Una suerte de lámpara que carga los ‘smartphones’ cercanos sin necesidad de posarlos sobre una base, como sucede con el iPhone X: investigadores del MIT se subieron esta semana al escenario del TechCrunch Disrupt TechCrunch Disrupt en San Francisco, uno de los mejores escaparates para las 'startups', para presentar en cinco minutos su dispositivo y defender su proyecto emprendedor ante un jurado que procuraba buscarles las cosquillas.
Finalmente, Pi ha sido la ganadora de entre las 22 empresas seleccionadas para participar en la Startup Battlefield, una competición en la que también han quedado finalistas una firma que desarrolla cascos de realidad aumentada para cirujanos, una plataforma para ofrecer cuidados a ancianos y bebés o una compañía que quiere simplificar las pruebas de fertilidad.
Además de embolsarse 50.000 dólares (41.000 euros), Pi se ha llevado de la cita una visibilidad impagable, fruto de tener frente al escenario a prestigiosas firmas de capital riesgo, a potenciales socios y a medios de comunicación de todo el mundo. Miles de personas acuden a este evento anual, con réplicas en otros países. No en vano, junto a otros cuantos escenarios, el TechCrunch Disrupt tiene el honor de haber aupado a buena parte de los gigantes de la tecnología de los últimos años.
El escenario que descubrió a Dropbox
Hace una década, la publicación estadounidense TechCrunch comenzó a organizar, junto a otros portales de tecnología una competición para galardonar a las ‘startups’ más atractivas del 2007. Eran los Premios Crunchies, una suerte de Oscars de la tecnología que enseguida se popularizaron. Facebook, que se había abierto al público general el año anterior, fue galardonada con el premio a la mejor ‘startup’ global y Mark Zuckerberg se llevó el de mejor fundador.
Un Twitter aún en pañales fue distinguido como el mejor proyecto para móviles y Hulu se alzó con la victoria en la categoría de vídeo. El jurado de los Crunchies no andaba precisamente desencaminado.
También en 2007 empezó a celebrar un evento de dos días precursor del Disrupt (TechCrunch40), donde también organizó una competición de ‘startups’ competición de ‘startups. Desde entonces, varias compañías que daban sus primeros pasos y pasaron por el verde campo de batalla se han convertido en gigantes.
Fitbit (que salió a bolsa hace un par de años y ahora tiene una capitalización bursátil por encima de los 1.000 millones de euros) o Dropbox (valorada en unos 8.600 millones y que podría dar el saltó al parqué este mismo año) son algunas de las apuestas con recorrido que han pasado por Startup Battlefield.
En total, 648 ‘startups’ han participado ya en esta competición, recaudando tras su paso por el escenario 6.900 millones de dólares (5.700 millones de euros). Hasta 95 de ellas han logrado el ansiado ‘exit’, es decir, la salida a bolsa o la adquisición por parte de otra empresa, según los datos de TechCrunch.
Pero, más allá de esa competición, que hasta la serie de HBO ‘Silicon Valley’ ha parodiadoSilicon Valley’ ha parodiado, el TechCrunch Disrupt reúne a cientos de empresa en fase de lanzamiento en busca de inversores y por el escenario también pasan grandes líderes tecnológicos. En esta edición hemos visto a Sebastian Thrun, el padre de los coches autónomos de Google (que incluso subió a su perrito a la palestra) o a Kevin Durant, que además de estrella del baloncesto, tiene su propia firma para invertir en compañías tecnológicas. TechCrunch Disrupt se ha convertido así en una de las grandes fiestas tecnológicas de Silicon Valley.
Y Combinator, la impulsora de Airbnb o Stripe
En 2005, antes de que disfrutáramos de Twitter o Facebook, el programador Paul Graham creó Y Combinator, la primera aceleradora de ‘startups’, a la que siguieron muchas otras iniciativas similares para dar un empujón a empresas tecnológicas en sus primeras fases y ayudar a que crezcan rápidamente.
Un programa de formación de tres meses con el asesoramiento de prestigiosos mentores, una inversión de 120.000 dólares (100.000 euros) a cambio de quedarse con un 7 % de las participaciones de la compañía, y la posibilidad de tener unos minutos de gloria para presentarse ante un selecto grupo de inversores en la gran gala final del Demo Day es lo que esta aceleradora ofrece a las ‘startups’ que pasan su exhaustivo filtro.
Varios unicornios de Silicon Valley (‘startups’ valoradas en más de 1.000 millones de dólares) recibieron uno de sus primeros impulsos en esta aceleradora pionera. Reddit, que pasó por la primera edición de su programa, Dropbox o la plataforma dedicada a los pagos móviles Stripe son tres de ellos.
Otra de las que pasó por allí fue Airbnb. En 2008, sus fundadores no tenían recursos para hacerla despegar y, aunque en un primer momento a Graham no le gustó su idea, lo acabaron convenciendo. “Vosotros chicos sois como cucarachas. Simplemente no moriréis”, les espetó. Ahora, la plataforma de alquiler vacacional está en los primeros puestos de la selecta lista de unicornios con su valoración de casi 26.000 millones de euros.
Sam Altman, que pasó por la primera clase de Y Combinator, es ahora el presidente de la aceleradora, desde la que aseguran que han impulsado unas cincuenta ‘startups’ valoradas en más de 100 millones de dólares y han respaldado más de un millar.
Hace poco se celebró el primer Demo Day de los dos que tienen lugar anualmente en el emblemático Computer History Museum de Silicon Valley. De las 124 ‘startups’ que se presentaron ante los inversores, la mayoría tenían como clientes a empresas (41) y la inteligencia artificial destacaba como el sector al que se dedicaba un mayor número de ellas (18). ¿Oiremos hablar de alguna en los próximos años?
Aceleradoras que invirtieron en gigantes
Poco después que Y Combinator aparecía Techstars, una red de aceleradoras repartidas por todo el mundo que funcionaba de forma similar. Las dos tienen tasas de aceptación inferiores a las de las universidades de la Ivy League. Según sus propios datos, por los programas de aceleración de Techstars han pasado 795 compañías de las que un 12 % han sido compradas por otras y casi ese mismo porcentaje ha fracasado. La firma también es famosa por haber invertido, en su faceta de ‘venture capital’ (capital riesgo), en algunas 'startups' de éxito, como Uber, el rey de los unicornios, con una valoración que duplica a la de Airbnb.
También son conocidos los Demo Day de 500 Startups, una compañía fundada por el polémico inversor Dave McClure, que acaba de renunciar a llevar las riendas de la compañía tras las denuncias de acoso sexual de varias mujeres. Además de sus programas de aceleración, 500 Startups ha invertido en grandes firmas, como la empresa dedicada a la impresión 3D MakerBot (adquirida por el gigante Stratasys por 403 millones de dólares, 336 millones de euros).
El número de aceleradoras no ha parado de crecer en los últimos años (también en España), por lo que hace tiempo que se habla de una posible burbuja en el sectorburbuja. Pese a ello, sigue habiendo unas cuantas fechas señaladas en las que todo el mundo en el emprendimiento mira a un escenario: la Demo Day de Y Combinator o el reciente TechCrunch Disrupt son los dos grandes ejemplos.
--------------------
Las fotografías son propiedad de Lisa Brewster y Kevin Hale