De programar con 14 años en un viejo Nokia a trabajar en una 'startup' del MIT

Al igual que a otros muchos chavales de cualquier rincón del globo, al nigeriano Elvis ChideraElvis Chidera le entusiasmaban los videojuegos y pasar horas y horas navegando por la Red. Sin embargo, él se hacía preguntas mucho más profundas sobre la tecnología detrás de aquellas páginas. “En aquel momento, pasaba un montón de tiempo online y esto me llevó a [pensar] '¿cómo esos tipos son capaces de crear webs?'”, explica a HojaDeRouter.com.

Recurriendo a Google, descubrió los tutoriales de HTML, CSS o JavaScript de la web W3SChools y aprendió a programar de forma autodidacta. Ni corto ni perezoso, se propuso escribir él mismo líneas de código cuando ni siquiera tenía un ordenador: de adolescente, creó sus primeras apps pulsando los botones físicos de un Nokia 2690 Nokia 2690(lejos de lo que hoy consideramos un smartphone) hace más de un lustro.

Aprendiendo a programar con un teléfono con teclado

Cuando daba sus primeros pasos en el mundo de la programación, Elvis vio La red social. La controvertida película sobre el nacimiento de Facebook, criticada por el propio Mark Zuckerbergpropio Mark Zuckerberg, le sirvió de inspiración: se propuso crear una versión mejorada de la plataforma. “No era tan buena como Facebook pero tenía algunas funciones extra”, admite ahora Chidera.

Este joven descubrió internet en los cibercafés cercanos a su casa, en una zona a las afueras de Port Harcourt. Ubicada en el delta del Níger, la urbe es la capital de Rivers, uno de los 36 estados que forman el país más poblado de África (Nigeria tiene 190 millones de habitantes), situado en el puesto 152 de los 188 países analizados en el Índice de Desarrollo Humano.

Entre otros factores, ese ranking tiene en cuenta la esperanza de vida, un dato en el que Nigeria también está en las últimas posiciones del mundo (es tan solo de 53 años) o el nivel educativo (la tasa de alfabetización entre la población adulta es tan solo del 60 %).

En 2012, cuando Chidera aún iba al instituto, los ordenadores de los cibers no ayudaban precisamente a este soñador a convertirse en el próximo Mark Zuckerberg: no podía instalar el software que deseara ni pasar demasiado tiempo en ellos, ya que usarlos varias horas al día significaba gastar los ahorros que lograba recabar durante meses.

“No podía permitirme uno y nadie a mi alrededor podía ayudarme a conseguirlo, ni mi familia ni mis amigos”, recuerda Chidera. Dispuesto a aprender código a toda costa, pidió ayuda en foros online e incluso se pasó por alguna tienda de ordenadores. Nada funcionó. Por suerte, tenía un dispositivo con el que intentar la hazaña: un Nokia 2690 que le había regalado un familiar y con el que podía conectarse a internet accediendo a una red 2G. Tirando de ingenio, encontró un software desarrollado en Rusia que le permitía editar y compilar sus aplicaciones Java en su propio móvil.

Obviamente, la labor para desarrollar una app en ese pequeño dispositivo provisto de una pantalla de 1,8 pulgadas era ardua: solo veía unas seis líneas de código en la pantallasolo veía unas seis líneas. Aunque consiguió crear su modesto Facebook de esa forma e intentó captar usuarios durante meses, el proyecto “no fue demasiado bien”, como reconoce entre risas Chidera.

Ni ese fracaso ni el esfuerzo que le costaba programar en ese teléfono le hicieron abandonar el código. Unos meses después, y con solo 14 años, desarrolló una aplicación llamada Xmx Medesarrolló una aplicaciónXmx Me para mandar SMS personalizados a varios destinatarios a precio económico. Gracias al apoyo de un internauta, logró pagar el alojamiento web y el servicio para enviar mensajes masivos.

Un famoso blog keniata dedicado al emprendimiento en África se hizo eco de la app cuando tenía casi 400 usuarios. Chidera afirma que 5.000 personas llegaron a registrarse, pero la monetización no era fácil. El adolescente con alma de emprendedor abandonó también ese proyecto.

Desesperado por poder comprarse un portátil, pidió ayuda en un foro de Nigeria, ahorró todo lo que pudo y abandonó sus proyectos personales para desarrollar una web como freelance.

Con ayuda de su incansable Nokia 2690, una web que le permitía ver si el código funcionaba y un amigo que comprobaba a diario el aspecto de la página, lo logró. “Fui capaz de conseguir dinero para el portátil”, rememora. Ya tenía la herramienta necesaria para ser programador.

De desarrollar ‘apps’ a trabajar en una ‘startup’ premiada

Tras liberarse de las ataduras de picar código en una pantalla diminuta y terminar el instituto, Chidera se propuso hace un par de años apoyar económicamente a su familia desarrollando appsapps en Android para cualquier cliente que lo necesitara. Según nos cuenta, ha desarrollado unas cincuenta desde entonces.

