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Unidad sindical para que “la inmensa mayoría del país” vaya a la huelga contra los recortes

David Lombao

La huelga general del 14 de noviembre tuvo en Galicia una piedra en el camino casi un mes antes de su celebración formal. La revalidada y ampliada mayoría absoluta del PP en las elecciones del 21 de octubre inyectó entre buena parte de las fuerzas de izquierda y, por extensión, en amplios sectores de las centrales sindicales una sensación de desánimo que, a priori, no es la mejor consejera para llevar a buen puerto una movilización de este calado. Pero, mientras en la que fue oposición parlamentaria hasta ahora el shock post-electoral se mezcla con la apertura de sendos procesos de “reflexión”, los principales sindicatos del país se apoyan, esta vez sí, en su unidad para conjurarse contra ese desánimo y apelar a la “inmensa mayoría del país” esa misma que “no le votó al PP”, dicen.

Los líderes de la CIG, de CCOO y UGT lanzaban esta apelación tras registrar, este miércoles en el Registro General de la Xunta, la convocatoria oficial de la huelga. Tras realizar el trámite el secretario general de la CIG, Suso Seixo, se mostraba convencido de que la población saldrá a la calle el 14-N de manera “masiva”, especialmente los “muchos miles de ciudadanos y ciudadanas que no votaron al PP”, también “los que votaron en blanco o se abstuvieron”. Todos ellos, dicen, deben “comprender que la situación” en Galicia “es aún peor” tras las elecciones. “Nosotros -reconoce- entendimos que era una desgracia que el PP siguiera gobernando” y “un sector de la población se decició por esa desgracia” pero otro sector, “muy amplio”, apostó por “otras alternativas” y eso, dice, puede quedar reflejado en el paro del día 14.

En un sentido parecido se manifiesta el máximo responsable de Comisiones en Galicia. Xosé Manuel Sánchez Aguión percibe “un enfado generalizado en la gente” que se mantiene e incluso se amplía con independencia de que Feijóo haya pasado la reválida de las urnas. En esta línea Aguión considera que el 21-O dejó clara la “necesaria reforma de la ley electoral”, porque “con el 25% de los votos un partido gobierna con mayoría absoluta e incluso la amplía” a pesar de perder sufragios. Los conservadores “tienen toda la legitimidad para gobernar” conforme a las actuales “reglas de juego” pero también, dice, hace falta tener en cuenta que “en las ciudades, donde se concentra la clase trabajadora y lo más activo del movimiento obrero, el PP pierde y gana la oposición, la nueva oposición, la fuerza emergente de AGE”. Entre esos sectores de la población, destaca, “gana la izquierda” y, por lo tanto, “las posiciones que viene defendiendo el movimiento sindical”.

Del mismo modo el secretario general de UGT Galicia, José Antonio Gómez, no cree que el hecho de que el PP mantenga el gobierno vaya a deshinchar la huelga general. “El PP perdió votos” y “el 73%” del electorado “no lo apoyó”, resalta. Así, “independientemente” de que tenga “legitimidad” para estar al frente del Ejecutivo gallego, Gómez piensa que desde el Ejecutivo de Feijóo deberían hacer “una reflexión sobre las políticas de ajuste y austeridad”. Esa misma reflexión, anticipa, es la que va a sacar a la calle “a la inmensa mayoría”.

Con estas condiciones de partida los tres sindicatos mayoritarios esperan que el paro sea un fiel reflejo del rechazo que acumula en su contra la reforma laboral del Gobierno central y, en general, las políticas de recorte, “ineficaces e inútiles” que, dice Aguión, “nos están llevando a la miseria” y a la creación de “más paro” mientras quien tiene trabajo sufre “más precariedad” y quien accede a él, padece el “empeoramiento de sus condiciones laborales”. En esta línea el líder de UGT le otorga especial importancia a que la convocatoria de huelga general se produzca en la jornada de “acción y solidaridad” que se va a producir en buena parte de la Unión Europea en ese mismo 14-N. “Se está demostrando que las políticas de ajuste a lo único que conducen es a más paro, más recesión, mayor desigualdad, pobreza y marginalidad”, dice Gómez, que apela al conjunto de la ciudadanía a asumir que esta “no es sólo una huelga sindical, es una huelga social”.

También Suso Seixo ve “muy positivo” que haya ya convocatorias de huelga general en otros países para ese mismo día, especialmente “en los que están sufriendo las consecuencias más duras de la especulación con la deuda pública”. “El panorama que tenemos delante es altamente preocupante”, dice el secretario general de la CIG, por lo que “es fundamental mandarles un mensaje claro tanto al Gobierno español como al gallego”, pero también lograr que “la UE tome nota de que así, no” y de que la “especulación no es el camino”.