La TVG da un vuelco a su línea informativa sobre el vertido para adecuarla al cambio de estrategia del PP
Las bolitas de plástico han perdido el diminutivo. Coincidiendo con la rectificación de la Xunta y su decisión de elevar el nivel de emergencia al 2 –lo que le permite solicitar ya la ayuda del Gobierno–, los informativos de la televisión pública han dado un vuelco a su línea editorial. Si hasta la noche del lunes la consigna era minimizar el vertido de pellets –boliñas–, relegando la información más allá de la primera media hora del Telexornal, este martes, el informativo central del día ha decidido poner toda la carne en el asador desde el principio: no han faltado ni las autoridades, ni los sectores afectados, conexiones con Madrid y Oporto y hasta una explicación en plató con infografías sobre el recorrido de los microplásticos. Por aparecer, no sólo apareció la oposición: también el Gobierno central, al que se silenció la noche del lunes. Una decisión que llega tarde para evitar las protestas de los trabajadores. El comité intercentros de la CRTVG ha convocado concentraciones para el jueves contra “la manipulación burda y partidista para silenciar la catástrofe”.
“Galicia eleva la emergencia por la llegada de bolas de plástico a las costas”. Primera frase del informativo y primera mención a unas bolas de plástico que parecen haberse hecho adultas de la noche a la mañana. Como hay cosas que no cambian, el primer recado al Gobierno central viene justo después. “La Xunta cree que los esfuerzos se tienen que centrar en localizar en alta mar la carga perdida por el buque para minimizar su llegada a los arenales”. Tras esto, turno para las labores de recogida y vigilancia –en las que se entremezclaban operarios y voluntarios– y a plató.
“Alfonso Rueda estuvo esta mañana en una de las primeras playas afectadas por las bolas de plástico”. La segunda mención a los pellets deja claro que el sufijo ha pasado a la historia, justo antes del segundo mensaje a Madrid: “El presidente de la Xunta pide al gobierno central que no ponga excusas para limpiar en el mar y ofrece la misma colaboración que la Xunta mantiene con los ayuntamientos”. La declaración de Rueda –en la línea inaugurada por Mariano Rajoy y continuada por Feijóo– merece aparecer entera y de forma textual. Ya lo aclaramos previamente, para que no despiste de la lectura: el Camgal es el plan de contingencias por contaminación marina
“Si el requisito que nos están pidiendo, insisto estoy seguro de que no se pediría en otros lugares, es elevar el Camgal a nivel medio, la Xunta no tiene ningún problema en hacerlo. Lo haremos, pero con una petición muy expresa: que se trabaje en el mar para impedir que todos estos sacos, los cientos de sacos que estarán en el mar, probablemente, no tenemos información más que la que conocemos, que es muy escasa, pero lógicamente lo que no llegó a la playa está en el mar, lo que pedimos es que se trabaje”. La tradición periodística ya indica que el primer total que aparece en el informativo debe tener fuerza e impacto suficiente para merecer ese lugar.
Después de la Xunta, las cofradías, repicando el argumento del gobierno gallego: “lamentan que no se diese la información antes”. Su presidente quiere “transmitir tranquilidad a los consumidores” porque “las especies marinas no se están viendo afectadas”. La pesca pide calma, dice el rótulo sobre sus declaraciones.
Hasta en el vertido aparece Catalunya
Tras los otros titulares, llega el desarrollo. Vuelve la insistencia de Rueda para que el Gobierno no ponga “excusas” para activar la limpieza en el mar. No hay ni una mención a que, si el ejecutivo no estaba colaborando en el vertido era por la continua negativa de la Xunta a subir el nivel de alerta que lo haría posible. La tesis con la que se va el espectador es otra bien diferente:
“Si fuese en otra comunidad autónoma, en Catalunya por ejemplo, no estaríamos con estos requisitos que nos están exigiendo para activar su colaboración. Estoy seguro de que después de tener conocimiento (del vertido) a principios del mes de diciembre, no habrían tardado hasta el 4 de enero en darnos traslado, por primera vez, insisto que se nos da traslado de esta situación”. El argumento de Rueda no tiene réplica del Gobierno. Tampoco se hace mención a informaciones como la de elDiario.es que dejan clara, con la transcripción de las conversaciones entre los servicios de emergencia, que la Xunta conocía la situación desde el 13 de diciembre, algo que horas antes admitía el líder del PP y expresidente de la Xunta en una entrevista en Onda Cero.
El otro mensaje que se desliza en esta información es la alusión constante del candidato popular al uso electoral que la oposición hace del vertido. “Allá los que quieran hacer campaña y allá los que no quieran aportar su colaboración”, dice Rueda después de que el off afirme que “apela a colaboración de todas las administraciones”.
