“Tengo un amigo que ha regresado a China recientemente y me ha preguntado que si tengo 'Fei Si Bu Ke'. No entiendo nada, ¿qué es eso?”, explicaba en su blog una ciudadana china en 2011. Cinco años después: “¿'Fei Si Bu Ke'? No sé qué es. ¿En qué contexto?”, preguntan los activistas Luo Fan y Jack Chung a HojaDeRouter.com. Piensan un poco. “Ah, ¡ya lo pillo!”, exclama Fan.
La pronunciación de Facebook llevada a los caracteres del chino mandarín (éæ»ä¸å¯) es muy similar a 'Fei Si Bu Ke', que significa algo así como “condenado a morir”, “tienes que morir”, “debe morir” o “alguien debe acabar con él”, en función de quien lo traduzca. En ello están de acuerdo los activistas nombrados y Chung Hua, estudiante chino en España, quien admite que jamás diría de forma seria 'Fei Si Bu Ke' sino 'lian shu', una expresión más literal que significa “cara libro”.
Victor H. Hair, profesor de lengua y literatura china en la Universidad de Pensilvania, ha dedicado varios artículos a analizar la cuestión y corrobora el sentido de la frase ideada por los ciudadanos chinos. Afirma que se trata de una “transcripción muy común en la que los caracteres chinos han sido cuidadosamente seleccionados”.
Entonces, ¿se trata de una simple casualidad que ha determinado el futuro de la red social en el país o su utilización está más que planificada? Lo cierto es que el caso tiene un poco de ambas circunstancias y que en los últimos años se ha estado utilizando a modo de broma especialmente en la Red. Hair asegura a este medio que la traducción “no tiene sentido, no puede tomarse como algo serio” y su construcción simplemente deja claro que, cuando los chinos transcriben sonidos extranjeros a sus propios caracteres, se acaba creando algo absurdo.
En ocasiones también sucede que esas transcripciones tienen un doble sentido que llama la atención. El estudiante Hua entiende que quienes pretenden burlarse de los límites impuestos por las autoridades chinas a internet lo utilicen de forma irónica. Él tiene cuenta en Facebook desde los 17 años, por influencia extranjera (para poder comunicarse con gente del exterior), y explica que para acceder necesita una aplicación que le ayude a “saltar el muro” impuesto por el Gobierno. Aun así, la conexión con Facebook suele ser lenta, lo que hace que, junto con la prohibición, su uso apenas sea habitual en el país.
“La mayoría de los chinos ni saben lo que es porque está prohibido”, añade. Como señalan algunas bromas relacionadas con el término, como la del cartel anterior, “si el rey quiere que mueras, tú 'Fei Si Bu Ke'”. O, lo que es lo mismo, “si el rey quiere que mueras, debes morir”. Chung explica que se trata de algo cultural, un chiste que hace referencia a una tradición que se remonta hasta muy lejos, cuando los emperadores ordenaban a una persona que se suicidara y, por lo tanto, debía hacerlo.
Otros también están utilizando este doble sentido para explicar su pasión por las redes sociales: “Yo prefiero 'Fei Si Bu Ke' si no tengo Facebook”, que significaría algo similar a “yo prefiero morir si no tengo Facebook”.
Una desafortunada transliteración
Parece que, efectivamente, Facebook está condenado a morir en China. El término ya quedaba recogido hace algunos años en el libro 'Startup Asia: Top Strategies for Cashing in on Asia's Innovation Boom'. Era Michael Cledenin, fundador y director de RedTech Advisors quien, en 2009, vaticinaba que la desafortunada transliteración se iba a convertir en algo más que una simple coincidencia. Según Cledening, Zuckerberg se enfrentaba ya por aquel entonces al reto de conectar a todo el mundo, algo que no sería posible sin encontrar un hueco para entrar en China.
Los ciudadanos chinos consultados para este artículo están de acuerdo en que “ahora podemos decir que desafortunadamente ha predecido el destino de Facebook en China”, tal y como afirma Fan. ¿La relación actual entre el país, la red social y Zuckerberg? “Ninguna, solo que la mujer de Zuckerberg es de allí. Todo está bloqueado y China no explicará la razón”, dice entre risas.
No es necesario hacer una búsqueda en la herramienta de monitoreo GreatFire, que controla cuándo ciertas páginas están o han estado bloqueadas en China, para saber que Facebook se ha resignado a la oscuridad desde julio de 2009, cuando algunos independentistas utilizaron la plataforma para comunicarse durante una serie de disturbios en la ciudad de Urumqi. En aquel momento, los jóvenes universitarios que lo conocían ya empleaban la traducción 'Fei Si Bu Ke' casi a modo de burlaya empleaban la traducción 'Fei Si Bu Ke'.
