El Colexio Oficial de Traballo Social de Galicia critica las medidas anunciadas por la Xunta en plena precampaña electoral para las personas dependientes. Acaba de lanzar una campaña con el lema 'Máis servizos públicos e menos bonos' en la que le piden al Gobierno gallego que, en lugar de dar ayudas directas sin discriminación por nivel de renta, dirija sus esfuerzos a resolver los retrasos en la tramitación de la declaración de los grados de dependencia y aumente los fondos para los servicios que más se solicitan, que son las plazas en residencias públicas y el servicio de ayuda en el hogar.
El presidente gallego, Alfonso Rueda, incluyó entre sus anuncios en el Debate del Estado de la Autonomía en octubre los de dos bonos para cuidados: uno de 5.000 euros anuales para los dependientes que reciban cuidados en su casa y otro de 1.200 como complemento para quienes están en una residencia. A esas ayudas se refiere el Colexio, que cree que son aportaciones puntuales que no van a solucionar los verdaderos problemas. “El bono fomenta la privatización, en lugar de invertir en servicios públicos de calidad, como las residencias o el servicio de ayuda en el hogar”, dice su presidenta, Miriam Rodríguez.
La entidad también insiste en la “sobrecarga” de trabajo de los órganos de valoración de la dependencia, que “se suma al colapso actual de los servicios sociales comunitarios y de salud”. Acusa al Gobierno gallego de dar información confusa sobre el papel que van a tener los trabajadores sociales en la tramitación de los bonos. “Esto provoca un doble problema: estrés en los profesionales y personas que no pueden percibir las ayudas que les corresponden. En lugar de ampliar el personal para evitar los retrasos y que las personas dependientes reciban los servicios necesarios, la Xunta otorga cheques puntuales y ambiguos”, protesta Rodríguez, que pide una reunión con los responsables autonómicos para “analizar nuevas vías de coordinación y evitar este tipo de situaciones”.