Una vez superada la crisis de salud pública que durante tres días dejó sin agua potable a 150 mil personas en la comarca de Ferrolterra, es tiempo de buscar responsabilidades y de analizar las consecuencias que la crisis puede tener para la propia gestión del servicio, tanto para las relaciones entre Emafesa y el Ayuntamiento, como para el proyecto de remunicipalización propuesto por el Gobierno local. El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, nos recibe en su despacho para dar cuenta de las últimas novedades, responder a algunas de las críticas lanzadas desde la Xunta y el PP y denunciar, al mismo tiempo, la actuación del Gobierno gallego.
Primero, la actualidad sobre la calidad del agua. Los niveles de trihalometanos siguen en cifras aceptables para el consumo?
Todos los nuevos datos y analíticas que tenemos son muy positivos. Todos los ayuntamientos están muy por debajo de 100.
Este lunes te has reunido con representantes de la Xunta. ¿Cómo fue este encuentro?
Sí, efectivamente este lunes hemos tenido una nueva reunión con la delegada territorial de la Xunta, Belén do Campo, y con la jefa territorial de Sanidad, Cristina Pérez. No puedo calificar este encuentro más que como un lavado da cara, ya que durante toda esta crisis no apareció por Ferrol ningún representante del Gobierno gallego de más rango que una jefa territorial. Y cuando ésta lo hizo fue a requerimiento de los alcaldes afectados, nunca por propia iniciativa ni para aplicar plan alguno. Se solicitó que viniese la consejera de Sanidad y ni se presentó ella a la reunión ni ninguno de los cargos de su departamento.
¿Cómo valoras en términos generales la actuación del Gobierno gallego en esta crisis?
El papel jugado por la Xunta en estos tres días ha sido negativo y tardío. Además, lamentablemente, se han dedicado a disparar contra todas las administraciones locales, intentando debilitar a los gobiernos y buscando maquillar su nefasta actuación. Y ahora pretenden hacer un relato a su medida, en el que califican su actuación como impecable. Es también lamentable que el presidente de la Xunta estuviera el domingo tomando algo en una playa de Ferrol cuando aún no habíamos salido de esta crisis.
¿La Xunta ha utilizado esta crisis para atacar a ayuntamientos de otro color político?
Han intentado aprovechar políticamente esta crisis para debilitar la alcaldía de Ferrol, personificada en mí, un alcalde de una candidatura de unidad popular. Han intentado utilizar políticamente un estado de emergencia. Este fue un problema que excedió las competencias municipales, fue un asunto de salud pública, cuya gestión compete a la Xunta, pero el Gobierno gallego se desentendió por completo. Tenemos la impresión de que si esto hubiese sucedido hace dos meses, con el anterior gobierno municipal, la Xunta habría proporcionado medios materiales y humanos suficientes, de los que los ayuntamientos no pueden disponer en un plazo inmediato.
Desde el Gobierno gallego se argumenta que el Ayuntamiento estaba al tanto de la situación desde el día 14, cuando la Xunta envía los datos de las analíticas por fax...
Aquí entró un fax por registro ordinario el día 14, como quien pide un contenedor de basura, una comunicación en la que la Xunta, ante la subida de niveles de trihalometano, pide que se apliquen medidas correctoras, sin que ese documento advirtiese en ningún momento de peligros para la salud ni recomendara restringir el consumo de agua. El día 15 el fax es entregado al personal de servicio. Y 24 horas después, sorprendentemente, llaman por teléfono obligando a los cinco ayuntamientos a un corte de agua. Esa falta de previsión, la no comunicación previa del riesgo, hizo que nos viéramos desbordados y que no pudiéramos tomar medidas preventivas más idóneas.
También afirman que el alcalde de Ferrol es el responsable de lo sucedido, por ser el presidente de Emafesa. ¿Cómo es habitualmente la comunicación entre la empresa y el Ayuntamiento? ¿Cómo lo fue estos días?
El anterior alcalde dejó convocado un consejo de administración de Emafesa para el día 29. Pero el día 29 aún no se había celebrado el pleno de organización, por lo que formalmente yo aún no era presidente de Emafesa. Tampoco lo soy a día de hoy, porque eso requiere de una junta extraordinaria de accionistas. Esto no quiere decir que yo quiera eludir responsabilidades, porque creo que el alcalde tiene que tener estas responsabilidades. Pero tiene que tenerlas cuando tiene comunicación. Toda la parte técnica y de gestión de Emafesa es llevada directamente por Urbaser. Y debe ser Emafesa quien responda por qué desde el primer momento, desde el día 6 de julio que es cuando se detecta el primer valor alto, no me llamó directamente para buscar soluciones conjuntas a este problema. En el próximo consejo que celebremos se va a tratar este tema en un punto extraordinario. Esa comunicación debe ser mejorada, pues Emafesa nos manda sus análisis quincenalmente por registro. Pero, por supuesto, si se produce una circunstancia extraordinaria, la comunicación debe ser inmediata. Sin embargo, sí quiero decir que por lo visto estos días los técnicos de Emafesa superan en mucho la eficiencia del trabajo de los técnicos de la Xunta.
