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Qué son las tarjetas 'black' y por qué no son solo unos gastos llamativos

1. ¿Qué son las tarjetas “black”?

Las tarjetas “black’ u opacas son una retribución que recibieron 86 miembros de la dirección y el Consejo de Administración de Caja Madrid y después Bankia, independiente de sus retribuciones y gastos de representación. La diferencia con aquellos es que nadie declaraba los gastos a Hacienda, ni la entidad bancaria, ni sus beneficiarios.

2. ¿Por qué su uso puede ser delito?

La Fiscalía Anticorrupción le ha dicho al juez Andreu que detecta delito societario y apropiación indebida en el uso de las tarjetas. En este sentido hay que recordar que Caja Madrid manejaba dinero de sus clientes. Y más aún, la entidad resultante de su fusión con otras seis cajas, Bankia, tuvo que ser rescatada con dinero público, en concreto, 23.500 millones de euros.

No parece que haya delito fiscal porque la ley fija el umbral de lo defraudado en 120.000 euros al año y ninguno de los directivos alcanzó esa cantidad. Según el sindicato de los técnicos de Hacienda GESTHA, Caja Madrid sí podría haber incurrido en delito fiscal por no declarar las tarjetas. También es posible que tirando del hilo se llegue al blanqueo de capitales, depende de si el rastro conduce a paraísos fiscales.

3. Pero... ¿tanto dinero es?

La auditoría interna de Bankia cifra en 15,5 millones de euros el dinero que gastaron entre 1999 y 2012 los 86 directivos. El grueso de esa cantidad, 15,2 millones, corresponde a la época de Caja Madrid. Otros 245.200 euros se gastaron en los dos años de Bankia. Pueden parecer cifras pequeñas al lado de otros grandes escándalos que ha dejado la crisis económica. Pero es que estos 15,2 millones de gastos ocultos deben sumarse a las millonarias retribuciones que ya percibían los directivos. Para hacerse una idea, el Consejo de Administración de Caja Madrid, una decena de personas, ganaron 71 millones de euros en apenas cuatro años. Solo el último presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, ganó 20 millones de euros en los últimos ocho años al frente de la entidad

4. ¿Es un caso de cuatro “chorizos” o tiene implicaciones políticas?

Los consejos de administración de todas las cajas estaban colonizados por los partidos políticos y los sindicatos, que se repartían sus sillas. Militantes de unos y otros, o simplemente nombrados a propuesta suya, copaban los puestos. Caja Madrid y Bankia no fueron una excepción. Los 86 beneficiarios de las tarjetas se reparten de la siguiente forma: 27 del PP, 15 del PSOE, 5 de IU y 11 sindicalistas. En una semana se han producido 14 dimisiones o ceses. UGT y Comisiones Obreras han perdido a dos históricos, José Ricardo Martínez y Rodolfo Benito, ambos con un historial de lucha sindical que se remonta al franquismo.

5. ¿Es posible recuperar el dinero?

Bastaría con que todos los que gastaron dinero con las tarjetas, lo devolvieran. Una semana después de que estallara el escándalo, la cantidad recuperada por Caja Madrid y Bankia es de 754.400 euros del total de 15,2 millones de euros. Rato y sus tres directivos, que tuvieron tarjeta en la época de Bankia, comenzaron a devolver el dinero antes de la investigación judicial, porque la entidad les avisó en junio. Alegan que la Fundación Caja Madrid, el único vestigio de la después de la fusión, no ha reclamado cantidades. La encargada de haberlo hecho, la presidenta de la fundación Carmen Cafranga, dejó su puesto al estallar el escándalo porque ella también tuvo “tarjeta black”.

6. ¿Cómo ha estallado el escándalo?

En el mes de diciembre de 2013, eldiario.es publicó una serie de los correos de Miguel Blesa, enviados o recibidos en su dirección corporativa de presidente de Caja Madrid. Estos correos llegaron a eldiario.es, junto a otros 8.000, a través de una fuente derivada por el Partido X.

En uno de estos correos de Blesa, de septiembre de 2009, el secretario del Consejo de Administración Jesús Rodrigo escribe a Enrique de la Torre, quien le va a suceder. En copia del correo, con el encabezamiento “confidencial”, está Miguel Blesa. “Los miembros de la Comisión de Control, conforme a la normativa de Caja Madrid, no pueden pertenecer a Consejos de filiales o participadas. Por tanto solo cobran dietas por las reuniones de la Comisión (1350 € brutos). Además, tiene cada uno una tarjeta visa de gastos de representación, black a efectos fiscales hasta ahora (no esta nada claro que la nueva jefa de inspección mantenga este criterio sobre todo teniendo en cuenta que Cipriano no conocía los nuevos importes), de 25000 € anuales excepto su Presidente que tiene una cobertura de 50000 €”.

A raíz de la publicación del correo en eldiario.es, Bankia realizó una investigación interna. Su resultado fue puesto en conomiento del FROB, pero restando relevancia penal al uso de las tarjetas “black”. El Fondo de Reestructuración Bancaria, sin embargo, consideró que los hechos revestían enorme gravedad y los puso en conocimiento de la Fiscalía Anticorrupción. Esta, a su vez, informó al juez Fernando Andreu, que instruye el 'caso Bankia', donde ejerce la acusación el colectivo 15MPaRato.