La Xunta presenta su plan de salud mental en una tensa sesión parlamentaria y a la espera de una investigación europea sobre el Psiquiátrico de Conxo
La comparecencia del director xeral de Asistencia Sanitaria del Servizo Galego de Saúde (Sergas), Jorge Aboal, para presentar el plan de salud mental hasta 2024 en una comisión parlamentaria derivó en reproches de la oposición, que acusó al alto cargo de “echar balones fuera” y de tratar de “regatear” asuntos como el de las deficiencias en la atención en el Psiquiátrico de Conxo, en Santiago. Una denuncia de Esquerda Unida por la “vulneración de derechos humanos” en este centro sanitario fue aceptada a principios de mes por la Comisión de Peticiones de la Unión Europea, que investigará el caso.
Un informe del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, redactado tras una visita sorpresa en 2017 al psiquiátrico, concluyó que había falta de personal, que algunos pacientes estaban sobremedicados y que se recurría inmovilizaciones como forma de castigo. En su intervención, Aboal apenas dio explicaciones al respecto. A pesar de que dijo tener una “ficha” sobre el centro, se limitó a indicar que la Xunta “colabora en todo momento” con el Defensor del Pueblo y a recordar que en octubre se archivaron las diligencias abiertas por la Fiscalía sobre la situación en este psiquiátrico.
El diputado del PSdeG Julio Torrado replicó que en el centro “se vulneran derechos humanos” y hay gente que pasa encerrada allí “50 años”. El asunto, reprochó, “no es merecedor” de que un alto cargo de la Xunta acuda a una comparecencia “a ver si regatea bien”. Otro de los puntos que generó tensión fue el de la extensión de los planes del gobierno gallego. Aboal hizo referencia al plan de salud mental aprobado en 2006 por el bipartito de socialistas y nacionalistas en la Xunta, que dejó de aplicarse con el cambio de gobierno en 2009. “Es de primero de planificación. Uno no puede planificar más allá del periodo que le toque gestionar”, dijo el director xeral.
Esta afirmación provocó un enfrentamiento con Torrado. “Ustedes presentaron el plan para 2020-2024 en junio y la legislatura acababa en un mes. Esto es ridículo. Para esto no venga”, respondió el socialista, que calificó de “bazofia” el argumento. Estas expresiones le valieron un toque de atención de la presidenta de la comisión, Corina Porro (PP). Ante las quejas del propio Aboal, Porro le dijo al diputado socialista que había llegado “al límite del insulto”.
La representante del BNG en el debate, Montse Prado, acusó a Aboal de “echar balones fuera” y de “trilerismo”. “En los presupuestos no hay actuaciones directas de la Xunta para acometer este problema”. El plan, agregó, “es insuficiente por la falta de profesionales y el modelo asistencial en el que se asienta”.
Aboal indicó que el año 2019 se cerró con 8.000 pacientes en la lista de espera y una demora media de 41 días para la primera consulta. Este año, con los datos hasta noviembre, son 5.023 los pacientes que aguardan una cita, con una espera media de 36 días.
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