Nueva vuelta de tuerca en la batalla judicial de Sandra Ortega y quien fuera su mano derecha en la gestión de un patrimonio de 6.300 millones de euros, José Leyte. La hija mayor de Amancio Ortega, y dueña del 5% de Inditex, ha presentado a través de su sociedad patrimonial Rosp Corunna una nueva demanda en la que acusa a Leyte y a su esposa, María Teresa Golpe -como cooperadora necesaria- de administración desleal, apropiación indebida, falsedad en documento mercantil y un delito de daños informáticos.
En concreto, en la demanda figura que la sociedad patrimonial de Leyte y de su esposa habría recibido de Kike Sarasola una opción de compra del 16% de Be Mate valorada en 45 euros, cuando su precio en el mercado superaba los 2 millones de euros. Be Mate es filial de Room Mate, una de las participadas de Rosp Corunna. Y José Leyte era consejero de Room Mate. Además, este habría empleado esa sociedad -TG Interiors- para cobrar comisiones y contratar los servicios de su mujer como decoradora.
La pelea entre la mujer más rica de España y José Leyte, quien fuera el principal gestor de su fortuna, se arrastra desde agosto de 2021. En aquel momento, Sandra Ortega acusó a Leyte de tramar una operativa fraudulenta para conseguir préstamos a favor de Kike Sarasola con la supuesta garantía de la propia Ortega frente a impagos. En aquella demanda, Ortega acusó a Leyte de falsificar su firma para conseguir préstamos por valor de 130 millones de euros que Sarasola no pagó en el plazo comprometido con las entidades bancarias.
Ese fue el motivo fundamental de una ruptura que supuso el despido fulminante del asesor que Sandra Ortega había decidido mantener como parte de una estructura que, en buena medida, heredó de su madre, la ya fallecida Rosalía Mera, primera mujer de Amancio Ortega.
Cuando el conflicto entre Ortega y Leyte afloró, los bancos que reclamaban las deudas impagadas apuntaron judicialmente hacia la persona en la que veían mayores probabilidades de cobro: Sandra Ortega. Las entidades Abanca, Deutsche Bank, Bankinter y Banca March intentaron convencer a un juzgado de A Coruña de que si la firma de Ortega había sido falsificada eso solo podía explicarse porque ella era partícipe del engaño. Con tal argumento, solicitaron la imputación de la mujer más rica de España, pero los tribunales no les dieron la razón. Fue una de las pocas veces que Amancio Ortega, el fundador de Inditex, autorizó a sus equipos de prensa para difundir una declaración en su nombre. La frase, trasladada a esta redacción, era la siguiente: “Amancio está preocupado. Igual que estaría cualquier padre”.
Una opción de compra del 16% de Be Mate por 45 euros
En mayo de este año, Sandra Ortega volvió a verse en problemas con Kike Sarasola. En esta ocasión, por el impago de las rentas de alquiler asociadas a dos hoteles que el empresario explotaba en Nueva York y Miami. La multimillonaria decidió desahuciar al empresario hostelero de sus edificios en un suma y sigue que ahora encuentra su último capítulo.
En la nueva demanda, a la que ha tenido acceso elDiario.es, se traza una nueva línea argumental. “El hilo conductor de la presente querella lo encontramos en la mercantil Olbia –constituida el 14 de octubre de 2014–, que más tarde pasaría a denominarse TG Interiors”. “Se trata de una sociedad que fue creada ex profeso para el enriquecimiento personal del Sr. Leyte y de su esposa a costa del grupo Rosp”, quienes compartían al 50% el capital, según recoge el texto. Rosp Corunna ha declinado a este medio valorar el procedimiento judicial.
TG Interiors es, según refleja la demanda, una sociedad sin empleados. “La práctica totalidad de su facturación desde su constitución en 2014 hasta 2020 ha provenido del grupo Rosp. En concreto, al menos 1,7 millones de euros de la facturación total de TG Interiors entre esos años ha emanado del grupo Rosp (es decir, el 90,79% del total de la facturación de la empresa del matrimonio Leyte-Golpe)”.
A mediados de octubre de 2014, la entonces Olbia, recibió “una opción de compra de acciones gratuita sobre una empresa participada de Room Mate, denominada Be Mate”, dedicada al alquiler de viviendas turísticas. “La Sra. Ortega desconocía tanto la cercana relación personal que unía al Sr. Leyte con Kike Sarasola y su marido Carlos Marrero como la existencia de la opción de compra”, afirma el texto. Este medio se ha puesto en contacto con Kike Sarasola, que ha rechazado hacer cualquier tipo de comentario.
Según consta en la demanda, la firma Tafay, la sociedad patrimonial de Kike Sarasola, “concedió” a la entonces Olbia el “derecho a adquirir 45 acciones de Be Mate (equivalentes al 16,0714% de su capital) al precio de 1 euro por acción en cualquier momento durante el período de 2 años transcurrido entre el 14 de octubre de 2016 y el 14 de octubre de 2018”. Ese precio contrasta con que “otros inversores terceros en esa época pagaron por una participación similar (20%) hasta 3 millones de euros”.
Expectativa de revalorización a 62,5 millones de euros
En cuanto a esa valoración, la demanda de Rosp refleja que “peritos de KPMG han calculado un valor intrínseco a la opción de compra de 2,4 millones de euros en el momento en el que la misma fue concedida”. Y destaca las expectativas de revalorización. “De acuerdo con la documentación localizada por los peritos, se ha descubierto que el matrimonio Leyte-Golpe tenía la expectativa de que dicha opción de compra se revalorizase hasta superar los 62,5 millones de euros en 2017”.
