El viaje por separado del nacionalismo gallego a Europa
Ni juntos, ni revueltos. El nacionalismo gallego se encamina a concurrir por separado a las elecciones europeas del próximo 25 de mayo. La circunscripción única estatal y la necesidad de unir fuerzas para conseguir representación obliga a una búsqueda de acuerdos en los que hay de todo y para todos. El intento por formar una candidatura única galleguista y soberanista volverá a quedarse en nada, tal y como ya ocurrió en los últimos comicios autonómicos.
Confirmada la alianza de Compromiso por Galicia (CxG) con el nacionalismo conservador catalán, vasco y canario, así como el apoyo mayoritario de la militancia del BNG a la coalición con la CUP y la izquierda abertzale, queda por saber la decisión que tomen las bases de Anova. Será este domingo cuando la formación que lidera Xosé Manuel Beiras decida en referéndum su alianza electoral y cuando, en definitiva, los dos sectores enfrentados en su seno midan sus fuerzas.
Será una batalla entre el sector que apuesta por reforzar AGE y la alianza con la izquierda federalista de IU –además de con Equo y con los ecosocialistas– y la que aboga por distanciarse de Izquierda Unida y buscar acuerdos con el nacionalismo, incluyendo también al Bloque. Pero las opciones de voto serán tres y no dos: una coalición con la “izquierda federal”, otra con formaciones “de la izquierda nacionalista de las naciones sin Estado y/o plataformas cívico-políticas de izquierda y rupturistas” y una última alternativa que propone que Anova no se presente a las elecciones europeas de final de mayo.
Los dos sectores están claramente diferenciados, ahora también a través de documentos en los que se pide el apoyo a una u otra opción. Martiño Noriega, que dimitió como número dos de Anova el pasado mes de diciembre, lidera un manifiesto (#NósqueremosAGE) en el que junto a unos 40 afiliados más –entre ellos el diputado Antón Sánchez, el ex parlamentario David Fernández o el alcalde de Manzaneda– apuestan por seguir reforzando Alternativa Galega de Esquerda y no “abandonar el camino iniciado”, que “no solo defraudaría expectativas de los sectores populares más concienciados, sino que significaría, de facto, asumir que, de todo lo hecho hasta hoy, muchas cosas han sido un error”. Representantes de todas las sensibilidades se decantan por esta opción, al igual que Beiras, que ha previsto dar su apoyo público a esta opción en las próximas horas. Yolanda Díaz, coordinadora de IU, volvió a animar a Anova a apostar por un frente amplio.
El texto, que sigue sumando adhesiones de afiliados de la formación, reconoce que “la cultura de fronte amplio se plasma hoy de forma precaria en AGE”, por lo que es “imprescindible hacer sólida y expansiva” dicha cultura, estableciendo “alianzas con otras izquierdas de fuera de Galicia, estatales y europeas”. “Es ilusorio pensar que sin ellas puedan cambiar las cosas a mejor para nuestros intereses como pueblo”.
Tan solo un día después de que este texto viese la luz, un sector liderado por Mario López Rico, Luis Eyré, Laura Ogando o Concha Trigo lanzó otro manifiesto (Queremos Anova, Queremos Frente Amplio), apoyado por cerca de 50 militantes, que defiende la opción número 2 y la búsqueda de acuerdos “con fuerzas políticas de la izquierda nacionalista de las naciones sin estado y/o plataformas cívico-políticas de izquierda y rupturistas”. En caso de que saliera ganadora esta alternativa, el conjunto de la militancia debería decidir aún en otro refrendo cuál es “la fórmula definitiva de concurrencia a las elecciones”.
Esta opción del oficialismo y de la dirección de Anova cree que buscar acuerdos con el Bloque y otras fuerzas nacionalistas “es la posición más congruente con los acuerdos asamblearios”, así como “la más compatible con el Frente Amplio no excluyente”. Según este sector, integrarse en la candidatura de IU es “la opción más alejada” de los principios organizativos del partido e “impedirá su consolidación como la organización de la izquierda nacionalista del siglo XXI”.
En el manifiesto se apuesta por “seguir tejiendo vínculos entre todas las fuerzas de la izquierda, nacionalista o no” y enfrentarse así a la derecha, pero cree que “para eso es preciso una Anova consolidada”, algo que solo se conseguiría apostando por una alianza nacionalista, aunque “en ningún caso esta opción interfiere en el acuerdo de legislatura autonómica de la coalición AGE, que está blindada por el acuerdo de las cuatro fuerzas que la integran”.
Apoyo masivo a la alianza con Bildu a la espera de la CUP
En caso de que fuera esta opción la ganadora, Anova podría buscar a última hora un acuerdo para integrarse en la alianza que formarían BNG, EH Bildu y la CUP, aunque esta última aún deberá decidir el 9 de marzo si concurre o no a los comicios europeos. De la coalición, en la que podría incluirse también Nós-UP, se cayó ERC, que opta por priorizar una candidatura catalana y de la sociedad civil ante el avance imparable del proceso soberanista.
El mandato de la militancia del Bloque, no obstante, fue claro. Las asambleas comarcales apoyaron con más fuerza aún que el Consello Nacional la coalición con la CUP y la izquierda abertzale, siendo tan solo el colectivo Abrente, que lidera Carlos Aymerich, el encargado de defender la búsqueda de una unión con las fuerzas nacionalistas gallegas, una opción que fue menos apoyada incluso que la búsqueda de un acuerdo con ERC.
Junto al Bloque, también CxG tiene decidida ya su apuesta de cara a los comicios europeos. Este mismo jueves, una delegación de la formación galleguista participó en una reunión multilateral en el Congreso de los Diputados con Convergència, Unió, PNV y Coalición Canaria y en la que se llegó a un “principio de acuerdo” entre los partidos integrantes de la Coalición por Europa que se presentará a las elecciones del 25 de mayo. “Se vertebrará en torno a tres pilares: más democracia, más bienestar y más autogobierno”, aclaró Manuel González, miembro de la Ejecutiva Nacional de CxG.
“Siendo fuerzas políticas diferentes, fuimos capaces de llegar a un principio de acuerdo, siendo los mejores herederos de todo el capital simbólico de Galeusca”, insistió González, quein aclara que CxG llevará a cabo “campaña propia, programa propio, con candidatos propios y con la marca de Compromiso por Galicia”. Será una campaña propia como la que hará el Bloque y la que podría hacer Anova en Galicia. Serían tres campañas para el nacionalismo gallego de cara a los comicios europeos. Un nuevo fracaso en el intento de la unión del soberanismo.
