Bastaron tres días de marzo para que Médicos sin Fronteras pidiera colaboración: el gobierno de Guinea había confirmado que aquella fiebre mortal era un brote de ébola y la reacción tenía que ser rápida. El anuncio oficial se hizo el día 21; la petición, el 24. El 31 ya había un mapa con los casos sospechosos y muertes confirmadas y seis ciudades enteras trazadasun mapa con los casos sospechosos y muertes confirmadas. Una vez más - y ya van catorce -, el equipo humanitario de OpenStreetMap coordinó a voluntarios de todo el mundo para cartografiar una zona en situación de emergencia y que, sobre el terreno, los trabajadores la comprendieran mejor.
La historia se repite durante el terremoto de Haití (enero de 2010), la rebelión de la República Centroafricana (2012 - 2013) o el tifón de Filipinas (noviembre de 2013), del que ya hablamos entonces. “Las preguntas empiezan siempre con el dónde”, explicaba Harry Wood, el coordinador del proyecto. “¿Dónde está la gente sufriendo más? ¿Dónde están los equipos? ¿Dónde llevamos la ayuda? Ahí es donde OpenStreetMap es un valioso recurso de respuesta”.
OpenStreetMap, del que también hemos hablado ya, es el mapa abierto del mundo - el que puedes copiar, redistribuir y actualizar en tiempo real porque es tuyo y no de Google - y una útil herramienta para catástrofes (Filipinas), conflictos (República Centroafricana) o epidemias (Guinea). Saber dónde suceden las cosas permite actuar antes y mejor. “Pero hay muchas zonas con mapas incompletos y otras sin nada”, explica Pete Master, de Médicos sin Fronteras. Los mapas de las zonas en las que más preguntas surgen están casi en blanco.
“¿Dónde están los refugiados desplazados?”
Master dirige el proyecto que pretende tener las respuestas antes de que empiecen las preguntas. ¿Por qué esperar a que algo suceda para cartografiar? Junto a la Cruz Roja, Médicos sin Fronteras y el equipo humanitario de OSM, 'Missing Maps' mapeará los sitios que aún no tienen mapa y lo hará, como en Filipinas, República Centroafricana o Guinea, coordinando a voluntarios de cualquier lugar del mundo y dejando el resultado, libre y gratuito, en manos de todos.
El lugar de la foto es Leer, un pequeño pueblo de Sudán del Sur marcado desde hace décadas por la guerra civil y donde Médicos sin Fronteras tenía un hospital. Ardió en 2011: la población fue evacuada y en febrero de este año empezó a volver. La situación es caótica. Hay miles de personas deshidratadas y malnutridas y es difícil saber dónde han ido, así que MSF necesita situarlos para operar. “El equipo desconoce el número y tamaño de pueblos de alrededor”, explica Master. “El mapa ya tiene algo de detalle, pero para controlar la zona necesitamos localizar cada edificio”.
Su forma de localizar no es, todavía, muy sofisticada. “Cualquiera imagina que trabajamos con mapas digitales, pero no. A veces el proceso para explorar una la zona es ir a una ONG, mostrar un mapa en papel, hacer fotocopias, llevarlas a la siguiente reunión. Quita tiempo y encima el mapa está dibujado”, continúa. “Algunos equipos sí usan Google u otras herramientas, pero con OSM no tenemos que empezar de cero porque compartimos la información”. También puede actualizarse cuando hay cambios y llegar a detalles a los que Google ni llega ni tiene interés en llegar.
Leer es una de las prioridades de MSF. Cada ONG tiene las suyas. Una vez definidas, el siguiente paso es trazar caminos y edificios sobre imágenes de satélite - suelen venir de Google Earth o Mapbox. Y a eso, que podemos hacer tú y yo desde el sofá, el proyecto suma a la gente del lugar: sus detalles, anotados en el papel, se digitalizarán después en OpenStreetMap.
No es sólo trazar un mapa, sino que quede completo. “En Médicos sin Fronteras recogemos información de los pacientes. Uno de los problemas es su origen. Anotamos lo que el paciente nos dice y a veces son sílabas que no entendemos. Lo que haremos no será sólo dar el mapa al equipo, sino trabajar con cómo los pacientes describen de dónde vienen”, continúa.
Por ejemplo: en Filipinas hay muchos pueblos llamados San Isidro. Si el paciente describe una calle o edificio concreto, su San Isidro puede situarse mejor.
“¿Dónde está el origen del brote?”
En Leer, como en Filipinas, el reto es logístico, pero hay lugares donde el problema es una enfermedad. Desde que en 1854 el doctor John Snow demostrara con un mapa que el brote de cólera de Londres (que hasta entonces se creía que se transmitía en forma de aire venenoso) había nacido en una fuente contaminada, la epidemiología encontró su base en la localización.
Es justo lo que pasa ahora en el este de África: el ébola es urgente y hay que trazar sus redes de contacto para prevenirlo. Y eso, adivina, es imposible sin un mapa. Es otro de los sitios que no tiene, y para el proyecto es una absoluta prioridad.
“Los mapas comprensibles, actualizados, gratuitos y disponibles inmediatamente son cruciales para emergencias, coordinación y prevención”, continúan en Médicos sin Fronteras. Crearlos en OpenStreetMap es el objetivo. Sobre terreno, a la urgencia del ébola, como a la del tifón de Filipinas o el terremoto de Haití, seguirán otras operaciones. ¿Dónde ponemos la clínica? ¿Dónde construimos las casas? 'Missing Maps' es, en fin, el primer paso: si ningún sitio se queda sin mapa, cuando surjan nuevas preguntas las respuestas ya estarán sobre él.
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Missing Maps se presentará este viernes en el teatro John Snow de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y tras el acto seguirán cartografiando las zonas afectadas por el ébola. Puede seguirse aquí.
Las imágenes que aparecen en este artículo son propiedad de Médicos sin Fronteras y Field Papers.