Sumar se queda muy lejos de entrar en el parlamento gallego y sufre su primer varapalo electoral

Alberto Ortiz

18 de febrero de 2024 23:06 h

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Sumar ha sufrido un duro varapalo en sus primeras elecciones tras las generales del 23 de julio y en una plaza de inobjetable simbolismo para el proyecto: la casa de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y el lugar donde fraguó su carrera política antes del salto nacional. La coalición se queda en los comicios gallegos de este domingo por debajo del 2% de los votos, muy lejos de sus objetivos de ganar al menos un escaño en A Coruña o Pontevedra, con unos resultados que empeoran los de Podemos-EU-Anova hace cuatro años. La formación de Ione Belarra, que concurrió en solitario, sufre también una fuerte derrota y apenas obtiene 3.700 votos, por detrás del PACMA.

La coalición encabezada en Galicia por Marta Lois ha obtenido algo más de 28.000 apoyos, solo un 1,89% del voto. Un fracaso “sin paliativos” como ha reconocido la propia candidata en una comparecencia de prensa en Santiago. “No es una noche fácil. Los resultados electorales no son los esperados, son malos resultados. Hay que reconocerlo sin paliativos”, ha lamentado. El resultado está por debajo de Vox y no llega a la mitad del que cosechó hace cuatro años Antón Gómez Reino. 

“Estoy siendo honesta, Sumar Galicia esperaba otros resultados y no hemos sido capaces. Hay que tener en cuenta que somos un proyecto nuevo, es la primera vez que concurrimos y partíamos de cero”, ha dicho Lois en su comparecencia. En su opinión, faltó “tiempo y tal vez un proceso para poder ser capaces de llegar a toda la sociedad civil”. “En cualquier caso, quiero trasladar un mensaje positivo, con autocrítica, son datos malos pero es un proyecto de futuro”, ha afirmado. Informa Bea Muñoz. “Hoy los resultados son malos, no se logró el cambio en la Xunta”, ha dicho Díaz en un mensaje en redes. “Seguiremos trabajando para un futuro mejor para Galicia”, ha dicho.

Una campaña “difícil”

La candidatura de la izquierda no nacionalista en Galicia nació con una serie de problemas de los que no ha sabido reponerse a lo largo de la campaña: las dificultades para encontrar un candidato, las negociaciones infructuosas con Podemos para un acuerdo de coalición, que rechazó la militancia de ese partido a última hora, y la pujanza de un Bloque Nacionalista Gallego que se ubica en estos comicios en su techo histórico, con 25 escaños y unos 450.000 apoyos. 

El fracaso de Sumar en estas elecciones supone el primer varapalo para el proyecto de Yolanda Díaz en un momento delicado: este mismo lunes se abre el plazo para la presentación de candidaturas a la asamblea fundacional que se celebrará el próximo 23 de marzo. Ese congreso será un primer paso para la creación de un frente amplio de partidos y para el despliegue territorial de la plataforma. Por eso era importante la entrada en el parlamento gallego y una cara institucional a partir de la que empezar a generar arraigo en Galicia. 

Para remontar las encuestas que ya los dejaban en una posición de debilidad al inicio de la campaña, al borde de quedarse fuera del parlamento, el equipo de campaña hizo dos cosas: por un lado jugó con la idea de que si conseguían un escaño en Pontevedra y A Coruña era a costa del Partido Popular, para reivindicarse como voto útil frente al techo que podía tener el BNG. Y además movilizó a todos los ministros en la campaña, algunos con varios actos y con la implicación final en los dos últimos días de la campaña de Yolanda Díaz. 

En Sumar contaban con que el PP podía tratar de nacionalizar la campaña y la llegada de los ministros a Galicia era una respuesta a eso. Los discursos de campaña, tanto de Marta Lois como del resto de dirigentes, reforzaron la idea de que el cambio era posible tal y como ocurrió en el 23J, cuando las encuestas mostraban una clara victoria del PP que se les terminó escapando. También con la premisa de la experiencia de Gobierno de Sumar. 

Nada de eso ha terminado funcionando. Los últimos días de la campaña mostraban las dificultades de Lois para hacerse un hueco en un contexto en que el Bloque ha disparado sus opciones y ha conseguido hacerse con prácticamente todo el votante de izquierda no nacionalista. La candidata del BNG, Ana Pontón, ha sabido representar algo de esa transversalidad a la que aspira Sumar con su discurso y ha relegado a la coalición a la irrelevancia en el escenario político gallego. 

Parte de los problemas de Sumar tienen su raíz en las dificultades con las que la coalición empezó a conformarse hace unos meses. Yolanda Díaz pensó en una candidatura que recompusiera de alguna manera la de las mareas que ayudó a poner en funcionamiento de la mano de Xosé Manuel Beiras primero con AGE y luego con En Marea. Por ello pensó en el exalcalde de Santiago, Martiño Noriega, para liderar la candidatura, que terminó declinando la propuesta. 

No solo eso, Anova, la formación de Beiras y Noriega, protagonizaron un momento importante durante la campaña al pedir el voto por el Bloque, del que se escindieron hace años precisamente para formar esa alianza con Díaz. El movimiento de esa formación supuso si no una reconciliación sí un acercamiento que terminó de apuntalar el despliegue del BNG en la campaña. 

La negativa de Noriega obligó a Díaz a un movimiento arriesgado. Aprovechar la presencia en los medios nacionales de Lois como portavoz en el Congreso de los Diputados para liderar la campaña en Galicia. La diputada renunció al escaño para centrarse en la campaña y queda ahora en una posición difícil, sin presencia institucional y con la labor de construir desde cero el proyecto de Sumar Galicia. 

Podemos profundiza su hundimiento

Hace ya cuatro años que el fracaso de la candidatura de Podemos-EU-Anova supuso una primera llamada seria de atención al proyecto que entonces lideraba Pablo Iglesias a nivel nacional. Con el diputado Antón Gómez Reino a la cabeza, apenas lograron 52.000 votos, un 3,94% de los apoyos totalmente insuficiente para lograr entrar en el Parlamento gallego. El resultado de los de Ione Belarra en estas elecciones los deja aún más tocados: solo 3.700 votos, por debajo de los 5.000 de los animalistas PACMA.

Aunque la dirección en Galicia selló un preacuerdo para ir en coalición con Sumar, las bases del partido lo rechazaron y abocaron a Podemos a una candidatura en solitario, con el único apoyo de Alianza Verde. Pocos días antes de la consulta a los inscritos, Iglesias había publicado un texto en el que consideraba que el partido debía renunciar a presentarse y apoyar al BNG.

“Lamentamos que o Partido Popular vaia continuar á fronte da Xunta. Somos conscientes de que vimos dunha época moi dura, de que nos toca reconstruír o @Podemos_Galicia que permita un cambio no noso país”, ha dicho la candidata, Isabel Faraldo, en un mensaje en sus redes. “Hoy el PP de los recortes revalida la mayoría absoluta en Galicia a pesar de los esfuerzos del electorado progresista. Una mala noticia para la vida de la ciudadanía. Gracias a @isabelfaraldo y @Podemos_Galicia por esta campaña. Vamos a seguir trabajando para transformar”, ha dicho después la secretaria general, Ione Belarra.