En los últimos años se ha disparado el número de salones de apuestas abiertos en Galicia, especialmente en las ciudades. En enero de 2019 eran 136 las casas de apuestas abiertas, sobre todo en A Coruña (24) y Vigo (22), y con cifras importantes igualmente en Ourense (10), Compostela (7), Pontevedra (6), Lugo (6) y Ferrol (5). La alarma social generada por estos establecimientos, sobre todo por la capacidad de adicción a las generaciones más jóvenes, ha provocado protestas de formación políticas y también vecinales, como la que en las últimas semanas sostuvieron los habitantes del barrio vigués de Navia.
El Gobierno central y la Xunta de Galicia ya habían anunciado algunas medidas para limitar los peligros de las casas de juegos y de las apuestas online, pero ahora el Gobierno gallego acaba de anunciar una acción decidida para poner freno a la expansión de estos establecimientos en los barrios de las ciudades de la comunidad.
Este miércoles el vicepresidente Alfonso Rueda ha anunciado que este jueves será aprobada la limitación del número de salones y tiendas de apuestas “a los ya existentes o con solicitud en tramitación”. Así, quedarían como máximo 118 salones de juego y 41 tiendas de apuestas, un total de 159. Así pues, en los cinco primeros meses del año su número ya había pasado de 136 a 159.
Antes de que termine este año 2019, Galicia contará con una nueva Ley del Juego, en la que se mantendrá esta limitación. El objetivo de la medida que se aprobará este jueves, señaló Rueda, es evitar que se pueda aprovechar el período previo a su entrada en vigor para “especular y poner en marcha nuevas instalaciones”. La nueva norma actualizará la actual legislación gallega en la materia, que data del año 1985.
El texto se conocerá en las próximas semanas y el Gobierno gallego viene anunciando desde comienzos de año que la norma recogerá algunas de las demandas de los colectivos vecinales y de las asociaciones de afectados por el juego. Por ejemplo, la ley podría prohibirle a las casas de apuestas que ofrezcan bonos de bienvenida para captar clientes.
De igual manera, podría establecer limitaciones en los terminales de apuestas instalados en los bares y en los que el control de acceso de menores de edad es mínimo en la actualidad. Se implantará un sistema semejante al que existe para las máquinas de tabaco: el propietario o propietaria del bar deberá activar la máquina cada vez que alguien quiera jugar, por lo que será responsabilidad suya comprobar la mayoría de edad de los jugadores.
Y es que a los casi 160 salones de apuestas en funcionamiento o en trámite en Galicia hay que sumarle la existencia de 3.171 terminales en locales de hostelería y otros 682 en las propias tiendas y salones de apuestas (datos de enero de 2019). De esas 3.853 máquinas, la mayor parte se localizan en las provincias de A Coruña (1.390) y Pontevedra (1.321); detrás aparece Ourense (665) y Lugo (477). El reglamento de apuestas aprobado por la Xunta en el año 2012 fijaba un número máximo de 2.000 máquinas de apuestas en bares y cafeterías. Sin embargo, en el año 2017 el Gobierno gallego elevó ese límite hasta las 3.600 máquinas, una cifra que está cerca de alcanzarse.
Los gallegos perdieron 28 millones de euros en las salas y máquinas de apuestas en el año 2016 (últimos datos disponibles, ofrecidos por el Ministerio de Hacienda). En concreto, jugaron unos 134 millones de euros y obtuvieron unos premios de unos 106 millones. En estos datos no entra el dinero apostado a través de Internet, que en ese año 2016 se habían elevado hasta los 11.000 millones de euros en todo el Estado Español y que es la categoría que está registrando un crecimiento máis rápido.