O Son do Camiño, o cómo combinar en un mismo evento a ídolos de TikTok con clásicos como Pet Shop Boys o Green Day
El Monte do Gozo, esa elevación de terreno desde la que los peregrinos que caminaban por el Camino Francés veían por primera vez Santiago de Compostela, acogerá entre el jueves 30 de mayo y el sábado 1 de junio una nueva edición de O Son do Camiño. Los organizadores de esta cita, que en 2022 fue el décimo festival del Estado en número de asistentes, esperan unas 40.000 personas cada día, atraídas por un cartel variopinto en el que los estilos y las generaciones se mezclarán tanto sobre el escenario como frente a él.
En lo estrictamente musical, el jueves 30 de mayo los cabezas de cartel son la banda californiana de punk Green Day -en uno de sus dos únicos conciertos en España- y el regreso a los escenarios de J Balvin. El choque generacional podrá verse especialmente claro el viernes. Por un lado, The Pet Shop Boys, con más de cuatro décadas de trayectoria a sus espaldas -su cantante, Neil Tennant, alcanzará 70 años en julio-, considerados el dúo más importante de la historia del pop británico. Por otro Myke Towers, artista puertorriqueño que acaba de cumplir los 30 y que viraliza éxitos como Lala gracias a TikTok. El cierre, el sábado, lo liderarán Melendi y Thirty Seconds to Mars, la banda del actor Jared Leto.
En total, serán casi medio centenar de actuaciones, 29 en los escenarios principales y veinte más en el dedicado a la música electrónica, donde la música no se detendrá. Sí lo hará en los otros dos, con pausas de entre diez y veinte minutos entre cada concierto para dar tiempo al público a desplazarse sin carreras ni aglomeraciones, una de las principales quejas de las ediciones anteriores. Para evitar las colas en la entrada, otro clásico de cada año, se ha ofrecido a los asistentes la posibilidad de pulserizarse de forma previa, desde este pasado lunes, en un centro comercial de la ciudad. Sin embargo, el resultado ha sido que las interminables hileras de personas no se han acabado, tan sólo han cambiado de lugar y se han repetido, tarde tras tarde, durante días.
Entre las novedades de esta edición, la quinta, los organizadores han destacado la decisión de retransmitir varias actuaciones en directo para “seguir internacionalizando” el festival. El concierto de The Pet Shop Boys podrá verse en el Canal 24 horas de TVE, mientras que los de Arde Bogotá, Marilia Monzón y Baiuca podrán seguirse a través del canal de Youtube del evento.
Los organizadores han salido al paso de las críticas sobre la escasa presencia de artistas femeninas -ninguna de las cabezas de cartel lo es- asegurando que es la edición con mayor número de mujeres sobre el escenario.
Ocho millones de presupuesto, tres de subvención
O Son do Camiño nació en 2018 como la principal apuesta musical de una Xunta de Galicia que calentaba motores para el año xacobeo de 2021, una conmemoración que no se celebraba desde 2010. Toda una travesía en el desierto para una administración que basa en el mito del Apóstol su política turística y que decidió ir sembrando de hitos ese camino. El principal, esta apuesta musical que, en aquella ocasión, llevó hasta el Monte do Gozo a The Killers, Jamiroquai y -el más recordado- Lenny Kravitz.
La cita se repitió en 2019 -con Bastille, Rosalía o Iggy Pop- pero la pandemia la frenó los dos años siguientes. Se retomó en 2022, cuando se subió al top ten de festivales españoles, por detrás de otra cita gallega: el Resurrection Fest de Viveiro, que se encaramaba al puesto número siete.
Bring the Noise, la productora del Resu es una de las almas mater de O Son. La otra, Esmerarte, impulsora de citas como PortAmérica. Especializados en punk, hardcore, heavy y el conjunto de músicas extremas los unos y en indie los otros, trascienden sus zonas de confort para buscar un evento “masivo” que conecte con públicos distintos -el objetivo es que todo el mundo puede encontrar al menos un artista que le guste- en el que el apoyo público es clave.
La edición número cinco de O Son do Camiño tiene un presupuesto de unos ocho millones de euros, de los que la Xunta -a través de Turismo de Galicia- aporta 2.900.000. Eso permite, según los organizadores, que se trate de un festival “asequible” y “competitivo”. El precio medio de un abono es de 105 euros y cada asistente se deja en total unos 400 euros.
La Xunta, por su parte, subraya la “alianza estratégica” que existe en Galicia entre el sector musical y el turismo, del que considera el mejor ejemplo a O Son do Camiño por su “capacidad de evolución y de crecimiento” y destaca el “efecto tractor” de estos festivales. La consolidación del sueño de aquel conselleiro de Fraga, Jesús Pérez Varela, que buscaba “meter a 20.000 merluzos en un concierto”. Hoy, sus herederos pueden presumir de duplicar esa cifra cada día.
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