Una campaña de la Xunta señala a las víctimas de violencia sexual por su forma de vestir y sus actividades
“Se viste con las mallas de deporte. Va a correr por la noche. ¿Qué sucede ahora? No debería pasar, pero pasa”. Este es uno de los mensajes de una campaña de la Xunta con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer: un relato que vuelve a poner el foco sobre cómo visten o qué actividades estaban haciendo las víctimas de violencia sexual, en lugar de sobre los agresores.
El Gobierno gallego difundió la campaña en su cuenta principal de Twitter con la etiqueta del 25N, pero las imágenes ya estaban siendo compartidas en las redes institucionales desde hace un más de un mes.
La acción de esta semana ha provocado un aluvión de críticas. Usuarios de Twitter han señalado el machismo del mensaje. También los grupos políticos de la oposición en el Parlamento de Galicia han publicado mensajes al respecto.
En la cuenta del BNG en esta red social se puede leer un mensaje que dice que “no es la minifalda, no es el pantalón, en la mente del machista está la provocación. La vergonzosa campaña de la Xunta”. El PSdeG retuitea un texto de su secretaria de Igualdade, Silvia Fraga, que califica la iniciativa de “basura” pagada con fondos públicos.
El colectivo Xornalistas Galegas ha publicado un hilo de Twitter en el que analiza los contenidos y manifiesta su preocupación “por que algo así pase los filtros de la administración pública”. La campaña, compuesta por varias imágenes, una cuña de radio y un vídeo, añade diferentes mensajes en función de la plataforma. En el formato de cartel apela a terminar con la violencia machista “entre todos” y en las publicaciones en Instagram habla de “estereotipos que lastran la visualización femenina en el deporte o lanza el mensaje de no participar con ”acción, risa y omisión“ en casos de violencia sexual a través de medios digitales. La plataforma de mujeres periodistas indica que a pesar de que la intención es hablarle al agresor ”focaliza en la víctima, la vida que hace y cómo viste“ y tiene un tono ”derrotista“ que introduce el problema pero ”no la solución ni da herramientas a la sociedad“.
Las protagonistas de todos los materiales son mujeres jóvenes y los riesgos que se plantean proceden de desconocidos. Sobre esta representación de víctima y agresor se pronuncian también Xornalistas Galegas: “Favorece una reproducción estereotipada de la víctima y del agresor que oscurece el carácter estructural de la violencia”.
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