De alumno del montón a reinventar Microsoft: el increíble viaje de Nadella
“Como vosotros, tuve la opción de elegir dónde trabajar. Vine aquí porque creía que Microsoft era la mejor compañía del mundo”. Satya Nadella escribió esas líneas en el primer correo que mandó a los empleados tras asumir su cargo como CEO hace casi cuatro años. Sin embargo, sus aspiraciones de juventud eran bastante más modestas. Aunque trabajar en el gigante de Redmond fuera su elección, la travesía hasta llegar a la cima del sector tecnológico fue larga.
Nacido en Hyderabad, una ciudad al sur de la India, hace cinco décadas, Nadella tenía otros sueños al acabar la educación secundaria: “Asistir a una pequeña universidad, jugar al críquet en Hyderabad y con el tiempo trabajar en un banco”. No se le había pasado por la cabeza ser ingeniero o trabajar en un país occidental. Tampoco era un alumno brillante.
Así lo cuenta el propio Nadella en ‘Pulsa actualizar’, un libro en el que mezcla sus poco conocidas experiencias personales con su visión del futuro de la tecnología o su papel en Microsoft, el gigante al que ha conseguido devolver el esplendor perdido centrándose en los servicios en la nube.
Hace unos días, la capitalización bursátil de la compañía superaba los 600.000 millones de dólares (504.000 millones de euros) por primera vez desde la burbuja de las puntocoms, y sus ingresos en el último trimestre han crecido un 12 % interanual gracias al impulso de ese negocio.
Un apasionado del críquet con padres diferentes
“Cuando era niño, lo único que me importaba era el críquet”, admite Nadella. Aunque llegado de Inglaterra, la pasión por este deporte en la India se mantuvo tras su independencia. Por entonces, su padre era un economista que trabajaba en la Administración pública de la casi recién nacida nación. Entre los hijos de los funcionarios indios había una “competitividad despiadada”, y su progenitor le trasladó precisamente esa ambición intelectual.
Sin embargo su madre, a la que se sentía muy unido, le transmitió una filosofía de vida muy diferente. Profesora de sánscrito, literatura y filosofía en la universidad (el propio Nadella la acompañaba en el aula de niño), su meta era que Satya viviera el presente. “Nunca me presionó hacia ningún objetivo, sino a que fuera feliz”, relata el CEO de Microsoft.
Él mismo recuerda algunos detalles en los que quedaban plasmadas sus diferencias ideológicas: su padre colgó un póster en su habitación de Karl Marx; su madre, uno de Lakshmi, la diosa hindú de la prosperidad, la buena fortuna o el poder. Pero el único cartel que él quería era el de su jugador favorito de críquet.
Pudo disfrutar de su pasión especialmente en la Escuela Pública de Hyderabad, donde estudió tras moverse por diferentes ciudades del país y donde, curiosamente, también se formó Shantanu Narayen, el CEO de Adobe. Satya no quería marcharse de allí, pero su padre le animó. Le regaló un equipo con el Zilog Z80,Zilog Z80 un microprocesador de 8 bits lanzado en 1976, y Satya comenzó a considerar los ordenadores su segunda pasión.
“Cuando miro atrás, supongo que mi historia puede sonar un poco programada. El hijo de un funcionario hindú se esfuerza en sus estudios, obtiene un grado en ingeniería, emigra a Estados Unidos y triunfa en el mundo de la tecnología”, resume Nadella en su autobiografía. “Pero no fue tan sencillo. En contraste con el estereotipo, yo no era especialmente brillante desde el punto de vista académico”.
Nadella suspendió el examen de acceso a los Institutos Indios de Tecnología, la institución más prestigiosa del país en ese ámbito, por la que han pasado Vinod Khosla, cofundador de Sun Microsystems, o Sundar Pichai, CEO de Google, y que él mismo considera asociada a la construcción de Silicon Valley. Pero sí le aceptaron en otras universidades.
Se decantó por estudiar Ingeniería Eléctrica en el Instituto Tecnológico de Manipal, donde aprendió los principios para construir ordenadores. Después, se marchó a estudiar un máster en informática a Estados Unidos, aunque no en Harvard o Stanford, sino en la más pequeña y menos prestigiosa Universidad de Wisconsin en Milwaukee.menos prestigiosa Partió sin conocer muy bien la ubicación de esa ciudad en el mapa y sin ser “ni mucho menos un programador experto”. Allí comenzó a entusiasmarle la informática desde el punto de vista teórico.
