Comienza el espectáculo floral de los almendros en la Quinta de los Molinos, el 'hanami' madrileño
Como cada año por estas fechas, y a pesar de las todavía bajas temperaturas, los almendros de la Quinta de los Molinos ya dejan ver tímidamente sus primeras flores. Es difícil calcular cuándo tendrá lugar este efímero espectáculo de la naturaleza, ya que depende de la meteorología su pronta o tardía llegada.
El pasado 16 de febrero ya se podían ver los primeros almendros floreciendo de la temporada, aunque el proceso ha culminado este jueves 23 de febrero. El característico olor de los árboles ya inunda el parque y sus inmediaciones. La Quinta se ha teñido de blanco y rosado abriendo paso a la primavera.
Este año la floración ha llegado algo antes de lo previsto, con entre 5 y 6 días de adelanto según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En 2022 el proceso fue normal después de un 2021 marcado por Filomena que adelantó casi 10 días la llegada de las flores del almendro al parque madrileño. Este fenómeno de la naturaleza experimentará su momento de mayor apogeo durante los días 25 y 26 de febrero.
Los más de 1.500 ejemplares de estos árboles que alberga la Quinta de los Molinos son indiscutiblemente la estrella del lugar durante febrero y marzo. La imagen de los almendros en flor es la estampa más característica del parque, los tonos blancos y rosados cubren todo sin permitir ver el verde del césped.
Sus colores y la expectación que generan recuerdan al hanami japonés. Al igual que en el país nipón viven la floración de los cerezos como una cita inescrutable para acercarse a la naturaleza, los madrileños aprovechan para pasear, tomar fotos y hacer pequeños picnics bajo los almendros.
No es el único lugar de la capital en el que disfrutar de este espectáculo, parques como El Retiro o Casa de Campo también ofrecen una estampa similar, pero sin duda, la Quinta de los Molinos es el lugar por excelencia para deleitarse con la floración. Esta zona verde alberga 7.688 unidades arbóreas, de las que el almendro es la más predominante. Lo más especial de este evento es su brevedad, tiene lugar durante tan solo dos semanas al año.
Este espectáculo tan poco habitual atrae tanto a locales como a visitantes dispuestos a inmortalizar la belleza de estos árboles. Disfrutar de la floración es fácil, en horario de 6.30 a 22.00 se puede acceder a este espacio ubicado en el barrio de Salvador del distrito de San Blas-Canillejas. Las instalaciones cuentan con cinco puertas, aunque la más frecuentada es la que se sitúa en la calle de Alcalá, a la salida de la estación de Metro de Suanzes. Además también se puede acceder desde la calle Juan Ignacio Luca de Tena, la avenida 25 de septiembre, la calle Doctor Zamenhof y la calle Miami.
En este plano de la Quinta de los Molinos se pueden observar cada uno de los accesos mencionados:
Los almendros se encuentran a ambos lados del paseo principal, en la zona de huertos de la antigua finca señorial. Se pueden ver caminando de sur a norte. En caso de que se acceda desde la entrada de la calle Alcalá los árboles se encontrarán a la derecha y al avanzar hasta la mitad del parque estarán a la izquierda.
Otras actividades con las que disfrutar de la visita
Además de recorrer el parque en busca de almendros, es recomendable aprovechar el paseo para conocer mejor la Quinta de los Molinos. Este parque data de 1920 y fue parte del entorno del palacete del arquitecto César Cort Botí. En 1980, tres cuartas partes de la finca pasaron a ser propiedad del Ayuntamiento de Madrid, que se encargó de restaurarlo, convirtiéndolo en una de las grandes zonas verdes de la ciudad.
En 2018 el palacete pasa a ser un espacio cultural diseñado para la juventud madrileña. En este se realizan actividades orientadas a niños y jóvenes de 0 a 16 años. Además, es posible tomar algo y relajarse en su café-jardín, donde trabajan camareros de la escuela de hostelería municipal.
También se organizan talleres y actividades con asiduidad. De hecho, el pasado fin de semana se celebró el inicio de la floración en el Espacio Abierto del parque con un show gratuito de música y danza para toda la familia.
Y si hablamos de la naturaleza que rodea el recinto, hay mucho más. Además de los almendros, los visitantes también pueden contemplar otras especies como olivos, pinos, higueras, lilos, retamas, romeros, hibiscos, adelfas, avellanos, tarajes y otras menos habituales como feijoas, eucaliptos, azufaifos o paulonias. La caminata termina en el lago del parque, donde habitan carpas y tortugas, un oasis en medio de Madrid al que muchos acuden para desconectar.
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