Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La guerra entre PSOE y PP bloquea el acuerdo entre el Gobierno y las comunidades
Un año en derrocar a Al Asad: el líder del asalto militar sirio detalla la operación
Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

¿Hay alguien más leyendo tus correos? Si quieres saber quién, XRay te lo dice

Google, YouTube y Facebook utilizan datos sobre los usuarios para mostrar publicidad

Lucía Caballero

Cualquier página web puede convertirse en un hervidero de anuncios que no sabes muy bien de dónde salen, ni si han venido para quedarse. ¿Por qué Google te ofrece una noche de hotel en la Costa Brava? ¿Y un viaje en BlaBlaCar? Tampoco es difícil que un día te encuentres 'banners' de alguna web de contactos. Ya no recuerdas a quién le contaste que te has ido a vivir solo, pero seguro que no fue a ningún trabajador del gigante de internet.

Que muchas compañías recogen información de los consumidores para estudiar sus tendencias no es ningún secreto (hablamos de 'big data'). Conocemos dónde van a parar nuestros datos, pero seguimos sin saber quién nos vigila en cada momento, en qué está interesado, cuándo ha estirado sus tentáculos hasta nosotros y qué hace con lo que se encuentra.

“No tiene por qué ser negativo que las empresas utilicen nuestros datos, pero sí que no tengamos ni idea de cuándo los usan y para qué”, explica a HojaDeRouter.com Mathias Lécuyer, un “neoyorquino francés” que investiga sobre nuevas tecnologías en la Universidad de Columbia (EE.UU.) Lécuyer es uno de los creadores del proyecto XRay, una iniciativa que quiere hacer internet más transparente.

Según el francés y sus colegas, la Red puede ser como una caja negra. “Como nos falta visibilidad, es muy difícil detectar los abusos y tomar decisiones acertadas sobre en qué servicios debemos confiar y en cuáles no”, dice.

Los ‘rayos X’ que han diseñado en la Universidad de Columbia son en realidad una herramienta informática que revela a quien la utiliza qué datos obtenidos de sus cuentas (emails, búsquedas, artículos leídos...) son utilizados para mostrarle anuncios, productos u ofertas personalizadas.

“Puede ser útil tanto para los usuarios como para periodistas, auditores o investigadores que quieran analizar algún aspecto concreto”, asegura Lécuyer. Además de servir para mejorar el conocimiento que tienen los internautas sobre la manipulación de la información personal en internet, el programa brinda la posibilidad a los expertos de mantener a raya a los entrometidos digitales.

Google, ten cuidado con lo que haces

El investigador pone un ejemplo de las aplicaciones de XRay: “para cada anuncio que ves en Gmail puedes saber qué correo han utilizado para asignarte esa publicidad”. Aunque, como asegura el francés, aún se encuentran trabajando en la versión definitiva del ‘software’, ya están disponibles los resultados que han obtenido con la 'demo' para el servicio de mensajería de Google.

El sistema funciona analizando la publicidad mostrada por el servicio web y detectando los anuncios sobre alguno de los temas de una lista confeccionada por los expertos. En este primer estudio, consideraron 20 ideas, todas bastante controvertidas. Distintas enfermedades, diferencias raciales, orientación sexual, divorcios y seguros son algunas de ellas.

Los científicos encontraron que muchos anuncios se muestran en el correo de Google si hay palabras relacionadas con cáncer, alzhéimer y depresión en los mensajes.

Cuando uno de los emails contenía términos como depresión, deprimido o triste, a menudo aparecían anuncios para ofrecer al internauta “medicina chamánica por vía telefónica” o “'coaching': consigue a la chica que quieres”. Los ‘banners’ de servicios de asistencia en el hogar eran más frecuentes si se encontraba algún término vinculado con el alzhéimer, y los reclamos relacionados con la lucha contra el cáncer de mama eran más habituales si aparecía algo relacionado con esta enfermedad.

Lécuyer dice que no saben por qué las empresas se fijan tanto en los problemas de salud y que este aspecto les ha sorprendido. Alude a una posible causa: “algunos tratamientos tienen un gran valor comercial”. ¿Es lícito utilizar los datos personales de los consumidores potenciales para diseñar una campaña de marketing diferencial?

Todo tiene un límite

Los investigadores han encontrado pistas sobre una práctica comercial que no parece muy ética: la oferta de préstamos de alto riesgo a clientes que pueden tener problemas económicos. En su análisis a Gmail, detectaron gran cantidad de anuncios de créditos para comprar coches de segunda mano en cuentas de correo con palabras como deuda o préstamo. En ellos se aseguraba que todas las solicitudes serían aceptadas, independientemente de las condiciones del interesado.

También existe la posibilidad de que las empresas de seguros médicos puedan diseñar su publicidad según el estado de salud de sus futuros clientes. “Imagina que una de estas compañías creara dos ‘banners’, uno para jóvenes y otro dirigido a enfermos”, explica el francés. “Si llegas a su página desde el segundo tipo, podrían ofrecerte unos precios muy elevados para disuadirte de que les contrates, porque habrían encontrado palabras relacionadas con alguna dolencia en tu bandeja de entrada y no les saldrías rentable”, prosigue.

A pesar del potencial del servicio desarrollado por estos investigadores, ellos mismos enfatizan sus limitaciones. Los vínculos que establece entre los anuncios y las palabras de los emails están basadas en un método probabilístico, pudiedo dar lugar a falsos positivos. Además, estas relaciones no implican causalidad: que un ‘banner’ pueda vincularse a un término no significa que el anunciante lo haya estipulado de esta manera. Gmail tiene algoritmos propios que seleccionan la ubicación de la publicidad sin que intervenga la empresa responsable del producto.

“XRay es todavía un prototipo, pero estamos planeando nuevos análisis y estudios que incluyan más temas y otras plataformas”, señala Lécuyer. En la web del proyecto aluden a otro par de páginas a las que podría aplicarse el mismo sistema: YouTube y Amazon.

El programa es de código abierto, por lo que puedes descargártelo y modificarlo para hacer tus propios experimentos. Si estás interesado, también puedes escribir a los investigadores para sugerirles nuevos enfoques. Cuanto antes tengan lista la versión definitiva, antes podrás saber quién está metiendo las narices en tus cuentas personales. Está en juego tu privacidad.

--------------------------------------------------

Las imágenes de este artículo son propiedad, por orden de aparición, de Ted, Tom Francis y XRay

Etiquetas
stats