Hoy vamos a hablar de Susana (nombre ficticio), una fotógrafa de Alicante (profesión y provincia ficticias) que un día hizo clic en un anuncio en Facebook de una red de inversión online (historia real). “Te daban un bono de crédito inicial y tú además metías tu dinero. Con mi primer movimiento, gané 20 dólares”. Susana invirtió en Google, la acción de Google subió, ella vendió su parte y la operación le salió bien: con un beneficio superior al 70%.
Susana retiró su dinero. “Lo saqué y quería cerrar la cuenta, pero es muy difícil [la web pide que no tengas fondos y que contactes con ellos si quieres darte de baja] y, como no puedes retirar el bono que te dan, sigo”. Susana tiene ahora 80 dólares con los que continúa operando, pero ya no hace movimientos propios: copia automáticamente los movimientos de otro usuario. “Vi que este usuario tenía un porcentaje de beneficio alto. Lo copio y tengo ganancias de unos tres dólares”.
Aquella web a la que Susana llegó aquel día haciendo clic en aquel anuncio de Facebook es una red de 'social trading': permite ver y replicar las operaciones de otros inversores para obtener las mismas rentabilidades que ellos. Si usuario A, con 50 euros, copia a usuario B, que invierte 5.000; cuando usuario B invierta 1.000 euros, usuario A invertirá automáticamente 10 en el mismo sitio. Si usuario B gana 200 euros en esa operación, usuario A ganará 2... Y así sucesivamente.
La idea es de eToro, una 'startup' fundada en 2007 en Israel que pretende, como tantas 'startups', democratizar un sector con altas barreras de acceso (en este caso, el financiero) y añadirle un componente social. Lo ha llamado 'social trading' y no es la única empresa con el mismo plan - entre la competencia están Currensee, Zulutrade o Ayondo -, pero sí la principal, con cuatro millones de usuarios; y la más completa, porque permite invertir en acciones, divisas, materias primas y Bitcoin.
Con 34 millones de euros en el banco para expandirse, eToro está haciendo lo que mejor saben hacer las plataformas sociales: simplificar la interfaz para que las finanzas parezcan un juego y le gusten a mucha gente e invertir en 'marketing' (poniendo anuncios en Facebook y ofreciendo dinero de entrada) para captar muchos usuarios (a los que luego les cuesta salir).
“Hay dos puntos que definen esta tendencia”, apunta Jesús Pérez, CEO de bolsa.com y colaborador de eToro en España. “Uno, que baja las barreras a la inversión. Al empezar a invertir en un 'broker' necesitas 3.000 o 4.000 euros para que las comisiones tengan sentido”. Aquí las comisiones son menores y además se opera con CFD, contratos por diferencia (un instrumento popular entre pequeños inversores que permite acceder a parte del producto financiero en sí, sin comprarlo directamente). “Permite comprar partes de una acción: quieres invertir en Apple y la acción está a 600 dólares que quizá no tengas. En eToro puedes comprar 50 dólares de Apple”.
“Pero por lo que está en boga es porque cada persona publica, por defecto, sus operaciones. Y puedes copiar a alguien de forma automática. Si haces públicos los movimientos de cuatro millones de personas, el talento emerge. Es como los fotógrafos o los blogs. Hay gente que tiene 'track records' mejores que los profesionales”, continúa. Para muestra, este artículo de The Washington Street Journal que repasa los perfiles y estrategias de inversión de varias estrellas de las redes de 'trading' social.
La inteligencia colectiva, al servicio de las finanzas
¿Es copiar a los mejores una buena estrategia de inversión? Si internet nos ha demostrado el poder de la inteligencia colectiva en áreas como la gestión del conocimiento (Wikipedia), la respuesta a las crisis (Humanitarian Open Street Map) o la simple decisión de a qué restaurante vamos esta noche (Tripadvisor), ¿pueden las redes de 'social trading' llevarlo a las finanzas y permitir, no sólo ya que sepamos en qué invierten los mejores, sino que repliquemos sus operaciones?
Entre agosto de 2010 y enero de 2012, tres investigadores de MIT Media Lab analizaron 5,8 millones de transacciones, 3 de ellos basados en decisiones independientes y 2,7 en decisiones copiadas (porque fue a principios de 2011 cuando eToro lanzó la característica del 'copytrading') para estudiar el efecto de la influencia social y la sabiduría de masas en las redes de 'trading'.
Y sí: según sus datos, copiar a los mejores implica mayor beneficio. “Sin embargo, aún nos gustaría saber cómo de bien selecciona la comunidad a los mejores. Parece posible conseguir beneficios copiando a los usuarios top, pero hay muy pocos. Si aumentamos los usuarios top a más de diez, se reduce el beneficio. Otro punto interesante es que la comunidad funciona muy bien seleccionando a los líderes, pero la red falla al generar un algoritmo que lo haga solo”.
Copiar a... ¿Los mejores?
