“Que los parados no se queden en casa, que busquen algo distinto que les motive”

La figura de Isabel Arcones es la de las heroínas que luchan por hacerse un hueco en el mundo y ser felices. Con 45 años y tras ser despedida de su puesto de trabajo, se lió la manta a la cabeza y se marchó a San Francisco a seguir trabajando pero, sobre todo, a aprender. Su ejemplo es muy valioso para las mujeres y para la gente de mediana edad que tiene que enfrentarse a nuevos retos en la actual coyuntura económica.

Arcones es una de las fundadoras de Onpublico, “una plataforma donde los ciudadanos tienen la posibilidad de reportar noticias”, explica en la entrevista que mantuvo con Carlos E. Gómez para Nexo. A la manera de las webs de periodismo ciudadano, los usuarios suben noticias de su entorno cercano que normalmente no se cubren en los medios de comunicación tradicionales.

Isabel no está sola en esta empresa, sino que trabaja junto a dos socios. Durante la charla explica las dificultades a las que se tiene que enfrentar cada día, como la búsqueda de financiación, pero a la vez alaba la posibilidad de trabajar con un equipo tan limitado: “Lo de los equipos pequeños es un valor, porque tienes que hacer de todo. Te obligas a aprender”. Precisamente esa motivación por aprender, por adquirir conocimiento, fue la que llevó a Isabel a San Francisco tras ser despedida de la empresa en la que trabajaba en España.

El objetivo del viaje era tomarse un tiempo, aprender inglés y 'marketing' y “despejar la mente. Estaba lo suficientemente lejos para no estar imbuida en la maraña de estar en casa”. Cuando llega a la ciudad californiana, con sus 45 años, descubre “que tengo mucho que aprender y quiero hacerlo”. Era el momento de iniciar una nueva etapa de su vida. Con ella llegará Onpublico.

Entre los obstáculos que afronta diariamente están la dificultad para acceder al capital riesgo o lo caros que resultan los recurso humanos. Como ella misma explica, contratar un técnico puede salir muy caro, ya que los mejores trabajan por su propia cuenta o para grandes empresas.

La historia de Isabel puede servir de inspiración para mucha gente de mediana edad que busca abrir una nueva etapa en su vida. Sus propios amigos se lo decían: “No pasa nada, puedes hacer lo que te dé la gana”. Y es lo mismo que ella dice ahora a todos aquellos que están sin trabajo: “Que no se queden parados en casa, que busquen algo distinto que les apetezca hacer, algo que les motive”. Además, les advierte para que no se dejen llevar por los temores, que el miedo no les “atenace”. Ella misma asegura que todas las veces que se ha producido un cambio en su vida “ha sido absolutamente enriquecedor”.

Así, si ves que tu trabajo no te llena, si crees que ya es hora de cambiar el chip, invierte en ti: “Una de las mayores inversiones que haces en esta vida es en ti mismo, en tu carrera. Deberías tomarte como una inversión. Entonces te darías cuenta de que, cuando tu empresa no te aporta lo que tú necesitas, tienes que desinvertir e invertir en otra”. Isabel no cree en el trabajo para toda la vida, de la misma forma que cree que las empresas no valoran a sus empleados como verdaderos activos. “Si no intentarías tenerlos más contentos. Culturalmente no se respeta al trabajador, como no se respeta el papel de la mujer en muchas empresas”, afirma.

También ofrece algunos consejos para aquellos españoles que quieran probar suerte en Silicon Valley. “Tienes que venir con dinero. No vale venir a mitad del camino, agobiado… También, hay que venir cuando el proyecto está consolidado”, explica, porque sino se “sufre aquí y allí”. Ella cree que muchos vienen “con proyectos maduros pero mal pintados” y defiende los conocimientos en 'marketing' y la capacidad para hacer 'networking'.

Sin embargo, advierte: es un error irse solo. “Tienes días muy desesperantes, te dan tres calabazas ese día, los resultados no son los que esperabas…” No hay nada como tener alguien en quien apoyarte para superar esos momentos tan duros. Así que, ya sabes, da igual la edad que tengas para plantearse un giro en tu vida: haz las maletas y no tengas miedo. Isabel supo hacerlo y no se arrepiente.

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La imagen que aparece en este artículo procede de la página de Facebook de Onpublico

La figura de Isabel Arcones es la de las heroínas que luchan por hacerse un hueco en el mundo y ser felices. Con 45 años y tras ser despedida de su puesto de trabajo, se lió la manta a la cabeza y se marchó a San Francisco a seguir trabajando pero, sobre todo, a aprender. Su ejemplo es muy valioso para las mujeres y para la gente de mediana edad que tiene que enfrentarse a nuevos retos en la actual coyuntura económica.