Dos gallegos han creado el aparato sexual “más avanzado del mundo” (o eso dicen)
Un 77% de las mujeres entre 25 y 30 años admite haber entrado alguna vez en una tienda erótica en busca de algún accesorio para complementar sus encuentros sexuales. Los hombres, según la cadena de tiendas eróticas SexPlace, son más reacios (o quizá menos honestos). Solo un 23% admite haber entrado en este tipo de establecimiento.
Que no veamos tantos exponentes del género masculino echando una ojeada a los productos de un 'sex shop' no quiere decir que no suelan tener, por ejemplo, un masturbador en la mesilla de noche. En nuestro país, Fleshlight, la marca estadounidense de consoladores masculinos con fábrica en Dos Hermanas (Sevilla), es la preferida por los varones.
Como ocurre con los consoladores femeninos, el usuario debe utilizar el Fleshlight con la mano, de ahí que tan solo aproveche la mitad de lo que el aparato puede llegar a ofrecer. Pensando precisamente en cómo mejorar la experiencia, un equipo de ingenieros industriales de Vigo ha creado EVO Flesh4u, una máquina que permite disfrutar del aparato en modo manos libres.
“Cuando tú lo coges con la mano, más del 50% de las sensaciones que te puede dar el juguete se pierden”, explica a HojaDeRouter.com Julio Muñoz, uno de los creadores de EVO Flesh4u. “Entre el movimiento que tienes que hacer más la sensación de agarre del tubo, pierdes todo lo bueno que tiene un Fleshlight”.
Fabricado con acero inoxidable, aluminio, titanio y fibra de carbono - el mismo material que emplean los fabricantes de coches deportivos y equipos de Fórmula 1 -, el gallego es el “manos libres” más pequeño y avanzado del mercado, al menos según sus creadores. Permite emplear las extremidades para otra cosa y, al mismo tiempo, ofrece una sensación mucho más natural gracias al movimiento en órbita que realiza EVO con el Fleshlight.
“Aparte del movimiento lineal, para adelante y para atrás, lleva un movimiento de giro que, combinado con el movimiento de avance, crea un movimiento elíptico que lo hace diferente a todo lo que hay”, afirma Muñoz.
De hecho, la suya no es la primera máquina que intenta liberar al hombre del trabajo manual. En el mercado hay unas cuantas cuyo precio se sitúa entre los 300 y 500 euros, mucho más baratas que la máquina gallega, que se vende por 1.600 euros el 'kit' básico. Según el ingeniero, las de la competencia son más grandes, pesadas e incómodas de llevar.
“Son máquinas que realmente son peligrosas porque utilizan una motorización grande y muy barata”, explica Muñoz. “Nuestros precios parecen desorbitados porque los motores pequeños que empleamos tienen tanta potencia como uno de esos grandes. Y un motor pequeño es carísimo”.
No solo innovar en los masturbadores masculinos es más caro, sino que, además, al haber menos productos disponibles, al hombre suele pillarle por sorpresa tanta novedad. “Cada hombre cogía su Fleshlight y con alegría le daba. No están acostumbrados a estos nuevos juguetes y, sin embargo, la mujer y el hombre homosexual sí, llevan años ya con este tipo de máquinas”, explica Muñoz.
Por eso el artefacto que ha creado Flesh4u no se dirige únicamente al público masculino. A medida que avanzaban en su desarrollo, los ingenieros se dieron cuenta de que este peculiar manos libres también podría resultarle útil al público gay y al femenino. Así, decidieron adaptar la máquina para que se pudiera colocar, en lugar de un Fleshlight, un DocJohnson, una de las marcas de consoladores más vendidas.
Una oportunidad de negocio
Cada EVO viene con un mando que permite al usuario escoger entre nueve programas de velocidad, así como un soporte para situarlo en la cama. También se puede adquirir un trípode que permite a la máquina actuar cuando su dueño esta de pie, en un sillón o sentado al borde del lecho.
La novedad no cesa ahí. Según explica Muñoz, cuando los usuarios se cansen de un determinado programa, podrán acudir a la página de Flesh4u, descargar uno nuevo en su ordenador y añadirlo a la unidad de control de la máquina. Además, cada EVO puede interactuar con otra máquina, sin importar lo lejos que se encuentre. Una ayuda más para mantener la pasión en las relaciones a distancia.
“Yo puedo mover la tuya, tú puedes mover la mía o anclamos la posición en el mando para que cualquiera de ellas se mueva a la velocidad que se mueve el otro”, detalla Muñoz.
Más allá de las parejas convencionales, este par de emprendedores gallegos está buscando formas de atraer a los clientes del sector profesional. Según nos cuentan, la compañía está pensando en desarrollar una aplicación que permitirá a los usuarios interactuar con una EVO sin necesidad de tener otra. Así, “si una 'camgirl' tiene una máquina, él se descarga un mando virtual en su portátil y puede mover con el ratón la máquina de ella”.
Además, planean insertar vídeos porno en su página oficial para que los usuarios puedan verlos mientras usan el aparato, de tal forma que “según la función que se esté haciendo, la máquina reproducirá los movimientos de la acción que contenga el vídeo, ya sea oral, anal o vaginal”, explica Muñoz.
¿Es su auténtico objetivo hacer negocio en la competitiva industria del porno? El gallego afirma que no. “Somos dos ingenieros a los que les gusta hacer máquinas”, asegura. Y nada más.
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Las imágenes que aparecen en este artículo son propiedad de Flesh4u