Aunque muchas de ellas son encargos de terceros (como Claire, Clairela app de una organización juvenil una organización juvenilque funciona como un diario anónimo y da consejos a los usuarios), otras apps disponibles en la Play Store son proyectos propios de Elvisproyectos propios. Biafra NewsBiafra News, un agregador de noticias regional, o Rx Music Player, un reproductor de música que permite añadir varios efectos, son algunas de las que han sido descargadas en miles de ocasiones.

De la que más orgulloso se siente Elvis es de PrepUp, una app para hacer tests de diferentes exámenes oficiales de Nigeriatests como si se tratara de un juego: asegura que ha sido descargada por más de 30.000 usuarios y fue una de las finalistas en los West Africa Mobile Awards de 2016una de las finalistas2016.

Ese mismo año, y después de un largo proceso de selección, Chidera conseguía un trabajo a tiempo completo como desarrollador en Dot Learn, una startup asentada en Lagosstartup. Con casi 21 millones de habitantes, la ciudad más poblada de Nigeria cuenta con un hub tecnológico que el propio Elvis ha calificado como el Silicon Valley de la región.

Los ingenieros fundadores de Dot Learn, el nigeriano Tunde Alawode y el indio Samrat Bhattacharyya,Tunde AlawodeSamrat Bhattacharyya se conocieron mientras estudiaban, respectivamente, un doctorado y un MBA en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés). Fue precisamente en el D-Lab del MIT, un centro que trabaja para desarrollar soluciones que hagan frente a los desafíos globales de la pobreza, donde reflexionaron sobre cómo podían mejorar el acceso a los vídeos educativos online en los países emergentes, donde los problemas de conectividad suponen un difícil reto.

No en vano, casi el 75 % de la población africana no usa internet casi el 75 % de la población africana no usa internet (según los datos oficiales, en Nigeria, hay 91 millones de usuarios, menos de la mitad de la población) y solo en 5 de los 27 países del continente (entre los que no se encuentra Nigeria) los usuarios disponen de un acceso a la Red asequible según el último informe de la Alliance for Affordable Internet, una coalición de empresas, organismos públicos y sociedad civil que trabaja en diferentes partes del mundo para mejorar ese acceso.

Para afrontar esos problemas, Alawode y Bhattacharyya idearon una tecnología pensada para comprimir vídeos educativos sin que la calidad visual se pierda por el camino: sus algoritmos convierten archivos en distintos formatos al suyo propio (.lrn) que, según asegura Bhattacharyya, CEO de la compañía, ocupan diez veces menos. De esta forma, cualquiera puede descargárselos con un smartphone y una conexión 2G, la que aún domina en el continente, a un bajo coste.

Además de conseguir el apoyo financiero de D-Lab, el Legatum Center del MIT, dedicado al emprendimiento, la MIT- Africa Initiative o el programa de aceleración Delta V del prestigioso centro de investigación permitieron a los fundadores de Dot Learn convertir su idea en realidad. Además,Cisco les acaba de conceder 75.000 dólaresconceder (60.000 euros) por conseguir el primer premio en su Global Problem Solver Challenge y han participado en el Startup Battlefield Africa que TechCrunch organiza en el continente.

“[Dot Learn] estaba alineado con lo que yo quería hacer”, explica Chidera. “Pretende mejorar la educación en África, así que realmente estaba entusiasmado y quería unirme”. Aunque en un principio fue contratado como desarrollador de Android —consiguió la certificación oficial el año pasado—, sus funciones se han ampliado con el tiempo.

En un principio, la empresa, formada por un equipo de cinco personas, pretendía desarrollar una plataforma educativa completa, creando y distribuyendo ellos mismos los vídeos, pero finalmente se han centrado en ofrecer un servicio para que las compañías educativas puedan comprimir sus contenidos.

Por el momento, ocho empresas cuentan con licencias para usar su librería de vídeos, y Bhattacharyya asegura que cien compañías de todo el mundo han mostrado interés por su servicio. “Buscamos empresas ed-tech (de tecnología educativa) con una librería de vídeos educativos que estén interesadas en expandir su alcance en áreas con poca conectividad”, detalla el CEO de Dot Learn.

Trabajar en esta empresa ha permitido a Chidera volcarse en programar profesionalmente, aunque, a sus 19 años, su camino en el mundo de la programación acaba de comenzar. “Ha sido genial hasta el momento, pero aún estoy al comienzo de todo. Aún tengo muchas cosas por hacer”, reconoce.

Este joven nigeriano ha querido compartir su historia en el querido compartir blog de la escuela gratuita para desarrolladores Free Code Camp para inspirar a otros jóvenes en una situación similar a la suya y ha puesto en marcha una iniciativa con el fin de ayudarles a que consigan su propio ordenador. No en vano, según el Banco Mundial, la falta de oportunidades laborales está en la base de los altos niveles de pobreza o de las desigualdades sociales en Nigeria.

Además, Elvis se ha marcado el objetivo de iniciar sus estudios universitarios este año. Nada parece frenar a este joven nigeriano que aprendió a programar en la pequeña pantalla de un Nokia 2690 con tal de conseguir sus sueños.

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Las fotografías de este artículo han sido cedidas por Elvis Chidera (1, 3 y 4)