Muchos pensaron que la censura de la web acabaría cuando los problemas cesaran, puesto que ya se habían tomado medidas similares con otras páginas y casi siempre de manera temporal. Sin embargo, el temor de las autoridades a que la herramienta sea utilizada por los chinos para obtener información sin censura u organizar movimientos de oposición ha hecho que se mantenga cerrada.
En estas circunstancias, y a pesar de que Zuckerberg siempre ha pretendido acercar posiciones con la potencia asiática, las redes sociales autóctonas, más proclives a colaborar con el régimen, han ido ganando terreno en el sector. Su incapacidad para controlar la internet china supone un duro golpe para la mayor red social del mundo, que pierde un mercado muy interesado en medios de comunicación social y alrededor de 600 millones de usuarios, más del doble de los que se conectan desde Estados Unidos.
De hecho, aunque el líder de Facebook goza de una cierta popularidad en el país, especialmente entre los activistas, es probable que el fin de la censura no se viera acompañado de un aumento sustancial del número de usuarios. Un buen ejemplo es el de WhatsApp, que puede descargarse libremente en el país asiático. Sin embargo, pocos usuarios han apostado por él frente a WeChat.
Ya en 2012 el fundador de la multinacional explicaba en una entrevista que su estrategia tenía que centrarse en difundir Facebook por todos los lugares posibles y llegar a más usuarios allí donde las restricciones fueran pocas. Después, cuando el terreno en otros lugares estuviera sembrado, llegaría el momento de preocuparse por China. No obstante, la compañía trabajaba en paralelo para contratar a talentosos programadores chinos que eran (y son) los que mejor conocen el mercado y la situación de su país.
Un año más tarde, Pekin tomaba una decisión histórica al permitir que sitios extranjeros como Facebook o The New York Times pudieran dar servicio en la zona de libre de comercio de Shanghai. La intención de las autoridades era convertir este lugar en un campo de pruebas para introducir reformas financieras y económicas significativas. Sin embargo, a día de hoy, este territorio bloquea los mismos contenidos que el resto (a excepción de Macao y Hong Kong).
Resulta curioso que, a pesar del empeño chino en mantener a sus ciudadanos alejados de Facebook, hace algunos meses el propio Gobierno creó una página para documentar la visita de Xi Jinping a Estados Unidos durante la cual se reunió con el propio Zuckerberg. Los internautas chinos, al menos los que no suelen hacer uso de herramientas que permiten sortear el bloqueo, no pudieron ver los mensajes publicados en inglés en la página, ilustrados con fotos de su presidente en actitud conciliadora, sonriendo. Todos los detalles estaban calculados al milímetro por el aparato de propaganda del régimen.
Aprovechando la situación, Zuckerberg ha querido mostrar en varias ocasiones sus avances con el chino mandarín. Es posible que al magnate estadounidense no le pille por sorpresa el uso de expresiones como 'Fei Si Bu Ke', puesto que desde hace más de cinco años practica este idioma y fue capaz de mantener una conversación completa con el propio Xi Jinping. Su afán de entablar mejores relaciones con China es evidente. Durante el encuentro, incluso pidió al mandatario que otorgara un nombre chino de honor a su hija recién nacida.
Aunque aún no lo habla con fluidez, en octubre de 2015 también utilizó el mandarín para dar un discurso en la Universidad de Pekín. Además, en una de sus más recientes apariciones en la Red, Zuckerberg felicitaba el año nuevo chino en ese idioma a través de un vídeo. Los expertos sugieren que, más allá de intentar comunicarse con la abuela paterna de su mujer o de aprender una lengua por amor al arte, su objetivo es regresar al mercado chino más de un lustro después de su bloqueo. Gracias a su insistencia, la compañía abrió una sede en Pekín en mayo, para ayudar a las empresas locales a llegar a los consumidores de otros mercados a través de la publicidad.
En este escenario, son muchos los que se han preguntado si Zuckerberg estaría dispuesto a entrar en el mercado chino a cualquier precio, aunque supusiera censurar su propio contenido como lo ha hecho LinkedIn. Tal vez de ello dependa que acabe haciendo honor a su apodo 'Fei Si Bu Ke' o logre conjurar la maldición. Por el momento, la red social intenta sobrevivir desde la clandestinidad y ha hecho que su aplicación para Android pueda utilizarse de forma anónima, gracias a Tor, burlando la censura.
Sin embargo, lo que a día de hoy es innegable es que Facebook no existe para muchos chinos. Buen reflejo es el chiste que citábamos al comienzo de estas líneas:
“Zuckerberg, junto a su esposa estadounidense de origen chino, visita a sus parientes en China. Le preguntan por su trabajo, a lo que él responde con orgullo: 'Soy el fundador de la web más popular del mundo'. Los parientes buscan Facebook, pero no pueden acceder a la página. Enfadados, gritan: '¡Mentiroso! ¡Eso no existe!'”
Pues eso, que Facebook no 'Fei Si Bu Ke'. No está condenada a morir. Facebook ya ha muerto y como mucho intenta resurgir de sus cenizas.
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