A finales del pasado mayo el presidente de la Xunta anunció en la Cidade da Cultura el enésimo giro del complejo impulsado por el Gobierno de Manuel Fraga en el compostelano monte Gaiás. Cinco años después de la paralización de las obras que supuso descartar la construcción de un Teatro de la Ópera y tras el gasto de unos 300 millones de euros en obras -tres veces más de lo previsto inicialmente-, Alberto Núñez Feijóo anunciaba que sobre los cimientos de lo que iba a ser el teatro será erguido el llamado Edificio Fontán, una sede para diversos organismos universitarios que costará 17 millones de euros. Pocos días después, el 11 de junio, la Xunta puso en marcha el trasvase de fondos de I+D+i de las universidades para comenzar a financiar las obras.
En la explicación de lo que había definido como un ejercicio de “sentidiño económico” Feijóo ya había anunciado la previsión de pagar este edificio con fondos propios del Gobierno gallego y también con dinero que ya estaba previsto destinar a las universidades. Esto es, con fondos del Plan de Financiación de estas instituciones académicas. Según la operación tramitada por la Consellería de Educación el pasado junio los primeros 700.000 euros saldrán, concretamente, del apartado de este plan de financiación destinado al “fomento de la I+D+i”, una primera inyección de 700.000 euros -la Consellería prevé que tengan este origen hasta 2,5 millones- que se justifican en el expediente alegando que su objetivo es “impulsar un complejo de I+D+i del Sistema Universitario Gallego”, esto es, el referido edificio del Gaiás.
Estos fondos fueron reubicados en el presupuesto de gastos de la Fundación Cidade da Cultura dentro del epígrafe “construcciones en curso” y coinciden exactamente con el dinero que, según el procedimiento de contratación de las obras, la Xunta prevé gastar en el proyecto durante este 2018. Este cronograma proyecta que en 2019 los gastos asciendan a 3,5 millones, que en 2020 la anualidad sea de 8,3 millones y en 2021, de 4,5 millones más. Así, hasta llegar a los 17 millones de euros previstos. En la documentación no hay referencia alguna a posible financiación estatal, que Feijóo sugirió en su presentación pero que ni mencionó en su reunión de la pasada semana con Pedro Sánchez.
En la documentación del proyecto se incluyen numerosas explicaciones del arquitecto Andrés Perea, diseñador del edificio que ya había ocupado la dirección de las obras de las primeras construcciones en el Gaiás. Perea, que en la comisión de investigación sobre las obras había exaltado la Cidade da Cultura como “obra maestra muy trabajada” y “de una coherencia insólita”, justifica ahora que el edificio no previsto en el proyecto inicial de Peter Eisenman encajará sin problemas en el monte. Esta actuación en la Cidade da Cultura, dice la documentación, “responde a un tiempo magistral en la obra” del arquitecto estadounidense y fue “resultado de una empresa política eficiente en la que fueron convocadas las empresas, oficios y técnicos gallegos”. “La coherencia de lo propuesto por el arquitecto americano y lo construido es (...) incuestionable” y este nuevo edificio, asegura, añade “significado al construido”.
“Un proyecto en este lugar imitando el imaginario de Peter Eisenman -detalla- resultaría patético e inadecuado” e incluso podría “incurrir en vulneración de los derechos de propiedad intelectual”. No obstante, este nuevo diseño “comprometido con su tiempo” será “un proyecto que aterriza, case ingrávido, en el contexto matérico e inmueble de la obra de Eisenman, sin nostalgias ni retóricas” y se va a integrar“ sin ”mimetizarse con los edificios existentes“.