La subida de los salarios y la intervención de las administraciones públicas para contener la inflación han centrado las reivindicaciones de los sindicatos más representativos este Primero de Mayo en Galicia. Miles de personas se han manifestado en las calle de las ciudades gallegas y de varias villas. En el acto central de la CIG, la organización con más delegados en la comunidad, en Vigo, su secretario xeral, Paulo Carril, tachó de insuficientes las medidas del Gobierno para hacer frente a las dificultades económicas actuales y avisó de que habrá “conflictividad” porque la inflación “no puede justificar un pacto de rentas”. Por su parte, CCOO y UGT, que convocaron su acto principal en A Coruña, aprovecharon el Día Internacional del Trabajo también para celebrar y reivindicar el “orgullo por lo conseguido” con la reforma laboral o la subida del salario mínimo interprofesional (SMI).
En Vigo, centenares de personas respondieron a la convocatoria de la CIG. La Confederación Intersindical Galega cargó contra la Xunta, que ve “más preocupada por la sucesión de Feijóo” que por adoptar medidas para paliar el empobrecimiento de la clase trabajadora. Carril pidió “profundos cambios” en las políticas públicas para amortiguar los efectos de una crisis que tiene efectos “devastadores” para la mayoría social. La “emergencia social”, dijo, es anterior a la guerra de Ucrania y ha acusado a los gobierno de estar usando el conflicto como “justificación para no hacer otras políticas” o como explicación a unos “altos precios que ya existían antes”.
Carril ha pedido resistencia en la negociación colectiva y ha reafirmado la postura contraria de la CIG a un pacto de rentas porque cree que terminaría empobreciendo más a la clase trabajadora.
En A Coruña, la secretaria general de Comisiones Obreras en Galicia, Amelia Pérez, reclamó que el factor trabajo se sitúe “en el centro de las políticas” porque es el que “sigue transformando la vida de la gente. Las medidas de los gobiernos, dijo, deben buscar ”más igualdad y cohesión social“: ”La desigualdad es el mayor disolvente de la democracia“.
Con las dificultades económicas actuales, la clase trabajadora “no puede volver a pagar los platos rotos”, sostuvo. En la misma línea, el secretario de UGT en Galicia, José Antonio Gómez, insistió en los efectos de un IPC que ronda el 10% para las economías de los trabajadores porque “si no va acompañado de una subida de salarios y no se garantiza la de las pensiones” va a provocar más pobreza. Ha criticado la postura de la patronal sobre el pacto de rentas y le ha reclamado que acepte revisiones salariales que aseguren que se mantiene el poder adquisitivo. Lo contrario, avisó, “va a suponer conflicto”. “No se puede consentir que sean los trabajadores los que paguen las consecuencias”, manifestó.
Además de estas manifestaciones, los sindicatos CNT y CUT también convocaron actos este domingo en varias ciudades. En Santiago la protesta fue conjunta, mientras que en Ourense, Vigo y A Coruña estuvo organizada por la CUT, que recordó que en 2022 se han cumplido 50 años del asesinato de los obreros Daniel Niebla y Amador Rey durante unas protestas en Ferrol en 1972. Igual que entonces, avisa la organización, “ondean banderas fascistas”.