Este verano, mientras los residentes de la californiana ciudad de Mountain View, empezaban a acostumbrarse a ver un coche de Google circular sin conductor, marcas tan conocidas como Audi, Mercedes, Nissan, Toyota o Volvo ya se hallaban inmersas en el desarrollo de sus propios vehículos autónomos. De hecho, esta última espera que clientes reales puedan probar el suyo tan pronto como en 2017.
El futuro de las carreteras está a la vuelta de la esquina y promete acabar con una de las principales causas de mortalidad en los países desarrollados, la quinta en nuestro país. La utopía al alcance de la mano pone en entredicho la existencia misma de un sector, el de las aseguradoras, que parece tener poco sentido en un mundo (casi) sin accidentes.
Tecnología y aseguradoras
Según los datos del último informe de la consultora estadounidense IHS, el coche autónomo habrá conquistado el asfalto de las grandes ciudades de aquí a 2050. Cuando llegue esa lejana fecha, de acuerdo con la compañía, los conductores ya se habrán hecho a la idea de abandonar la conducción y dejar la tarea al propio vehículo, y habrán sido testigos de cómo su robot de cuatro ruedas pasaba de incorporar un sistema de conducción manos libres a ser capaz de comunicarse con otros automóviles.
Hoy en día, ya es posible encontrar en el mercado vehículos que aparcan solos, frenan en caso de accidente o cuentan con sistemas de control electrónico de estabilidad, que reduce el riesgo de que el coche vuelque. De acuerdo con el Insurance Institute for Highway Safety, tales avances han supuesto que al menos nueve modelos de automóvil presenten, por primera vez, una tasa de mortalidad cero.
Curiosamente, los fabricantes de automóviles no son los únicos que han desarrollado sistemas para hacer sus coches más seguros. A partir de octubre, todos los turismos y furgonetas que se fabriquen en la Unión Europea deberán contar con el llamado eCall, un dispositivo compuesto de sensores que, en caso de accidente, inicia una llamada de emergencia. Se trata de una tecnología que comenzó a ofrecer Mapfre en 2007 y que también comercializan aseguradoras como Zurich o Generali.
“La puesta en marcha de esta tecnología ha sido muy significativa para nosotros, ya que nos permite ofrecer servicios más personalizados y ajustar la prima de riesgo en función de la forma de conducir de cada uno de nuestros clientes”, explica a HojaDeRouter.com Jorge Fernández Santín, director del Área de Automóviles de Generali.
Actualmente, un gran número de compañías se están centrando en la recolección de datos para personalizar el seguro que se ofrece a cada conductor. Según Fernández Santín, la suya está desarrollando una 'app', Generali Driver, que mide los hábitos de conducción (la velocidad, las aceleraciones y frenadas bruscas o la distracción), “y recientemente ha adquirido MyDrive Solutions, una 'startup' inglesa líder en el uso de herramientas de análisis de datos para perfilar estilos de conducción”.
Una estrategia parecida a la que siguen en Axa. De acuerdo con Nuria Fernández París, directora de Particulares y Auto en la aseguradora, configuran sus productos en base a la información que recogen los dispositivos telemáticos incorporados en el vehículo, capaces de realizar una llamada de emergencia en caso de accidente o ayudar al usuario a conducir mejor.
Seguros más baratos
No es casualidad que la multinacional más vinculada con el coche autónomo decidiera, a principios de año, introducirse en el mundo de los seguros aglutinando los productos de las principales compañías estadounidenses y británicas en Google Compare.
Gracias a esta herramienta, la empresa podría hacerse con valiosos datos sobre los vehículos de los usuarios y los precios que las aseguradoras les ofrecen. Una jugosa información que podría utilizar, en un futuro, cuando se popularice el coche autónomo, para comercializar el suyo en mejores condiciones.
Todo parece indicar que el precio de los seguros de automóviles caerá cuando aterrice el vehículo sin conductor. De acuerdo con MetroMile, una 'startup' británica del sector, el coche autónomo podría ahorrar al usuario alrededor de 1.000 dólares (unos 897 euros) en su prima. Aunque, según las aseguradoras, siempre habrá más riesgos de los que protegerse y, por tanto, nuevas polizas.
“El vehículo autónomo y las aseguradoras no son cosas excluyentes, sino completamente compatibles”, señala Fernández Santín. “Siempre habrá riesgos que cubrir. Algunos serán como los de hoy en día y otros diferentes”. Entre los nuevos riesgos que menciona el portavoz de Generali están los que tienen que ver con las futuras infraestructuras viales o los posibles problemas que surgirán cuando el coche autónomo comience a circular con los vehículos tradicionales.
Del conductor al automóvil
El cambio más radical en el negocio se dará en el destinatario del seguro. En un reciente artículo, Scott Prendy, asesor de la Asociación de Aseguradoras Británicas, explica que a pesar de que es posible hoy día encontrarse vehículos con sistemas de conducción manos libres, la responsabilidad en caso de accidente sigue recayendo sobre el conductor.
“El cambio clave”, escribe, “llegará cuando los coches no solo sean autónomos, sino cuando estén conectados y no se espera que el conductor vigile el vehículo”. Es decir, cuando el propio automóvil se comunique con el resto de coches que circulen a su alrededor y no haya humano que pueda evitar un accidente a punto de producirse.
En ese momento, la responsabilidad caerá sobre el coche o, mejor dicho, sobre el fabricante. Así lo cree también Marcial Quiroga, analista de Adding Consultores. “No se ve nada aún por parte de las aseguradoras, pero se piensa en la idea de que la responsabilidad no recaiga en el conductor, sino en el propio fabricante del vehículo”.
En cualquier caso, seguirá habiendo negocio. “Tradicionalmente, los seguros se centran en garantizar la seguridad de los propietarios y usuarios de los bienes asegurados”, indica la portavoz de Axa. “Quizá lo relevante no será tanto quién será el beneficiario del seguro, sino los cambios en las fórmulas de aseguramiento que se requerirán”.
-----------------
Las imágenes de este artículo son propiedad de Travis Wise, Wikimedia Commons y smoothgroover22