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La CIG, sindicato mayoritario de educación en Galicia, amenaza con una huelga en el inicio de curso si la Xunta no modifica su protocolo

El sindicato mayoritario de educación en Galicia, CIG-Ensino, amenaza con convocar una huelga en el inicio del curso escolar en la comunidad, programado para el 10 de septiembre, si la Xunta no modifica su protocolo sanitario para las aulas. La CIG propondrá al resto de organizaciones sindicales y comunidad educativa el cese de la actividad como protesta, ya que consideran que el Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo mantiene “una política de coste cero” en Educación y que sus medidas son “totalmente insuficientes”. El presidente en funciones de la Xunta anunció el pasado miércoles la imposición del uso de mascarilla en todo momento para los estudiantes mayores de seis años, “otra cortina de humo” según el sindicato.

Aseguran que promoverán “concentraciones, manifestaciones, jornadas de huelga y todo tipo de protestas” hasta que la Consellería de Educación rectifique su protocolo. Las demandas de los sindicatos, ya defendidas durante las movilizaciones del mes de julio, se centran en la contratación de más profesorado “para dar respuesta a todos los desdobles”, el aumento de la distancia física en las aulas y la reducción de la ratio de estudiantes por clase, que la Xunta insiste en mantener en 25 a pesar de las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, cuya cifra aconseja situar entre 15 y 20.

El Gobierno gallego, por el momento, se ha mantenido firme en cuanto a las medidas que recoge el protocolo, presentado dos días después de las elecciones al Parlamento gallego del 12 de julio. Alberto Núñez Feijóo, cuestionado en sus apariciones públicas sobre las protestas de la comunidad educativa, defendió que contaba con el visto bueno de las autoridades sanitarias y descartó modificaciones. Sin embargo, el deterioro de la situación epidemiológica llevó a la Xunta a introducir algunas modificaciones en el documento, como la relativa al uso de mascarillas por parte de los alumnos. No se descarta, según afirmó el propio presidente tras la reunión de su comité clínico del pasado miércoles, que la normativa en las aulas reciba más ajustes. Eso sí, derivando mientras tanto la responsabilidad en Educación al Gobierno de España y exigiendo un “protocolo único”.

Las críticas de los sindicatos, que junto a alumnos y profesores llevan en pie de guerra más de un mes, se dirigen precisamente a las contradicciones entre una y otra Administración. Feijóo demanda un “protocolo único” por parte del Gobierno de España, pero ignora las recomendaciones del Ministerio de Sanidad de rebajar la ratio de alumnos por aula o incrementar la distancia entre alumnos a un metro y medio. Este ejercicio, según CIG-Ensino, tiene el único objetivo de “enredar y posicionarse como quien no toma las decisiones”.

Mientras tanto, los departamentos de Sanidade y Educación de la Xunta continúan concretando pequeñas actuaciones en los centros para el inicio del curso, que tendrá lugar en menos de tres semanas. Cada colegio contará con un denominado como “equipo COVID”, formado por la persona al frente del centro y dos miembros del profesorado que recibirán formación específica sobre el coronavirus. La función del grupo será coordinar junto a los centros de salud asignados la actuación frente a un posible brote.

Los partidos de la oposición en Galicia piden a Núñez Feijóo que deje “las medidas cosméticas” y asuma sus competencias en materia educativa. La líder del BNG, Ana Pontón, criticó el pasado jueves que la Xunta anuncie “como una medida extraordinaria” actuaciones como el refuerzo del personal docente para el próximo año escolar. Igual que en su momento defendieron los sindicatos, Pontón indicó que era un “proceso habitual” cada año y que el Gobierno gallego lo atribuía a un contexto de “lucha contra el coronavirus”.