La Xunta de Galicia ha anunciado que, antes de final de mes, incoará el expediente de protección patrimonial de la Casa Cornide, el palacete de la ciudad vieja de A Coruña propiead de la familia Franco. Así, pasará a estar sometida a la figura de Ben de Interese Cultural (BIC) y si los propietarios quieren retirar algo de su interior, deberán solicitar permiso a la administración. El Ayuntamiento de A Coruña impulsa la reclamación de la titularidad pública del inmueble.
El anuncio lo realizó el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, en el Parlamento gallego. El decreto “garantizará la protección integral de sus valores culturales desde el momento de la incoación hasta su aprobación definitiva”, indica su departamento en un comunicado. Y obligará a abrirla a los visitantes. La decisión, adoptada por la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, está apoyada por documentos favorables del Consello da Cultura Galega, la Real Academia Galega y la Universidade de Santiago de Compostela.
El propio consistorio coruñés encargó informes a historiadores para demostrar que los Franco se apropiaron de la Casa Cornide a través de una vía cuando menos peculiar: en apenas unos días de agosto de 1962, se depreció 13 veces. Y fue el empresario Pedro Barrié de la Maza, también activo en la comisión que regaló a Franco el Pazo de Meirás, el que lo vendió a Carmen Polo, esposa del dictador, por 25.000 pesetas de la época. El Concello de A Coruña quiere restituirlo a propiedad pública, ya que había pertencido al Estado y al propio ayuntamiento.
La Casa Cornide se convertirá presumiblemente en el segundo frente entre la familia del dictador y las administraciones públicas.