A continuación llega una pieza sobre la necesidad “de que la recogida sea coordinada para no dañar los arenales” en la que las únicas declaraciones son del subdirector xeral de Meteoroloxía, mientras los operarios limpian a sus espaldas. Escasez de fuentes, sí, pero al menos en la tele no nos intentaron hacer pasar a Isaac Gómez por uno de los trabajadores, como sí hicieron en redes sus compañeros de la Radio Galega.
En la intro de esta pieza escuchamos algo que pegaba más con una noticia posterior –todavía faltaba la demanda de Ecoloxistas en Acción contra la armadora y el capitán del buque–: “Las cofradías piden que no se politice y se cree una alarma social que repercuta negativamente sobre el sector”. Lo habíamos visto en titulares: el presidente de la Federación, Basilio Otero, “lamenta que no se hiciese público antes para poder actuar de forma inmediata”. “No sabemos por qué llegó tan tarde el anuncio a nuestras costas, se podría haber atajado el problema de otra forma”. De nuevo, sin mencionarlo, el Gobierno en el foco.
Es pedir que no se politice el vertido y, casualidad, vamos con las “reacciones políticas”. Los candidatos de la oposición, como Rueda, a pie de playa. Primero, de menos a más, el socialista Besteiro. “Acusó a la Xunta de incompetencia y pidió que se active el nivel 2 para que el gobierno ponga medios para la limpieza... nivel que se acaba de convocar como les contábamos en la portada”, añadió la presentadora sobre la marcha.
Después, turno para el BNG y Ana Pontón, pidiendo que se haga público el examen de análisis toxicológico de los pellets. “Nos parece relevante la transparencia en la gestión de esta catástrofe”. A nosotros también, por eso los pueden consultar aquí y aquí.
El PP gallego apoya a la Xunta (del PP)
Y, por último, después de la oposición, el PP de Galicia, que “apoya la gestión de la Xunta en la limpieza”. Para demostrarlo, unas declaraciones de Diego Calvo, presidente del PP en A Coruña y vicepresidente primero de esa misma Xunta a la que dice apoyar.
En el Telexornal Serán, el informativo nocturno del lunes, la información sobre el vertido no llegó hasta el minuto 33 y allí, pese a acusarlo directamente de retrasar la información sobre la pérdida de los contenedores –lo hacía, una vez más, el conselleiro de Pesca– nadie del Gobierno daba la réplica. Esta vez tampoco lo harán, pero sí hay hueco para representantes del ejecutivo.
Primero, Luis Planas. El responsable de Agricultura, Pesca y Alimentación defendió en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que no existen “problemas” para el consumo de pescado o marisco de Galicia. Después llegaron las informaciones sobre la bronca política: PP y Podemos –anunciados por TVG así, como si fuesen de la mano– piden la comparecencia de la ministra Teresa Ribera. Los populares suman a Planas y el ministro de Transportes, Óscar Puente mientras que Ione Belarra añade una querella contra la Xunta. También Sumar plantea querella contra el gobierno autonómico “por omisión de competencias”. El cruce de declaraciones, entre Ribera –una entrevista en la SER cuando aún no se había solicitado el nivel 2– y alguien a quien ya echábamos de menos, un habitual como Núñez Feijóo: “El Gobierno lo único que está haciendo es intoxicar y tomar a los gallegos como gente poco inteligente”.
Por si quedaba alguna duda de que, esta vez, los servicios informativos se lo habían tomado en serio, se despejó con la vuelta a plató y la explicación, sobre un gran mapa infográfico, de las actuaciones de las administraciones de la cornisa noroeste: desde Portugal, donde se produjo el vertido, hasta una Francia “expectante” por el recuerdo de un vertido similar. Por el medio, las comunidades autónomas: Galicia y su subida de nivel o Asturias y la puesta en marcha del Plan por Contaminación Marina Accidental. El gobierno de Cantabria –a quien la víspera mostraban criticando al Ministerio– “acaba de hacer lo mismo que Galicia”. El País Vasco también activó el plan especial de emergencia y Francia, como decimos “está expectante”.
El despliegue se cerró con una conexión en directo con Oporto, con el corresponsal en Portugal confirmando lo sabido: que allí perdió los contenedores el Toconao pero no ha llegado ningún pellet a la playa. La última palabra, sin presentación, para el consejero de Fomento de Asturias y su justificación del nivel de alerta: “Poder incorporar al sistema de vigilancia y retirada de residuos los medios que vaya a poner el Ministerio”. Con esa decisión, apenas tardaron un día en disponer de la ayuda que en Galicia ha esperado semanas. Y no necesitaron ser Catalunya.
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