En la actuación del Gobierno gallego, por ejemplo en sus errores de comunicación, ¿encuentras más dejadez o ves también dolo e intencionalidad política?
Cuando el jueves recibí la primera llamada de la jefa territorial de Sanidad, me dijo: “Tienes que cortar el consumo de agua, mandamos una muestra a Lugo, el resultado llegará el martes, si quieres hablamos el lunes”. Mayor muestra de dejadez que esto no la hay. Después, claro, los acontecimientos se precipitaron, hubo alarma social y comenzaron a hacer análisis. Pero incluso entonces siguieron haciendo mal las cosas, porque las primeras analíticas las publicaron sólo en su web, sin comunicárnoslo directamente. Cuando publicaron la segunda analítica, convocaron a los medios de comunicación y tuvimos que ir allí personalmente para conocerla. Y este mismo lunes, cuando tuvieron un nuevo resultado, se habían comprometido a comunicármelo directamente y una vez más no lo hicieron, diciendo -por segunda vez- que tenían mal apuntado mi número. Un disparate. Después está el recurrente argumentario empleado por la Xunta, aludiendo la que la responsabilidad es del Ayuntamiento y a que yo soy el presidente de Emafesa. Parece una caza de brujas.
¿Tienes la impresión de que la ciudadanía de Ferrol ve el Ayuntamiento como el culpable de lo sucedido? En algunas declaraciones has elogiado el comportamiento de la población, y también de los trabajadores municipales...
Creo que se consiguió dar la vuelta a la estrategia comunicativa de la Xunta y a ese intento de desprestigio. Han quedado retratados. Todo lo que ha pasado, ha servido también para constatar que ante una emergencia como esta hay profesionales -y personal voluntario- muy cualificados en la ciudad que pueden suplir las funciones que la Xunta no cumple: bomberos, policía local, protección civil, etc.
¿Qué hubiese sido diferente si la gestión del agua fuera municipal?
En primer lugar, la comunicación habría sido inmediata y efectiva, tendríamos toda la información directamente. Ahora tenemos que pedirle informes a Emafesa, estamos en sus manos. No digo que sus informes no vayan a ser veraces, pero darle toda la parte técnica a una empresa privada hace que estemos a merced de ellos. Con una gestión pública el control de la salubridad, al menos, quedaría garantizado.
La remunicipalización de servicio y, en concreto, la recuperación de la gestión del agua para el Ayuntamiento es uno de los ejes de vuestro programa de Gobierno. ¿Lo sucedido estos días cambia el plan de trabajo que tenéis en este tema o los tiempos para hacerlo?
Esto cambia mucho la situación. Hay otros servicios, como la recogida de la basura, en el que la recuperación de la gestión va a ser inmediata, porque la concesión termina ahora. En cuanto al agua teníamos otro proyecto, de ir paso a paso, pues está concesionada hasta el año 2030. Hay una vía judicial para poner fin a concesión, pero estas compañías tienen grandes bufetes legales, recursos con los que nosotros no contamos, recurren al Supremo, recurren a Estrasburgo... Y hay otra vía, que es denunciar el contrato por incumplimiento. Y si tenemos que buscarle un lado positivo a esto que ha pasado, es que permite abrir esta nueva vía, porque si esto no es un incumplimiento del contrato, no sé qué puede serlo.
¿Tenéis ya definidos los detalles de esa denuncia y los plazos en los que se podría realizar?
De momento, vamos a dejar que la Fiscalía actúe, y en función de sus conclusiones y de las responsabilidades que dirima, actuaremos.
Hay varias investigaciones en curso, comenzando por la de la Fiscalía, pero también desde el Ayuntamiento vais a iniciar una investigación sobre lo sucedido. ¿En qué vais a centrar las pesquisas?
Lo primero que queremos hacer es acceder al histórico de las mediciones. De momento, la información a la que hemos podido acceder nos dice que los datos que proporcionaba Emafesa eran veraces, pero aún nos falta mucha información. Hay que investigar, asimismo, unas declaraciones muy graves de la portavoz del Partido Popular en las que acusa a Emafesa de querer ocultar la información. Y hay que ver también cuál es el origen de esta contaminación, si hay algún defecto en As Forcadas
Habida cuenta de que el proceso de remunicipalización, siga la vía que se siga, no es inmediato, y requiere de unos ciertos plazos, ¿qué medidas vais a adoptar para mejorar el servicio de Emafesa y la comunicación con el Ayuntamiento?
Lo que ha sucedido no puede volver a ocurrir, y se va a tratar en el próximo consejo de administración. Pero desde ya un representante del Ayuntamiento, el Concejal Delegado de Servicios, va a estar presente en todas las reuniones de la empresa para que toda la información que le llegue a Emafesa también le llegue al Ayuntamiento.