El sustituto de Feijóo en la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, mantiene su discurso binario sobre fiscalidad en la clave inaugurada por el Partido Popular con dos únicas variables: bajar impuestos o subirlos. Durante las últimas semanas el jefe del ejecutivo gallego repite cada día el mantra de que bajar impuestos es bueno y subirlos es malo. Sin detenerse en delimitar a quién se carga más fiscalmente y a quien menos, Rueda ha concluido este jueves que el anuncio realizado por Moncloa sobre la bajada en el IRPF para las rentas más bajas es más o menos lo mismo que la rebaja general que él anunció el pasado martes.
Según Rueda “el Partido Popular propone medidas, el Gobierno las demoniza y acto seguido toma esas medidas”. Se trata de un resumen inexacto en el que el político conservador se apunta a la confusión fiscal que oculta lo fundamental: a quién afectan las rebajas que propone la derecha y a quién las de la izquierda.
El pasado martes Rueda anunció en sede parlamentaria su deflactación de impuestos para las rentas por debajo de 35.000 euros. Este jueves el Gobierno central hizo su movimiento: bajada del IRPF para rentas por debajo de 21.000 euros. Según el equipo de la ministra Montero la diferencia entre medidas como las de la Xunta y la suya es que la primera es general (afectaría a los primeros 35.000 euros declarados por cada contribuyente al margen de su salario) y la segunda está destinada únicamente a aquellos que cobran menos.
Otro de los debates sobre fiscalidad tiene que ver con las subidas de impuestos, que la Xunta califica como una “mala” medida. El propio Rueda anunció la semana pasada que su Gobierno aumentará al 50% la bonificación del impuesto de patrimonio. Mientras el Gobierno central anuncia un impuesto para los ricos con el que prevé recaudar 1.500 millones de euros, Rueda reacciona con el siguiente argumento: “Es mejor bajar impuestos que crearlos con independencia de que impuesto sea”.