A pocos días del inicio del Año Santo, la Audiencia Provincial de A Coruña ha decidido meter en el cajón la causa abierta por la Asociación de Abogados Cristianos contra el dramaturgo y poeta Carlos Santiago a quien se acusaba de un delito de ofensa contra los sentimientos religiosos. La denuncia hacía referencia a las palabras supuestamente pronunciadas por Santiago durante el pregón de las Festas do Entroido (Carnaval) de 2018 en la capital gallega. Los magistrados han considerado que nadie ha podido probar que Carlos Santiago realizara entonces la siguiente afirmación: “Vuestra Pilarica se la chupa a mi Apóstol”. Y que, de haberlo hecho, estaría amparado por el derecho a la libertad de expresión.
El caso contra Carlos Santiago empezó a armarse tras una portada de El Correo Gallego, un diario local de corte conservador y relativamente frecuente en las mesas de los cafés de la capital gallega. El rotativo no dudó entonces en montar un escándalo con las palabras del orador elegido para dar la bienvenida al carnaval de aquel año con informaciones en las que se podían leer entrecomillados como los siguientes: “Habló de los huevos del Apóstol, llamó puta a la Virgen y dijo que la Pilarica le hacía una felación al Santo”. Nada de eso ha sido probado porque la Asociación de Abogados Cristianos, siguiendo la estela del pequeño periódico compostelano, no consiguió aportar ni una sola grabación del evento en la que se demostrase que tales frases habían sido pronunciadas en público.
El camino judicial que siguió a aquel pregón ha sido largo. En 2019 un juzgado de primera instancia archivó la causa pero la Asociación de Abogados Cristianos apostó por el recurso y obligó al intelectual a una nueva batalla ante la Audiencia Provincial. Este último organismo ha decidido sobreseer la causa en un auto del que el propio Santiago destaca “la calidad de la pieza jurídica” en la que se considera que “la incapacidad de los demandantes en precisar qué fue dicho y cómo fue dicho era razón suficiente para desestimar la causa”. Los magistrados añaden varias consideraciones en las que establecen que el pregón estuvo plenamente amparado por el derecho a la libertad de expresión y por el contexto del carnaval, así como por el carácter humorístico y no ofensivo de su tono y su contenido“.
En un comunicado difundido tras la decisión de archivo, Carlos Santiago asegura: “Toda esta polémica fue iniciada por una noticia de un periódico de la capital de Galicia que, sin respeto por la más mínima ética periodística, me atribuyó frases que nunca pronuncié, entre ellas que la virgen era una 'puta'. Eso provocó el escándalo, incendió las redes, así como todo el abanico de insultos, misas de desagravio y amenazas de muerte, fomentado alegremente por el citado periódico, contra mí y el entonces alcalde de Santiago, Martiño Noriega, así como contra nuestras respectivas familias”.
Autor y dramaturgo, el compostelano Carlos Santiago, histórico de la escena gallega y portuguesa, es uno de los fundadores de la compañía de teatro Chévere y de la Sala Nasa de Santiago de Compostela.
Como dramaturgo, Carlos Santiago es autor y director de numerosas piezas teatrales como Ascensão e Queda de Zé Grotewski, Monólogos Finlandeses, A Sega, Desacordos Ortográficos, A Leira Magnética o Salomé. Acaba de estrenar en Viseu (Portugal) De volta sem Magalhães con la compañía portuguesa Teatro Onomatopeia.
Ha sido impulsor de Burla Negra, colectivo de artistas que surgió a raíz del desastre del ‘Prestige’. Carlos Santiago, fue fundador, vocalista y letrista de Nicho Varullo y de la Psicofónica de Conxo, dos bandas emblemáticas de la escena underground gallega.
En la sátira que originó la polémica interpretaba a uno de sus personajes más conocidos como narrador oral, el Apóstolo Santiago.