En las últimas décadas la población de gaviotas en Galicia no ha parado de descender. La caída es tan drástica para las patiamarillas (Larus michahellis), habituales de las costas gallegas, que la pérdida de ejemplares es del 90% en los últimos 30 años en las colonias de las islas Cíes. La situación, que los científicos atribuyen a una conjunción de factores, entre ellos una enfermedad que las paraliza y cuya causa aún desconocen, ha llevado a que la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) presente ante la Xunta la petición de que incluya ya a esta ave como vulnerable en el catálogo de especies amenazadas. Es la categoría previa a considerarla en peligro de extinción.
Los científicos que estudian las aves marinas llevan años avisando de que la gaviota patiamarilla está en declive. Álvaro Barros, doctor en Biología y miembro del Grupo de Ecoloxía Animal de la Universidade de Vigo, relataba a este diario hace dos años cómo contaba por centenares los cadáveres de gaviotas encontrados en una sola jornada de campo en las Sisargas, un conjunto de islas frente a la Costa da Morte en el que hay una importante colonia de estas aves. Este experto apuntaba a factores como la clausura de vertederos y la bajada de los descartes de pesca como parte de los elementos que entran en la explicación del descenso de la población. Pero también a una enfermedad que los científicos aún no saben qué es lo que la provoca. En los animales causa debilidad e incluso parálisis y les impide alimentarse.
La Sociedade Galega de Historia Natural califica el declive de “catastrófico” y asegura que “la probabilidad de que la especie no se recupere es alta”. Lo hace con el análisis de la información científico-técnica de los último años sobre la mesa. Las gaviotas patiamarillas, “antiguamente abundantes en Galicia”, han sido consideradas recientemente como ave “casi amenazada” en el Libro Rojo de las Aves de España.
Para las patiamarillas, dice la SGHN, se cumplen los criterios del decreto que regula el catálogo gallego de especies amenazadas. En concreto, se dan el criterio A1 (que haya una reducción de, al menos, un 20% en los últimos 50 años); el C1 (el tamaño de la población actual es inferior al 50% de la que se estima que habría en una situación que le fuese favorable a la especie); y el C2 (el número de ejemplares maduros es menos de la mitad del que podría haber de acuerdo con la capacidad de carga de su hábitat). “Se considera justificada y urgente su catalogación por lo menos en la categoría vulnerable”, señala. Su estimación es que la población cayó al menos un 40% en los últimos 50 años y que el número de ejemplares maduros no es ni una cuarta parte del que podría haber por la capacidad de carga del hábitat
La sociedad científica expone que, según los datos, la población reproductora cayó un 80% en las tres últimas décadas. Los censos realizados en las Illas Atlánticas, donde están las principales colonias de gaviotas patiamarillas, muestran que en Cíes había 22.220 parejas en 1991. Ahora quedan menos de 2.300, lo que supone un desplome del 90%. En Ons, la bajada es del 82% en 26 años. En 1996 se contabilizaban 4.551 parejas; en 2022, solo 809. El mismo porcentaje se calcula en las Sisargas, en donde había casi 13.000 parejas en 1992 y ahora quedan poco más de 2.300. En Sálvora se ha perdido un 66% en 16 años, desde las casi 10.000 parejas de 2006 a las 3.200 de 2022.
Los científicos hacen referencia a un problema adicional de las gaviotas: la mala percepción que tienen de ellas los humanos, que les lleva a pensar, además, que la especie es numerosa, a pesar del declive. Estas aves viven en entornos naturales, pero también en medios urbanos. En as últimas décadas también en las áreas de asentamientos humanos se están reduciendo los nidos, retirados por empresas de eliminación de plagas y los ayuntamientos.
Con todos estos datos, la SGHN señala que la situación de la gaviota patiamarilla en Galicia es “grave” y que cumpliría incluso dos de los criterios para incluirla entre las especies en peligro de extinción directamente (el A1 y el C2).