Estamos constantemente a la caza y captura de la próxima gran revolución tecnológica. Cuando no son las gafas inteligentes son los 'smartwatch' o, si no, las casas del futuro en las que todo está conectado a la Red... La tecnología conquista nuestras vidas en forma de dispositivos y olvidamos que tras esos artefactos hay unos datos.
Unos datos que pululan por la Red y que alguien se tiene que encargar de gestionar. Si el 90% de la información a nivel mundial se ha generado en los últimos dos años, muchos auguran que esto es una minucia en comparación con lo que va a suceder en el futuro próximo. Y en paralelo aumentará también la demanda de programadores.
El último informe de VisionMobile, una firma dedicada al análisis y la estrategia en materia de internet de las cosas, afirma que de aquí hay 2020 serán necesarios nada más y nada menos que 4,5 millones de nuevos desarrolladores.
A día de hoy se estima que unos 300.000 profesionales contribuyen a desarrollar la llamada internet de las cosas, una cifra que, según la compañía, se incrementará a un ritmo del 57% anual. Porque seguiremos comprando 'smartphones', tabletas y relojes inteligentes, y pronto comenzaremos a equipar nuestras 'smarthomes' y nuestros coches hasta alcanzar los 26.000 millones de artefactos conectados que estarán en circulación en 2020 según la estimación de Gartner.