La encuesta del Instituto Galego de Estatística (IGE), publicada el pasado octubre, encendió todas las alarmas. Uno de cada tres niños de entre 5 y 14 años no sabe hablar gallego, decía uno de sus datos más contundentes. Era además la franja de edad que se ha educado bajo el llamado Decreto del Plurilingüismo, impuesto en 2011 por Feijóo contra la opinión de la comunidad educativa y los partidos de la oposición. La cifra se había doblado durante los sucesivos gabinetes del Partido Popular. El Gobierno de Alfonso Rueda no tardó en reaccionar: una encuesta encargada a una empresa privada, que realizó el trabajo de campo poco después de conocerse el estudio del IGE, arroja conclusiones opuestas a las del organismo oficial. El 94,5% de los padres afirman que sus hijos saben hablar gallego.
El conselleiro de Cultura, José López Campos, presentó este jueves los resultados de la Enquisa percepción social do galego, elaborada por Sondaxe, compañía desmoscópica propiedad del mismo grupo que La Voz de Galicia, a partir de una muestra de 1.200 entrevistas. “Es una herramienta de trabajo con el objetivo de ampliar el actual conocimiento sobre el uso y la presencia del gallego en la sociedad”, afirmó, y que entregará a las comisiones coordinadas por el filólogo Manuel González para actualizar el Plan de Normalización Lingüística. Este documento lo aprobó por unanimidad el Parlamento gallego de 2004, pero el PP rompió unilateralmente el consenso después de que Feijóo llegase a su dirección.
El caso es que la encuesta de Sondaxe contradice todos los análisis y el discurso de las instituciones oficiales especializadas en materia lingüística. La Real Academia Galega desmenuzó en un informe de 75 páginas la estadística del IGE, avisó de que el gallego ya no era la lengua más hablada de la comunidad y acusó a la Xunta de llevarlo al colapso. El Consello da Cultura Galega, entidad asesora del Ejecutivo, tildó la situación del idioma de catastrófica. Y ambas exigieron la substitución de la normativa educativa vigente desde 2011, que por primera vez redujo la presencia del gallego en la escuela y prohibió su uso en materias de ciencias. Sondaxe ofrece una visión opuesta. “En general las familias están satisfechas o muy satisfechas con el uso del gallego en el sistema educativo”, dice: el 62,8%. Y ocho de cada diez familias “se muestran satisfechas, muy satisfechas o no ven problemas en el uso del gallego en las aulas”. Además, el 55,2% lo “dejaría como está”, el 26,9% pide más gallego y el 6,6% menos.
El contraste más llamativo es el que afecta a la presencia y utilización del gallego entre los niños y niñas. Además del dato del IGE sobre que el 32,44% de los hablantes de entre 5 y 14 años saben hablar “poco o nada” el gallego, el Consello da Cultura certificó que Galicia era el único territorio estatal con lengua cooficial donde el uso de la lengua propia desciende cuanto más jóvenes son los hablantes. Sondaxe dibuja un panorama completamente distinto: “El 31,1% de los niños interactúa solo en castellano. El 94,5% de los padres afirman que sus hijos saben hablarlo. El 67,5% de las familias señala que sus hijos emplean el gallego de manera habitual”.
El instituto privado también ha indagado en “la creencia de si existe en Galicia algún idioma discriminado”. “Una amplia mayoría considera que no, y esta mayoría se mantiene entre las personas que emplean habitualmente el gallego, entre las que lo hacen con el castellano, o en ambas lenguas”, asegura: un 52,4%, un 69,% y un 53,6%, respectivamente. La encuesta de Sondaxe, presentada por la Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude en un documento de 12 páginas, acaba con propuestas para “fomentar el uso del gallego en la sociedad que se tendrán en cuenta para renovar” el Plan Xeral de Normalización Lingüística: fomentar el gallego en videojuegos y aplicaciones educativas, organizar concursos para que niños y niñas “creen contenidos en gallego”, promover la creación de series y programas en Youtube o Twitch, y facilitar el aprendizaje de gallego a los nacidos fuera de Galicia.
Los resultados de la encuesta, al contrario de las investigaciones de organismos oficiales como el IGE o el Consello da Cultura Galega, coincide con el discurso general sobre el gallego del Partido Popular y del Gobierno de Alfonso Rueda. “Existe un alto grado de cordialidad entre ambas lenguas”, dice el comunicado del departamento de López Campos sobre la presentación de los resultados, “prueba de esto es que el 77% de los encuestados manifiesta responder en gallego cuando se dirigen a ellos en esa lengua, mientras que el 83,7% emplean el castellano cuando les hablan en ese idioma”.