5.326 euros en joyas; 917 euros en copas en distintos locales de ocio nocturno de Madrid, cargados, en ocasiones, a altas horas de la madrugada, 246 euros en lencería en tiendas de la cadena Women´Secret, 421 euros en flores y plantas...
Son algunos de los gastos que el economista Juan Iranzo, adalid del neoliberalismo y consejero de cabecera del actual Gobierno, realizó con cargo a su tarjeta 'black' durante sus algo más de dos años vinculado a Caja Madrid.
Iranzo, que ha dimitido como vocal del Consejo Económico y Social (CES) por este escándalo y cuya continuidad en el consejo de administración de Red Eléctrica (empresa controlada por el Estado a través de la SEPI, su mayor accionista) está en el alambre, se gastó esos 917 euros en copas en locales como las discotecas Mármara y Navy, Snobi, una coctelería llamada Máster (pasadas las 2 de la mañana de un 6 de junio) o City Limits.
El economista también pagó con esa tarjeta un regalo de boda valorado en 360 euros; se gastó cerca de 870 euros en decoración, 420 euros en una óptica y cerca de 9.200 euros en El Corte Inglés, uno de los establecimientos predilectos de los usuarios de las polémicas tarjetas.
Aficionado a la comida rápida (84 euros en establecimientos de Burger King y KFC) o al cine (175 euros en entradas), Iranzo utilizó su tarjeta para compras por importe de cerca 8.000 euros gastados en como Loewe, Louis Vuitton o la francesa Devernois.
Esta información está contenida en el CD que analiza el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu y que ha provocado la citación como imputados de Rodrigo Rato, Miguel Blesa e Ildefonso Sánchez el próximo 16 de octubre. La existencia de las tarjetas “black” fue desvelada, sin embargo, diez meses antes, en diciembre de 2013. Entre los correos de Blesa publicados por el diario.es, que los obtuvo a través de una fuente anónima derivada por el Partido X, había uno en el que dos directivos de la entidad aludían al plástico.
La información de eldiario.es provocó una investigación interna de Bankia, cuyos resultados fueron remitidos al FROB. El Fondo de Reestructuración Bancaria, ante la gravedad de los hechos, los puso inmediatamente en conocimiento de la Fiscalía Anticorrupción. El Ministerio Público analizó su contenido e informó a Andreu en septiembre de la posible existencia de delito societario y de apropiación indebida en los usuarios de las tarjetas, cuyos gastos no eran declarados a Hacienda. Andreu ha abierto una pieza separada del caso Bankia y ha llamado a los dos expresidentes y al director financiero.