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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El triángulo de las bermudas: marca, usuario y dispositivos “wearables”

NTS Solutions

Con nuevos formatos y nuevos dispositivos aparecen nuevas oportunidades. Esto es lo que muchas empresas y desarrolladores estarán pensando con el auge de las tecnologías ‘wearables’ (vestible), que poco a poco parece que se van convirtiendo en un complemento a la tecnología que ya domina la vida de usuarios y empresas: el smartphone y el ordenador.

Así como el smartphone supuso una revolución con respecto al ordenador personal dadas sus características físicas y de software, con los smartwatches, pulseras fitness y demás ocurre más o menos lo mismo. A continuación explicamos por qué.

177 millones de wearables en 2018

Esto es al menos lo que Cisco estima que ocurrirá en los próximos años. Según un estudio de la firma americana, en el año 2013 se colocaron en el mercado 22 millones de wearables y en el año 2018 esa cifra superará los 170 millones. Según Nielsen, en estos momentos un 15% de los usuarios ya utilizan uno de estos dispositivos.

Todas estas cifras apuntan a que los smartwatches y las pulseras son una realidad y que, en el medio plazo, se convertirán en un fenómeno de masas, aunque por detrás de smartphones y ordenadores personales.

Como decíamos anteriormente, los productos wearable se diferencian claramente de los smartphones por sus características físicas y de software. En lo que respecta al hardware cabe destacar dos aspectos fundamentales: su tamaño -tanto el de pulseras como el de los smartwatches- es mucho menor por lo que las interfaces deben adecuarse al espacio disponible y estos dispositivos están cargados de sensores que permiten medir muchos aspectos del día a día de sus usuarios. Desde la cantidad de pasos hasta las pulsaciones del corazón, pasando por niveles de glucosa, tipo de alimentos ingeridos, etc.

Los cambios en lo que se refiere al software están íntimamente relacionados con las características física de los wearables. Los desarrolladores deben adaptarse al tamaño de las pantallas de estos dispositivos, creando interfaces únicas que poco tienen que ver con las de los smartphones y mucho menos con las de los ordenadores.

Si las notificaciones se están convirtiendo poco a poco en una interfaz más de los teléfonos, estas cobrarán incluso más importancia en los smartwatches o pulseras. El usuario no debería ser interrumpido en cualquier momento, sino solo cuando este lo considere oportuno. Un ámbito en el que cobran vital importancia las apps pasivas o que son capaces de trabajar en la sombra, mostrando información al usuario en función del contexto en el que se encuentre.

Con los wearables cambia la relación entre marcas y usuarios

Estas modificaciones no solo afectarán al acercamiento de los desarrolladores y las empresas al software que correrá en estos dispositivos, sino también a la relación de marcas y usuarios dentro del ámbito de la publicidad y el marketing.

Aunque expertos en publicidad digital como Dough Hecht, de Digitaria, han afirmado en anteriores ocasiones que “los smartwatches no van a aportar una gran diferencia con respecto a los smartphones” y se limitarán a ser una extensión de la publicidad móvil, lo cierto es que no es difícil imaginarse algunos escenarios en los que esos cambios sí que resulten profundos.

Los smartwaches o las pulseras están en todo momento recogiendo información personal del usuario, pudiendo pensar en un futuro en el que las marcas tengan acceso a dicha información para promocionar unos u otros productos en función de nuestra localización, estado de salud y otras constantes vitales.

Una relación (marca - usuario - dispositivo) que estará marcada por la existencia de una delgada línea roja, pudiendo volverse la publicidad y la asociación entre estos tres entes como más intrusiva e incluso abusiva para el usuario. »TUITEA ESTA FRASE«

Las marcas, los desarrolladores y los usuarios deberán acertar en cada uno de sus ámbitos para que las tecnologías wearables acaben conquistando el mercado. La oportunidad es muy grande y del saber hacer de cada parte depende, en parte, el éxito de esta nueva categoría de productos.

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Las imágenes de estar artículo son propiedad de Vimeo y Maurizio Pesce

Con nuevos formatos y nuevos dispositivos aparecen nuevas oportunidades. Esto es lo que muchas empresas y desarrolladores estarán pensando con el auge de las tecnologías ‘wearables’ (vestible), que poco a poco parece que se van convirtiendo en un complemento a la tecnología que ya domina la vida de usuarios y empresas: el smartphone y el ordenador.

Así como el smartphone supuso una revolución con respecto al ordenador personal dadas sus características físicas y de software, con los smartwatches, pulseras fitness y demás ocurre más o menos lo mismo. A continuación explicamos por qué.