Sandra Ortega gana el juicio por el despido de su exgestor acusado de falsificar su firma
Sandra Ortega, la hija mayor de Amancio Ortega y dueña de un 5% de Inditex, acaba de ganar en los tribunales una de las peleas que mantiene con quien fuera su mano derecha en la gestión de un patrimonio de 6.000 millones de euros a través de la sociedad familiar, Rosp Corunna. El juzgado de los Social número 1 de A Coruña acaba de fallar contra la demanda presentada por el exgestor de Ortega, José Leyte, contra su despido. El cese del directivo que gobernaba las finanzas de la mujer más rica de España vino acompañado por el escándalo: la hija del fundador de Inditex le acusó en aquel momento de mover su dinero sin permiso, en operaciones en en las que Leyte imitaba la firma de su jefa para, entre otras cosas, regar de millones a la deficitaria empresa hotelera de Kike Sarasola. En esa querella, la multimillonaria acusó a quien fuera su lugarteniente de delitos de apropiación indebida, falsedad documental y administración desleal.
Lo que por ahora queda ya resuelto en la sentencia a la que ha tenido acceso elDiario.es es el conflicto sobre el despido de Leyte. El juzgado coruñés le niega su pretensión de declarar la nulidad del cese y frena en seco la petición del directivo para ser readmitido en su puesto. La defensa de Leyte argumentó en el juicio que su papel en Rosp Corunna se correspondía con la categoría de personal laboral común y que, por tanto, Sandra Ortega no tenía derecho a despedirle por simple desestimiento de la empresa, como sí está permitido para los contratos que se consideran de alta dirección. La magistrada Ana María Souto no aceptó el razonamiento tras comprobar durante el juicio algunos datos que demostraban la teoría de que Leyte no era un empleado más a las órdenes de Sandra Ortega.
Según la información que ha aflorado durante el procedimiento, José Leyte disfrutaba de un salario mensual de 15.000 euros, más dos pagas extras en julio y diciembre por el mismo importe. La sentencia considera probado que operaba como máximo responsable y director general de la family office a nombre de Sandra Ortega. Entre sus atribuciones estaba realizar movimientos de dinero e inversiones sin necesidad de la firma de Ortega, siempre y cuando esas operaciones no superasen los 600.000 euros. También representaba a la hija del fundador de Zara en las juntas de accionistas de empresas como Inditex, Pharma Mar o Zeltia.
Lo único que no podía hacer Leyte era tocar las acciones de Inditex a nombre de su jefa. Y así se declaró de manera expresa en todos los poderes que esta puso a su nombre. Se trata ni más ni menos del 5% de un imperio textil que solo en un trimestre (entre agosto y octubre de 2021) fue capaz de generar 1.200 millones de euros en beneficios y una cifra de ventas por valor de casi 7.400 millones en ese mismo periodo. A consecuencia de lo anterior, la sentencia concluye en “la desestimación de la demanda en todas sus pretensiones”.
1,6 millones de indemnización en el aire
José Leyte también reclamó al juzgado una indemnización de 1,6 millones de euros por la falta de preaviso en su despido y como resultado de los bonus anuales que dejó de percibir a consecuencia de su salida de la empresa. Esta reclamación económica es una petición subsidiaria que la defensa de Leyte planteó como plan B, en caso de que no se estimase su primera reclamación de recuperar su puesto de trabajo al declarar nulo el despido. En este punto, la jueza que redacta la sentencia tampoco ha atendido a las reclamaciones del directivo al que invita a “ejercitar de manera separada” en otro procedimiento esa acción de reclamación de cantidades.
Hasta el momento de su despido José Leyte era un hombre de la máxima confianza de Sandra Ortega. Licenciado en Derecho y diplomado en Económicas por el ICADE, en los 90 trabajó como jefe para Galicia y Asturias de Deutsche Bank y dirigió la división de banca privada de Caixa Galicia. En el año 2000, Rosalía Mera —la primera mujer de Amancio Ortega y fundadora de Inditex— creó Rosp Corunna para canalizar sus inversiones. Un año después nombró a Leyte máximo responsable. Tras la muerte de Rosalía Mera su hija Sandra Ortega tomó las riendas de la empresa familiar y mantuvo a Leyte al mando.
Todo se rompió a finales de 2020 cuando Ortega decidió el cese fulminante de su mano derecha. El despido llegó acompañado de la acusación de que Leyte operaba a sus espaldas, falsificando su firma en operaciones como las que regaron de millones al empresario hotelero Kike Sarasola. Esa parte de la disputa sigue viva en otro juzgado coruñés en donde varias entidades bancarias intentaron sin éxito usar el procedimiento para imputar a Ortega, en una operación que pretendía recuperar 130 millones en créditos concedidos a Rosp Corunna por el impulso de Leyte. Sobre esos préstamos, la mujer más rica de España asegura que nunca fue consultada y que los documentos que validaron las operaciones se impulsaron imitando su rúbrica sin su consentimiento.
De todos los procesos en marcha queda resuelto el menos complejo. La sentencia concluye que el despido del asesor fue ajustado a derecho, al margen de las disputas sobre indemnizaciones que las partes tendrán que aclarar en el futuro en nuevos procedimientos.
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