Verín vuelve a echarse a la calle con un velatorio simbólico contra el cierre del paritorio de su hospital
La movilización no decae en Verín. Una semana después de la histórica manifestación para rechazar el cierre del paritorio y el consecuente recorte a la atención pediátrica en el hospital comarcal y mientras continúa el encierro indefinido en el interior del centro sanitario contra esta decisión de la Xunta, vecinos y personal del centro se han vuelto a echar a la calle. Ahora, con un aire creativo, con un velatorio simbólico por el cierre de la sala de partos.
“El joven hospital de Verín, asesinado con premeditación, alevosía y nocturnidad, el 1 de diciembre de 2019 a la edad de 25 años”, rezaba la esquela que ha recorrido la localidad ourensana en los últimos días convocando al vecindario a protestar, ataviada de negro, desde la plaza mayor verinense hasta el entorno del propio centro hospitalario. Y este sábado no ha faltado el luto, las cruces e incluso una corona de flores. Pero más allá de la ironía, la convocatoria ha vuelto a mostrar el carácter masivo de una protesta vecinal con voluntad de seguir adelante en una movilización que, en su vertiente política, el PP gallego enmarca en la “demagogia”.
Después de que el propio Alberto Núñez Feijóo haya advertido de que “no tiene solución” para este “problema”, sumando a la cuestión de no alcanzar 600 partos anuales -algo que no ha sucedido, ni de lejos, en toda la historia del hospital- recomendados en algunas guías sanitarias a la escasez de pediatras, los conservadores gallegos -no así el PP de Ourense, que al menos sobre el papel sigue rechazando el cierre- asientan esta acusación en un comunicado de la Sociedad Gallega de Pediatría. Entre el vecindario movilizado, este pronunciamento ha resultado tan controvertido como el propio cierre del paritorio.
En esa nota, divulgada a los medios, el presidente de la Sociedad, José Ramón Fernández Lorenzo, rubrica un texto en el que vuelve a aludir al mínimo de 600 partos “excepto que razones de tiempos de desplazamiento o accesibilidad así lo aconsejen”. En él señala además que las unidades neonatales que corresponden a hospitales comarcales como el de Verín, “tendrán un médico responsable” con asistencia continuada, además del resto de personal especializado en la atención a los partos.
Pero esas afirmaciones de tipo técnico no son las que causan indignación entre los colectivos movilizados. Tampoco la aseveración según la cual “no es discutible el nivel de profesional y calidad individual de los especialistas del Hospital de Verín”. Las que ha irritado son las frases en las que apunta a proyecciones de apenas 60 nacimientos en la zona al año para concluir que, con menos de un centenar de partos en doce meses, “no es viable” que el paritorio verinense siga abierto en “condiciones de seguridad”.
“El mantenimiento de un servicio de Pediatría para la atención de partos de bajo riesgo en el hospital de Verín en la situación actual, menos de un parto cada cinco días, teniendo cuenta” que “debe continuarse con el desplazamiento de partos de riesgo al Hospital de Ourense no se considera justificado”, asegura el texto que firma Fernández Lorenzo. Mientras el PPdeG ve en este pronunciamento un nuevo aval “científico” para el cierre, vecindario y colectivos ven otro motivo para el recelo entre recuerdos de los “conflictos” de este doctor por sus vínculos con la sanidad privada.