El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha solicitado “un ejercicio de cultura de respeto” al grupo de jóvenes que este jueves profirieron diversos insultos contra él durante la recepción a las autoridades con motivo de la misa de San Ignacio celebrada en la localidad guipuzcoana de Azpeitia.
Los hechos se han producido momentos después de las diez y media de la mañana, al finalizar el acto institucional en el Consistorio en el que el alcalde de la localidad guipuzcoana ha entregado el junco de mando al lehendakari en presencia, entre otras autoridades, del diputado general del territorio, Martin Garitano.
A la salida de la comitiva del edificio municipal en dirección a los autobuses que les han trasladado a la Basílica de San Ignacio, un grupo de jóvenes han gritado proclamas como “Herria ez dago salgai” (“El pueblo no está en venta”), y han llamado “fascista” y “payaso” al lehendakari.
Urkullu se ha acercado a este grupo y ha apelado al “respeto debido” a las instituciones. “Si en aras de la libertad de expresión estamos sometidos a lo que pueda ser cualquier insulto personal, y menos de fascista o payaso, no lo voy a admitir”, ha dicho posteriormente el lehendakari a los periodistas que le han preguntado sobre el incidente.
En esta línea, ha abogado por realizar un “ejercicio de cultura de respeto a las instituciones y a los responsables institucionales, para no caer en lo que pueda ser el libertinaje de cualquier insulto que va más allá de un ejercicio honesto de libertad de expresión”.
Previamente, el lehendakari había recibido en la calle a un grupo de trabajadores de la empresa Corrugados Azpeitia, que le han entregado una carta en demanda de una “negociación real” para dar salida al conflicto existente en la planta.
“No tengo ningún problema en atender a los trabajadores que están en una situación delicada y que manifiestan esta situación con todo los respetos, como así ha sido”, ha afirmado.