“La situación empeora a cada día mientras seguimos esperando una reunión para aclarar la problemática, coordinar una respuesta y llevar a cabo medidas urgentes”. Xesús Asorey, secretario técnico de AGA (Asociación Galega de Apicultores) es la voz de su colectivo pero expresa también la “desesperación” de docenas de ayuntamientos donde la plaga de la avispa asiática sigue extendiéndose sin remedio, atacada con remedios caseros por la ciudadanía y causando importantes problemas en el sector apícola y frutal, en los trabajos forestales, así como inseguridad ciudadana.
Son ya 125 ayuntamientos gallegos, según los últimos datos de la Consellería de Medio Rural, los afectados por la avispa velutina con la presencia de nidos que pueden alcanzar los 15.000 ejemplares. El Baixoo Miño, la Mariña, el Ortegal y las zonas de A Coruña y Ferrol son las más afectadas por una avispa que ya no solo coloniza la costa, sino que se va introduciendo en el interior de Galicia. “Y son muchos más nidos y muchos más municipios afectados de los que se dicen oficialmente porque muchos de los enjambres son imposibles de ver o localizar”, aclara Asorey, que destaca que ya se encuentran ejemplares a más de 100 kilómetros del mar.
Por lo de ahora, la AGA elaboró un documento hace dos meses que fue enviado a los 93 ayuntamientos donde se había detectado la avispa asiática y en la que se reclamaban medidas urgentes a la Xunta. La Consellería de Medio Rural sabe ya de estas peticiones y desde el 28 de julio sabe también de la solicitud de reunión de los apicultores, a los que se unirían representantes de los ayuntamientos más afectados. Pero sigue sin haber respuesta. “Seguimos sin saber nada; primero era por las vacaciones, después por los fuegos, luego por la leche...”, se queja Asorey, que recuerda que la AGA le dio de plazo hasta este martes 22 de septiembre al Gobierno gallego para que acepte una reunión inmediata.
De no recibir respuesta, acudirán a Compostela a manifestarse delante de la Administración, donde entregarán dicho documento. Y no será sólo el sector apicultor el que se movilice, sino todos aquellos afectados, incluidos también responsables de los municipios, que están “desesperados” ante un problema que ya es “de seguridad ciudadana”. La plaga es tal que los nidos aparecen en lugares casi inalcanzables, pero también al pie de las casas o en colegios. Hace pocas semanas, en una reunión en San Sadurniño a la que acudieron representantes de más de veinte ayuntamientos, las críticas a la Xunta fueron constantes. “La inacción es total, hay una tremenda falta de medios y de coordinacion. No hay iniciativa por parte de la Administración para atacar este problema”, insisten desde AGA, que espera a confirmar en esta semana cuántos de los ayuntamientos afectados aprobaron la moción en la que se reclamaban soluciones a esta problemática.
En sus últimos datos, Medio Rural cifró en más de 1.300 los nidos retirados y en otros tantos los que fueron avistados (unos 2.700). Pero los expertos advierten de que estas cifras se quedan muy cortas. Son muchos más los enjambres y las localidades afectadas. Según AGA, la administración recibe cada día 70 llamadas avisando de la presencia de la velutina y 50 de esas están en lo cierto. Además, recuerdan que el teléfono con el que se debe contactar es el 012 y no el 112 como ocurre en muchos casos.
En cada ayuntamiento afectado, las cifras y las experiencias de los vecinos horrorizan. En el de Cambre, por ejemplo, Protección Civil retiró cerca de 70 nidos en tan sólo tres meses. En Ortigueira, un vecino llegó a contar unas 6.000 avispas asiáticas recogidas durante el verano mediante trampas caseras en su negocio y es habitual ver las parras de cualquier casa atestadas de ejemplares que provienen de nidos que, en más de una ocasión, alcanzan alturas de más de 20 metros.
La AGA insiste en que falta “coordinación” y pide que la Xunta ejerza su liderazgo a la hora de decidir las acciones que se vayan a tomar. Además, critica la falta de medios y la tardanza en la retirada de nidos, lo que obliga la que muchos ayuntamientos tengan que actuar a pesar de no tener en muchos casos el material necesario. De hecho, son en muchos casos veteranos apicultores los que colaboran con las administraciones locales. Por eso, desde muchas de estas administraciones locales y desde la AGA reclaman también más formación para todos los implicados en la lucha contra la velutina, más control y uso de antiqueratiniziantes en la época de crecimiento de las larvas o menos dificultades burocráticas a la hora de dar aviso de la localización de nidos.
Al tiempo, se reclaman fondos también “para investigar los métodos de lucha más idóneos”, como la elaboración de una feromona específica para utilizar en las trampas. Recuerda AGA que hay fondos europeos destinados a la investigación donde puede entrar la velutina y que Francia está a punto de sacar al mercado feromonas selectivas, un método que “será un buen paso pero que nos va costar dinero”.
Pero mientras la Xunta no reacciona, son los propios apicultores los que están estudiando la aplicación de otras medidas para reducir los efectos del actual aumento de velutinas“. ”Primero hay que confirmar los resultados y después los haremos públicos si se demuestra su eficacia“, remata AGA.