas en residencias: ¿van a seguir ampliando...?”. Y así, durante 20 minutos.
El Alfonso Rueda del videowall -la pantalla de circunstancias, la nueva todavía sigue esperando- llevaba una carpeta con papeles bajo el brazo. El de verdad no lo necesitaba: se las sabía todas. Y no porque las preguntas fuesen complicadas, como hemos visto, sino porque son las respuestas que lleva recitando, al menos, desde el debate sobre el Estado de la Autonomía y, después, en la presentación de los presupuestos.
Un paquete completo de medidas preelectorales que ahora desglosaba ahora en el prime time de la TVG, justo el día en el que el EGM confirmaba que la ven el 20,8% de los espectadores. “Prácticamente todos los gallegos optaron por informarse en algún momento a través de la señal de la TVG”, aseguraba este jueves en el Parlamento el director xeral de la corporación, Alfonso Sánchez Izquierdo. Y Rueda, que lo sabe -¿a qué va, si no?- empezó dando la enhorabuena por los datos. “Maravillosos”, respondió la presentadora, que no obvió la coincidencia. “Parece que lo hemos hecho a propósito”.
Hubo, claro, un apartado específico para indagar sobre la acción del gobierno central. “Ésa es una buena pregunta”, respondió Rueda cuando le nombraron los fondos Next Generation. “Eso me gustaría saber a mí”, replicó ante la sorpresa por no haber conseguido la subvención europea para el hidroducto Guitiriz-Zamora-. “Qué buena pregunta...”. No, no repetimos: ésta es otra, sobre la llegada de los trenes Avril.
En la presentación se anunció que la entrevista versaría sobre la actualidad, la gestión de Rueda en la Xunta y sus demandas ante Madrid, “en un contexto político en el que dos comunidades van a afrontar elecciones el año que viene”. Una simple muestra de las diferencias entre lo que marca “la actualidad” dentro y fuera del plató de TVG: sólo nueve horas antes de esta emisión, en la comparecencia celebrada tras la reunión del gobierno gallego, Rueda recibió media docena de preguntas sobre la fecha de las elecciones y otras cuatro sobre las conversaciones PP-PNV. Aquí, nada más hubo una, y fue la última. “¿Me podría afinar la fecha?”.
“Pregúntele a la oposición, que sólo habla de eso”, respondió como si no fuese él quien decidiese el día de la convocatoria, antes de insistir en una idea que ya deslizó por la mañana: “Se celebrarán en el momento que sea más oportuno para Galicia, no en el que sería más oportuno electoralmente para el PP, porque si no habríamos tenido fechas de sobra en el pasado para convocarlas y ganarlas. Había encuestas que nos lo decían”.
El tiempo no dio para más, y eso que Rueda ya lo echó en falta al principio, cuando enumeraba las casi infinitas medidas educativas que ha tomado este gobierno -lástima, olvidó una: la eliminación de la gratuidad de los libros de texto-. “Daría para muchas más entrevistas”. Seguro que de aquí a las elecciones, cuando sean, tiene ocasión de volver.