Un concierto de 100 violonchelistas gratuito y al aire libre clausura los Veranos de la Villa este domingo

Los Veranos de la Villa llegan a su fin después de casi dos meses ofreciendo todo tipo de espectáculos en la ciudad. Desde su inauguración el 5 de julio, han pasado por el festival cultural artistas como Sole Giménez, Eliades Ochoa o Carlos Sadness. Además, el público ha podido disfrutar de numerosas propuestas gratuitas entre las que destacan la exposición sensorial Seasonal Proximities, el espectáculo acrobático de la Danza del León o Algo inesperado, un concierto secreto del que no se desveló la identidad del artista hasta esa misma noche, sorprendiendo a los asistentes con la aparición de Mala Rodríguez en el escenario. Más 200 actividades repartidas por 29 espacios de la capital.

Este domingo, los Veranos de la Villa se despedirán por todo lo alto hasta el próximo año. Para la ocasión, el programa cultural ofrecerá un concierto gratuito a lo grande. Cien violonchelistas se subirán al auditorio al aire libre del parque Enrique Tierno Galván para ofrecer un espectáculo único. Con Giovanni Sollima y Enrico Melozzi a la cabeza, 100 Cellos hará de la última noche del festival un encuentro mágico.

Esta orquesta abierta y “transversal” está compuesta por grandes profesionales, solistas famosos, estudiantes, aficionados y apasionados de la música. Algunos de sus participantes llevan inmersos en el proyecto desde los inicios, mientras que otros se subirán a tocar por primera vez la noche del domingo 27 de agosto.

El repertorio abarca todas las épocas y estilos, con la composición, arreglos y la dirección a cuatro manos de Sollima y Melozzi, que se alternan hábilmente los papeles de solista y director durante la actuación. El ensemble de violonchelistas interpretará desde piezas de Beethoven hasta grandes éxtiso de Pink Floyd, demostrando que 100 Cellos va más allá de un simple espectáculo musical: es un testimonio del poder de la colaboración y la universalidad de la música. 

El espectáculo dará comienzo a las 21.30, aunque las puertas se abrirán una hora antes. Los momentos previos al concierto se amenizará la espera del público con música. Además, los asistentes podrán llevar la cena desde casa y hacer un pícnic en las praderas del parque antes de que empiece la actuación.