Una vía de agua por una compuerta rota provocó el naufragio del 'Argos Georgia', con nueve muertos y cuatro desaparecidos

Un fallo en una compuerta del pesquero 'Argos Georgia' provocó una vía de agua que, al estar abiertas otras puertas internas del barco, resultó fatal. El buque se escoró y terminó hundiéndose el pasado mes de julio en aguas de Malvinas. De las 27 personas que iban a bordo se salvaron 14. Otras nueve, entre ellas tres marineros gallegos, murieron y sus cadáveres fueron recuperados. Cuatro siguen desaparecidos, uno de ellos gallego.

A esta conclusión llega el informe preliminar de la Marine Accident Investigation Branch (MAIB), ente británico encargado de la investigación de accidentes marítimos, según recoge Europa Press. La investigación en curso determina que, antes del accidente, una compuerta de estribor estaba cerrada, pero descendió “lentamente” hasta abrirse “completamente”. Esto podría haberse visto por las cámaras del barco. Pese a todo, la tripulación “no pudo cerrar la compuerta del casco una vez se abrió”, recoge MAIB.

Además, las puertas internas que conducían al compartimento de arrastre estaban abiertas. “Esto permitió que el agua fluyera sin obstáculos hacia otras áreas del buque, lo que provocó una escora significativa que aumentó progresivamente a medida que entraba más agua”, explica el homólogo en Reino Unido de la española Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim).

“La tripulación no pudo controlar el paso del agua hacia otros espacios del buque, lo que aumentó aún más la escora hasta que naufragó”, añade. Por ello, MAIB señala varios “problemas de seguridad” en el barco, como que los medios para mantener la compuerta cerrada no garantizaron que así fuese. Además, los marineros no pudieron cerrarla una vez se percataron de lo ocurrido. También indica que las puertas de otros compartimentos interiores estuviesen abiertas permitió que el agua llegase a más espacios. Estas tampoco pudieron ser cerradas en el momento de los hechos.

El organismo establece una serie de recomendaciones a todos los propietarios, operadores y patrones de buques pesqueros equipados con compuertas laterales. Entre ellas, que se aseguren de haber realizado una evaluación adecuada del riesgo de que entre agua a través de la misma y que se implementen medidas para reducir riesgos asociados a un fallo de dicha puerta.

Asimismo, además de informar a la tripulación de los riesgos y las medidas adoptadas, subrayan la importancia de tomar medidas en caso de riesgo de inundación de otros compartimentos, como mantener las puertas interiores cerradas.