A comienzos de abril el consistorio donostiarra aprobó el Plan Especial de Protección Urbanístico Construido (PEPPUC), con un nuevo sistema clasificatorio que da luz verde a la empresa propietaria del antiguo Teatro Bellas Artes para poder derribar el histórico edificio y construir un hotel de lujo en su lugar. Esta decisión ha provocado una respuesta social en Donosti que ya ha alcanzado las 10.000 firmas de ciudadanos que prefieren mantener el histórico edificio.
Para esta plataforma, lo contrario “supone ceder ante la iniciativa privada”, dice Jonander Agirre, portavoz del colectivo anti derribo. El alojamiento que previsiblemente ocupará su lugar será un establecimiento de cuatro estrellas, con 90 habitaciones y seis plantas. Una realidad que al anuncio del plan, el concejal de Urbanismo donostiarra, Ricardo Burutarán, daba por sentada y que ha supuesto que más de 10.000 ciudadanos hayan manifestado su oposición en apenas un mes de recaudación de firmas.
La iniciativa ciudadana está siendo un éxito ya que el objetivo inicial era reunir 5.000 firmas y se alcanzaron en apenas cuatro días. “Nos pusimos entonces la meta de las 10.000 y las hemos pasado este domingo”. Ahora, aunque apenas quedan tres semanas para la fecha límite para presentar alegaciones en el Ayuntamiento donostiarra, las 15.000 adhesiones son una aspiración complicada pero asumible. Además, el objetivo es conjugar la recogida de apoyos con “acciones concretas” y “adherir al proyecto a personalidades, asociaciones y a otras plataformas que puedan sumar enteros”.
Silencio del Gobierno municipal
El próximo viernes se celebrará una reunión importante entre las diferentes organizaciones y se “intentará avanzar hacia algo más grande para llamar la atención por encima de una firma”. Una cita importante, que no sustituye a otra que desde la plataforma esperan con ansia, la reunión con el equipo de Gobierno. “Nos hemos puesto en contacto con ellos pero no hemos tenido ninguna respuesta”, dice Jonander, que asegura que “seguiremos intentándolo”.