La capital se prepara para celebrar el carnaval con un programa de actividades gratuitas que se extenderán hasta el próximo 22 de febrero con el tradicional Entierro de la Sardina, dando paso a la Cuaresma. El protagonista de las fiesta “más descarada y divertida del año” será el Gran Desfile del 18 de febrero, que recorrerá Madrid Río y Matadero encabezado por la compañía artística Yllana.
Desde el sábado de Carnaval hasta el Miércoles de Ceniza, la ciudad contará con pasacalles, actuaciones musicales y actividades tradicionales organizadas por el Ayuntamiento de Madrid. Además, algunos distritos de la capital, en colaboración con asociaciones vecinales, darán rienda suelta a su imaginación preparando su propia programación carnavalera.
La compañía madrileña Yllana, a la que se le ha encomendado la dirección artística del desfile, plasmará el espíritu carnavalero de la capital con su toque personal en los disfraces, máscaras, murgas y comparsas que animarán el pasacalles. Un proyecto que afrontan con gran ilusión y con el que están dispuestos a devolver a la ciudad la esencia de los carnavales prepandemia.
El 18 de febrero desfilarán por las calles de Madrid elementos de tres momentos históricos de la ciudad: el Madrid Mitológico, el de los Austrias y el de la Movida. Tres símbolos esenciales para comprender la evolución de la capital hasta la actualidad que la compañía Yllana se encargará de plasmar en los disfraces y carrozas. En el pasacalles participarán equilibristas, damas gigantes, espadachines, zancudos, patinadoras, malabaristas y asociaciones folclóricas, más de un centenar de artistas que animarán el carnaval madrileño.
Al igual que en ediciones anteriores, la ciudad ha elegido un hilo temático que inspirará todos los actos del programa de fiestas. Este año el carnaval estará protagonizado por Neptuno, que además de ser el dios del mar, este febrero se convertirá en el dios del carnaval madrileño. La encargada de ilustrarlo ha sido Maria Picassó i Piquer, que ha convertido al rey de las profundidades en el más castizo, con sardinas vestidas de chulapas incluídas.