La empatía, la cualidad que aprendido por su hijo
Más interesado por entonces en las estaciones de trabajo que en los ordenadores personales, comenzó a trabajar en Sun Microsystems, donde se dio cuenta de que estaban atascados en el desarrollo de ‘software’. Dio el salto a Microsoft en 19921992, cuando habían pasado tres lustros desde que Paul Allen y Bill Gates fundaran la empresa que acabó dominando la informática personal.
Todavía no eran mundialmente famosos: el revolucionario Windows 95 aún no había conquistado los ordenadoresrevolucionario Windows 95. Él comenzó precisamente a trabajar como evangelista para Windows NT, un sistema operativo orientado a las empresas. Consiguió el puesto tras una dura frase de entrevistas, aunque estuvo a punto de no conseguir el cargo por la falta de empatía que demostró en una de las cuestiones que le plantearon durante el proceso de selección.
El por entonces joven trabajador de Microsoft aprendió a tener esa capacidad para ponerse en el lugar del otro en el transcurso de su propia vida personal. El mismo año en que comenzó a trabajar en Redmond se casó con Anu, una estudiante de arquitectura que había sido su amiga en la infancia.
Conseguir que ambos vivieran en Estados Unidos no fue fácil: Satya tuvo que cambiar su tarjeta verde como residente permanente por un visado temporal H1-B (el visado preferido por las empresas de Silicon Valley, cuya concesión y renovación Trump ha endurecido) para que su esposa viviera allí sin tener que esperar años. Su decisión por amor le hizo popular en Microsoft.
A los pocos años nacía su primer hijo, Zain. Padecía una severa parálisis cerebral,nacía su primer hijo, Zain un hecho que cambió la vida de las pareja. “Para Anu, nunca se trató de lo que significaba para ella, siempre se trató de lo que significaba para Zain y de cómo podríamos cuidar mejor de él”, explicaba recientemente. “En lugar de preguntarse ”¿por qué nosotros?“, ella instintivamente sintió su dolor [el de Zain] antes que el suyo”.
Él mismo reconoce que tener un hijo con necesidades especiales “modeló” su pasión personal por la “filosofía de conectar nuevas ideas” empatizando personal y profesionalmente.
De dirigir Bing sin paracaídas a ser CEO
Satya y Anu han tenido otras dos hijas además de Zain. Mientras han crecido, él ha ocupado diferentes cargos en Microsoft. En su libro, señala 2008 como el año de los nubarrones. Apple había lanzado su exitoso iPhone, Google ganaba cada vez más dinero con la publicidad en internet y Amazon Web Services, la plataforma de servicios en la nube del gigante de Jeff Bezos, se hacía un hueco. Mientras tanto, Microsoft seguía anclada en la venta de ordenadores, que ya no crecía.
Steve Ballmer le encomendó la tarea de ser el jefe de ingeniería para la búsqueda y publicidad ‘online’. “Este puede ser tu último trabajo en Microsoft, porque aquí no hay red: si las cosas no salen bien, tú también te estrellarás”, le advirtió el por entonces CEO de Microsoft. El departamento se convertiría después en Bing, un buscador que no ha conseguido siquiera pisar los talones a Google (si bien en Estados Unidos alcanza el 33 % del mercado).
Mientras tanto, la compañía tomaba una decisión mucho más desacertada: la compra de la división de móviles de Nokia compra de la división de móviles de Nokiapor casi 5.500 millones de euros para impulsar Windows Phone. Nadella, miembro del equipo de Ballmer, votó en contra de la decisión, según revela en su libro, pero no impidió la compra. El tiempo le dio la razón: un directivo de Microsoft ha confirmado la muerte del sistema operativo.
El cometido de Nadella fue mucho más exitoso. Meses antes, Ballmer le pidió que se encargara de llevar las riendas de la unidad de servidores y herramientas de negocio de la compañía, que se transformarían en el corazón del negocio de la nube. Poco a poco, fue dando forma a Microsoft AzureMicrosoft Azure, la plataforma que gestionaría sus servicios (Office 365, Skype o Xbox Live) y también los de cada vez más empresas.
A principios de 2014, Anu y Satya intentaban ignorar los rumores sobre su nombramiento como CEO. Pese a ello, recibió la llamada en la que le comunicaban que reemplazaría a Steve Ballmer. Durante la conversación, giraba una pelota de críquet con la mano. Comenzaba la andadura para reinventar Microsoft de aquel chico de la india, del montón en lo académico, que soñaba con hacer deporte y trabajar para un banco.
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Las fotografías son propiedad, por orden de aparición, de Bhupinder Nayyar, Johanness Marliem y Official Le Web Photos