Ahora volvamos a Susana. Como Susana gana dinero, aunque sea copiando a otros, el sistema ha interpretado que está entre las mejores 'traders' y la sugiere como usuaria a seguir cada vez que alguien se abre una cuenta; algo similar a lo que hacen Twitter o Pinterest con la diferencia de que, además del botón de 'seguir', está el de 'copiar'. ¿Es Susana una estrella? “El otro día me escribió un chico de Colombia para saber cómo invertir. Y yo ahora no opero, sólo copio a una persona. Es raro que yo esté en el 'top', porque al que copio tiene 4.206 seguidores y 343 copiadores. Supongo que significa que él lo está haciendo bien”, considera.
“Puedes ser bueno porque copies a los mejores, no porque operes. En el 'ranking' hay gente así, como gestores de fondos”, continúa Pérez. Susana no es, en efecto, ninguna gurú: sólo tiene 80 dólares invertidos y 3 de ganancias, pero la rentabilidad de sus operaciones es alta así que el sistema la mete en los quince inversores más populares. Cuando estos son especialmente populares porque tienen muchos seguidores, eToro les paga para que dinamicen la comunidad: si hay gente que copia sus estrategias de inversión es porque son buenos e interesa retenerlos. Recuerda que es una red social que necesita masa crítica y usuarios activos, y que además tiene dinero suficiente para pagarles por quedarse.
“Por qué el 'copytrading' es malo”
eToro está autorizada en Chipre y Reino Unido, donde tiene sedes, lo que no significa que no haya gente que haya perdido sus ahorros (invertir implica riesgos) y alerte sobre el sistema de copiado. El blog 'Why eToro Openbook Sucks' narra el caso de una persona que operó durante un año copiando a los principales gurús de la web y perdió toda su inversión.
“Los gurús de eToro son gente normal. ¿De verdad crees que los operadores profesionales van a querer ser gurús por unos pocos cientos de dólares al mes? El 99% de ellos promedia a la baja, que se considera como la práctica de inversión más fácil, pero la peor”, cuenta.
Promediar a la baja es comprar más activos de un valor que ya tienes a un precio inferior al que lo compraste (esperando que, cuando suban, tengas tantos que al venderlos recuperes la pérdida). Es una estrategia arriesgada que en el caso de las redes de 'copytrading' perjudica al usuario que, con poco dinero, copia: el gurú (al que la red paga por tener seguidores), tiene dinero suficiente en la cuenta para promediar a la baja y comprar muchos más títulos (que, si luego vende y rentabiliza, aparecerán como inversiones exitosas y le subirán en los 'rankings'). Llega un punto en el que el usuario que ha metido poco dinero y ha decidido copiar al gurú tiene un mensaje de error: no tiene fondos suficientes para replicar esas operaciones.
“Creo que el 'copy trading' es una gran idea si se usa bien. No tengo queja sobre la empresa. Pero no recomendaría a un novato usar la opción de copiar, porque no funciona. Espero que tomen acciones para analizar mejor a los 'traders' y evitar malas prácticas. Mi consejo es comprobar las estadísticas de cada uno en un mes, tres, seis y un año; y que sea rentable en cada tramo, así como sus máximas caídas y picos”, finaliza. “He visto gurús que tienen muchos 99,9% porque se recuperan pronto y tienen mucho dinero para operar. Sin embargo, los copiadores pobres seguramente hayan perdido toda su inversión”.
Si copias, hazlo con responsabilidad
“No se comparte el dinero invertido, sino la 'performance': que si has invertido 100 y has ganado 2, tienes un 2% de beneficio”, explica Pérez. Si la rentabilidad de un usuario es alta, sea a base de lo que sea (de copiar a otros o de promediar a la baja), es buena para el sistema. “Hay personas que no son gestores de bancos o sociedades de valores pero son muy buenos inversores. Internet da acceso a ellos”, considera Juan Sainz, director financiero de Facephi y analista independiente.
Replicar sus inversiones es responsabilidad del que copia. “Cuando copias a alguien deberías ver lo que hace. Si un usuario opera con 100 euros y le va bien, es mucho riesgo. Si el sistema te lo recomienda sólo porque ha tenido un mes bueno... Habrá mucho que mejorar en cómo da la información. Pero investiga: ¿qué hace? ¿Qué información tienes? La gente parece que no ve el riesgo de invertir. Cuando copias, la decisión es tuya”, afirma Sainz. La información que tienes es la de su rentabilidad, historial, 'portfolio' y copiadores. Como explica el colaborador de eToro en España, “la red da datos, pero no puede elegir a los mejores directamente. Da herramientas para que el usuario tome decisiones”.
Copiar o no copiar depende, en fin, de la estrategia de inversión de cada uno. Joan Anglada, economista y periodista financiero, cree que “la inversión es una ciencia artesanal. Si pones dinero en algo, haz los deberes. Todo lo automático puede fallar”. Y aunque los algoritmos se sofistiquen para ofrecernos a los mejores de verdad (como ha pasado en buscadores, sistemas de recomendación o redes sociales), el CEO de Bolsa.com intuye un 'trading social' futuro que termine replicando los problemas de las finanzas 'offline'. “Pasará como en la industria financiera: a medida que la red gane volumen se enfrentará a más problemas. El mercado es más agresivo cuanto más automatizado está”.