La portada de mañana
Acceder
Feijóo agita la dirección del PP para endurecer aún más su oposición
De profesión, 'cazafraudes' científicos
Análisis - Israel ataca Yemen pensando en Irán. Por Jesús A. Núñez

La sanidad pública gallega solo redujo tres curas mientras recortaba 2.000 profesionales sanitarios

El programa presupuestario de atención especializada es, dentro del presupuesto del Servizo Galego de Saúde (Sergas), el que “comprende el conjunto de actividades” para “dar la mejor respuesta a las necesidad de salud de los ciudadanos y garantizarles las prestaciones sanitarias”. Con 2.107,31 millones de euros es uno de los que acumulan más recursos dentro de las cuentas sanitarias de la Xunta. De este programa salen los fondos para pagar los salarios de gran parte del personal sanitario, para comprar suministros hospitalarios o para sufragar conciertos con la sanidad privada. También, aunque a priori se corresponda poco con su enunciado, es el que sostiene los salarios del medio centenar de puestos de curas que el Gobierno gallego mantiene presupuestados, una plantilla espiritual que apenas se ha reducido en tres capellanes mientras el Sergas perdía unos 2.000 profesionales de la salud durante la crisis.

Los Presupuestos Generales de Galicia para 2015 contemplan, dentro de dicho programa, presupuesto para pagar los salarios de 52 sacerdotes en la red de hospitales públicos. Desde el retorno del PP a la Xunta este número apenas ha variado, toda vez que sólo ha mermado en dos ocasiones: en 2010, cuando el hospital de A Coruña pasó de 8 a los actuales 7 curas, y en el pasado 2014, cuando el área sanitario de Ourense redujo dos plazas, quedándose con fondos para 8 sacerdotes. La reducción fue, por lo tanto, del 5,5%.

Mientras esto sucedía la sanidad pública gallega se adaptaba a las nuevas restricciones de los tiempos de crisis, también en el ámbito del personal. Según datos de la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas, tan sólo en los últimos cuatro años el personal sanitario en Galicia ha sido recortado en casi 2.000 efectivos. Concretamente, en el año 2011 había 34.948 personas trabajando al servicio del Sergas y en 2014 la plantilla es de 32.985 personas. El tijeretazo llega, en este caso, al 5,6%.

Más de 600.000 euros para salarios

El mantenimiento de los sacerdotes que cobran del Sergas sigue teniendo, a pesar de las ligeras reducciones de los últimos años, un impacto en las cuentas públicas superior al medio millón de euros que, además, no sufre reducción alguna desde hace tres años. Así, en 2015 el departamento sanitario gallego reserva 624.242 euros para los salarios de los 52 capellanes, exactamente los mismos que en 2014. En 2013, todavía con dos puestos más en Ourense, estos fondos llegaban un poco por encima de los 651.000 euros y en los tres años anteriores, antes de la aplicación de rebajas salariales en el conjunto del sector público, el montante total era de 677.135. En 2009, último año del bipartito de PSdeG y BNG, el presupuesto para salarios de curas en el Sergas llegaba a los 713.800 euros y aún contemplaba un sacerdote más en el Hospital de A Coruña.

Como en el caso del número de efectivos totales, el presupuesto para curas no ha sido más recortado que el conjunto de los recursos dedicados a la sanidad en los Presupuestos Generales. Al contrario, ha sido reducido con una intensidad prácticamente idéntica. Así, entre 2009 y 2015 los fondos para sueldos del “personal religioso” han tenido una merma de alrededor del 12%. Mientras, el dinero público para sanidad ha pasado de 3.546,63 millones de euros en 2009 a 3170,02 en 2015, un recorte de casi el 11%.

El origen de los curas del Sergas

Pero, ¿por qué el Sergas mantiene a estos curas en su plantilla? Para responder a esta pregunta es necesario remontarse hasta 1995, pocos años después de que la Xunta asumiera las competencias sanitarias. Con Alberto Núñez Feijóo como secretario general del Sergas y José Manuel Romay Beccaría como conselleiro, Sanidad firmó un convenio con el entonces obispo de Lugo, Xosé Gómez, para fijar las condiciones de la asistencia religiosa católica en los centros sanitarios públicos gallegos, ligando el número de capellanes a la cantidad de camas hospitalarias.

Aunque en la actualidad el conjunto de la oposición gallega reclama el fin de este privilegio, lo cierto es que aquel acuerdo expiraba en 2005, ya con la coalición de PSdeG y BNG en la Xunta, que lo prorrogó. En la línea de la escasa transparencia del Sergas sobre su política de personal a fecha de hoy no es posible saber si las 52 plazas de capellanes están cubiertas. El dato más reciente al respecto se remonta a finales de 2013 cuando, en respuesta a una pregunta parlamentaria de los socialistas, la Consellería de Sanidade señaló que entonces contaba con “41 capellanes con un coste total de 531.384 euros”.