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Tipu's Tiger, el infame autómata de un sultán que torturó a los infieles en el S.XVIII

Un soldado británico grita horrorizado, pide socorro, mientras un feroz tigre se abalanza sobre él. El muchacho agoniza: poco puede hacer por zafarse de las garras de la bestia. Poco pueden hacer otros por evitarle tal dolor ante la sanguinaria mirada del sultán Tipu, gobernante de Mysore (en el sur de la India) allá por 1792. El joven está siendo devorado, y el enemigo británico (cualquier británico) tiene que presenciarlo a modo de advertencia.

Su mayor pesadilla es un autómata a tamaño real, tallado y pintado sobre madera. Su mecanismo se activa cuando alguien hace girar una manivela, haciendo que el brazo del británico suba y baje (simulando la petición de ayuda) mientras se escuchan sus gritos entremezclados con los de su verdugo. En el interior del tigre, un pequeño órgano de tubos es capaz de componer hasta 18 notas distintas de agonía.

Quienes han investigado la historia de Tipu's Tiger - así fue bautizado el autómata -, explican que probablemente se inspiró en la muerte del inglés Hugh Munro, atacado por un tigre en la bahía de Bengala en 1792. Se trataba del hijo de Hector Munro, comandante de la división que derrotó al padre del sultán Tipu en la segunda guerra entre Gran Bretaña y Mysore. Era el ejemplo perfecto para mostrar a sus enemigos cómo pensaba asesinarlos.

Más allá del morbo, los historiadores creen que el autómata simboliza esa derrota, e intenta revelar las ambiciones políticas del sultán (además de su amor por los tigres): doblegar y dominar a los británicos que habían invadido su país haciéndoles la guerra. Eso sí, con ayuda de Francia, que era entonces una potencia rival de Gran Bretaña y había colaborado en la fabricación del autómata y otras armas del sultán.

Las acciones de Tipu, autodenominado 'el Tigre de Mysore', también estaban movidas por su feroz odio racista contra los anglosajones , heredado de su padre, así como por su férrea voluntad de 'devorar' a los enemigos de su dios.

Era de confesión musulmana y, según un manuscrito que él mismo escribió y que se encontró en su palacio después de su muerte, entendía los tigres como una forma de culto al exterminio y a la expulsión de los infieles. Los entendía como un instrumento de su dios y una metáfora perfecta para infundir miedo.

De hecho, aunque habitualmente no obligaba a los demás a convertirse al Islam, Tipu sometió a muchos de sus prisioneros británicos a la circuncisión, más por el odio que les profesaba que por la necesidad de expandir su religión.

El comportamiento del sultán Tipu reflejaba un claro compromiso con la ideología chií y con el mártir Alí, su líder. No obstante, Susan Stronge, una de las personas que más han investigado la historia del autómata, explica a HojaDeRouter.com que utilizar la expresión “yihad” o “guerra santa” para definir la creación del autómata - como se ha hecho en diversas publicaciones - no es totalmente adecuado. Tipu también hizo la guerra a gobernantes musulmanes, pactó con estados no musulmanes (como la propia Francia) e incluso reconstruyó un templo hindú que nada tenía que ver, evidentemente, con el Islam.

Algunos dicen que 'el tigre de Mysore' era tan cruel que disfrutaba viendo una y otra vez la representación del tigre comiéndose al británico. De hecho, su arsenal de guerra incluía cañones, morteros y armas de mano decoradas con figuras de tigres, y las paredes de su residencia estaban decoradas con escenas de feroces felinos devorando a europeos.

A modo de justicia histórica, Tipu's Tiger descansa ahora en el Victoria and Albert Museum, años después de que el sultán fuera asesinado, no sin oponer resistencia, cuando los británicos irrumpieron en su palacio en 1799. Se ha convertido en una de las piezas más visitadas del museo londinense a pesar de la crueldad con la que fue concebido. Un arma para someter a los infieles y hacer la guerra al ocupante occidental que acabó desfilando por las calles de Londres para dejar claro que 'el tigre de Mysore' estaba muerto, y que ya no volvería a torturar con su despiadado autómata.

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Las imágenes utilizadas en este artículo son propiedad, por orden de aparición, de Nathan Hughes Hamilton y Wikipedia (1, 2 y 3) Nathan Hughes Hamilton1, 2 y 3

Un soldado británico grita horrorizado, pide socorro, mientras un feroz tigre se abalanza sobre él. El muchacho agoniza: poco puede hacer por zafarse de las garras de la bestia. Poco pueden hacer otros por evitarle tal dolor ante la sanguinaria mirada del sultán Tipu, gobernante de Mysore (en el sur de la India) allá por 1792. El joven está siendo devorado, y el enemigo británico (cualquier británico) tiene que presenciarlo a modo de advertencia.

Su mayor pesadilla es un autómata a tamaño real, tallado y pintado sobre madera. Su mecanismo se activa cuando alguien hace girar una manivela, haciendo que el brazo del británico suba y baje (simulando la petición de ayuda) mientras se escuchan sus gritos entremezclados con los de su verdugo. En el interior del tigre, un pequeño órgano de tubos es capaz de componer hasta 18 notas distintas de agonía.