Esa revalorización no ocurrió. Al contrario, se acrecentaron los problemas financieros de Room Mate. El pasado junio, la hotelera se declaró en concurso de acreedores y un mes después la jueza que lo tramita autorizó la compra de la hotelera por parte del fondo de inversión estadounidense Angelo Gordon.
Esa citada opción de compra a favor de la sociedad de José Leyte fue suficiente, según la demanda, para que este tuviese “un indudable incentivo personal y espurio para favorecer la marcha del grupo Room Mate en general y de su participada Be Mate, en particular. Aquí radica la motivación del Sr. Leyte para favorecer ilícitamente a Room Mate en su condición de representante en el consejo de administración del Grupo Rosp”.
En este sentido, la demandante considera que Leyte “desde su puesto de consejero de Room Mate, en representación de Rosp Corunna, aprobó cuantiosas aportaciones económicas, concesión de préstamos participativos, o permitió acudir a ampliaciones de capital de Be Mate en la búsqueda de su propio beneficio personal”. En concreto, cita una inyección de más de 9 millones de euros y la aprobación de una remuneración del consejo de administración y alta dirección de Room Mate, que se duplicó desde los 1,15 millones en 2015, hasta los 2,36 en 2019. “Si el asesoramiento prestado por el Sr. Leyte a la Sra. Ortega no hubiera estado movido por su propio interés económico, nunca habría aconsejado a la Sra. Ortega incrementar su exposición al riesgo de esta manera en Room Mate”.
También cita que el 18 de marzo de este año, tras la salida de José Leyte del consejo de administración de Room Mate, el nuevo representante de Rosp Corunna en la hotelera “solicitó explicaciones a la dirección” de esta sobre “la deuda de casi 15 millones de euros que el consejero y socio mayoritario de Room Mate –la mercantil Tafay (sociedad patrimonial de Kike Sarasola)– había contraído” con la hotelera “a consecuencia de dos préstamos concedidos inicialmente el 1 de enero de 2009, que fueron renovándose, ampliándose y reunificándose a lo largo del tiempo”.
“Teniendo en cuenta las dificultades económicas que ha venido arrastrando Room Mate, llama poderosamente la atención que, cuando estos préstamos resultan impagados, Room Mate (Kike Sarasola) optó por no reclamárselos al deudor y provisionó la totalidad de su importe, admitiendo sin discusión el impago de Tafay”, refleja la demanda.
Contratos a TG Interiors, “no está mal para la stupid wife”
La sociedad TG Interiors, según el citado texto, también habría servido para la percepción de una “comisión irregular por la venta del hotel Bulgari de Londres” por “supuestos servicios de consultoría y asesoramiento”, que superaría los 789.000 euros. Se habrían materializado a través de “dos autorizaciones supuestamente firmadas por la Sra. Ortega en fechas 12 de marzo de 2015 y 25 de enero de 2016. Decimos supuestamente porque la Sra. Ortega no reconoce su firma en dichos documentos y, según ha podido confirmar técnicamente el perito calígrafo contratado por esta parte, ambas firmas fueron falsificadas por el Sr. Leyte”.
Por otro lado, cita la contratación de TG Interiors por parte del grupo Rosp, también sin autorización de Ortega, con una facturación de más de 989.000 euros, ligada a dos proyectos inmobiliarios en Estados Unidos. Indica que Leyte “requirió los servicios de su esposa la Sra. Golpe a partir de 2017, cuando ella acababa de finalizar un curso formativo en materia de decoración pocos meses antes (en concreto, lo acabó en agosto de 2016). ¿Qué experiencia y credenciales podía tener la Sra. Golpe frente a otras empresas de decoración? Obviamente ninguna. Su único mérito era ser la administradora de la sociedad instrumental a través de la cual pretendían enriquecerse ilícitamente en claro perjuicio del Grupo Rosp”.
En relación a estos pagos, la demanda asegura que “algunos de los empleados” del grupo controlado por Sandra Ortega “tenían conocimiento de la contratación de TG Interiors y sabían que esa era una sociedad propiedad del matrimonio Leyte-Golpe. Sin embargo, lo que no conocían es que esta circunstancia no era conocida (ni, por supuesto, autorizada) por la administradora única”.
En relación, KPMG llevó a cabo una “investigación forense” de los dispositivos de empresa que empleaba José Leyte. En ellos recoge una conversación donde Teresa Golpe asegura a su marido “Te estoy facturando. Para ser un poco más rica”. Este contesta que “TG tiene 280.000 euros después de haber repartido 300.000 en dividendos. Tu empresa ha generado en este tiempo casi 600.000 euros de caja… no está mal para la stupid wife” y Teresa Golpe le replica “pero aquí cuentas tu bonus, darling”, a lo que Leyte contesta “ya”, según desglosa la demandante.
Gastos personales y borrado de dispositivos
La demanda también argumenta que “entre el ejercicio 2018 y 2020” José Leyte habría pagado hasta 34 gastos de carácter personal “con cargo a las tarjetas corporativas de grupo Rosp”. “Principalmente” enumera “billetes de avión y alojamientos de hotel para su esposa”. Por ejemplo, más de 1.500 euros en el Hotel Ritz de París; y 1.890 euros por dos noches en el Hotel Ritz Four Seasons de Lisboa.
Además, la demanda asevera que “KPMG ha podido constatar pericialmente que el disco duro del ordenador portátil corporativo asignado al Sr. Leyte fue borrado de forma intencionada la noche anterior a que el Sr. Leyte devolviera el mencionado dispositivo al grupo Rosp el día 24 de noviembre de 2020”.